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Se intensifica la “reduflación”: empresas disfrazan aumentos de precio reduciendo contenidos/Javier Ortiz de Montellano

Reduflación-JOM

Por Javier Ortiz de Montellano 

Seguramente ha notado que ante la mayor inflación, las empresas recurren cada vez más a la “reduflación” o “conmutación descendente” , como eufemísticamente se le quiere denominar al fenómeno de reducir las porciones de los productos que ofrecen, esto con la finalidad de mantener las utilidades en las ventas de los bienes de consumo.

No es un fenómeno nuevo, es un truco tan viejo como el que a veces  usan algunos abusivos abarroteros que dan kilos de 800 gramos. Sólo que ahora no sólo es el abarrotero de la esquina (desplazado por tienditas tipo OXXO o los grandes supermercados), sino que es a escala mundial. 

Y como importamos tantas cosas, igualmente importamos la “shrinkflation”, como consecuencia de una mayor inflación importada, que afecta a México. El ingenio capitalista no tiene límite para buscar la ganancia, y no sólo se limita a reducir las porciones sino que reduce los paquetes, los envases, la calidad de productos originales por sustitutos (aunque, por ejemplo, la mayoría de los engañosos quesos que pasan por hechos con leche natural, ha denunciado la Procuraduría Federal del Consumidor que son nocivas imitaciones artificiales o de plano incumplen con las especificaciones que anuncian en sus etiquetas). Y así con muchos productos. 

Es la inflación que no se supone que veamos. Y los que calculan los índices de inflación, ¿tomarán en cuenta este fenómeno? ¿o se hacen y nos quieren hacer tontos? 

Están jugando con fuego, pues la cruda realidad es que la gente se da cuenta no sólo de que no le alcanza con consumir menos, ni echarle más agua a los frijoles (¡hasta el agua escasea y se está encareciendo¡), pues su ingreso se reduce más que lo que reporta el índice general oficial que fue de 7.65 por ciento anual en mayo pasado. Pero, por si fuera poco, los precios al productor de mayo alcanzaron el 10.5 por ciento, lo que implica que se verán mayores presiones en los precios al consumidor de los siguientes meses.

La tasa de inflación no es mayor debido en parte al subsidiado paquete de básicos y principalmente al subsidio de casi medio billón de pesos que el gobierno está aplicando este año a los precios de las gasolinas. Gracias a éste, el precio promedio de la gasolina regular se ha incrementado menos de 7 por ciento en los últimos doce meses, cuando la gasolina importada de Estados Unidos prácticamente se ha duplicado.

Lo que alarma por ahora en México, sin embargo, es sobre todo el incremento de los alimentos, que fue de 12 por ciento en los últimos doce meses. Y si vemos algunos productos muy importantes, el incremento es aún mayor: 15.7 por ciento en el caso de la tortilla; 17.2 por ciento en el pan; 16 por ciento en la carne de res, o de 12.6 por ciento en el promedio de frutas y hortalizas y tantos otros productos como hemos documentado aquí en Monitor Financiero previamente.

¿Y qué hace el Banco Central para tratar de contener la inflación? Subir el precio del dinero, la tasa de interés en sus tarjetas de crédito y préstamos en general. El resultado de esto será reducir el poco crecimiento económico que trae el país, sin que garantice que eso reduzca igualmente la inflación. 

Y lo mismo sucede en el mundo. Agravado el contexto por la invasión rusa a Ucrania y los confinamientos en China derivados de brotes de Covid que vuelven, manteniendo los trastornos en la cadena de suministros que elevan los costos.

El contexto es bastante complicado, las caídas en las bolsas de valores -agravadas por las alzas en las tasas de interés- anticipan la posibilidad de una recesión. 

Lo que tendrá repercusiones políticas en Mexico y en todo el mundo.