***Los efectos de la quinta ola Covid-19, mínimos comparados con los del 2022 y 202, asegura Francisco Cuevas Dobarganes
***No obstante, las exportaciones podrían enfrentar problemas por la paridad cambiaria, dice
***Es momento de “blindarnos”, promover el consumo de productos locales, más producción en el campo, combatir la inseguridad y mantener disciplina fiscal, expuso el líder industria
Valle de México, a 26 de junio del 2022.- La Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM) confió en que el crecimiento económico sea mejor en el segundo semestre del año con respecto al 2021 y al 2020, luego de la recuperación tras la pandemia pese a la quinta ola de contagios de Covid-19, aseguró el dirigente Francisco Cuevas Dobarganes.
“Ya hay una recuperación económica muy franca de la pandemia. Es cierto que estamos viviendo una quinta ola de contagios pero afortunadamente, los efectos son mínimos comparados con los de los dos últimos años; eso ha permitido que las personas salgan más y mantengan un consumo estable”, expresó.
Hay que mencionar que recientemente, en su reporte sobre las economías regionales, el Banco de México estimó que el crecimiento de la economía en las regiones será heterogéneo, es decir, no será igual, y que el para el caso de la región centro, donde se ubica al Estado de México, “se anticipa que la actividad del centro…se mantenga como la región con la recuperación más lenta”, esto “debido a su relativamente mayor especialización en los servicios”.
Empero, Francisco Cuevas Dobarganes destacó que en el caso industrial esperan que el comportamiento sea mixto, y que las empresas que están enfocadas al mercado local tendrán un repunte muy importante con respecto al 2021, dado que el consumo interno en productos como lo son muebles, línea blanca, autos, ropa y calzado se está recuperando de forma muy prometedora.
Sin embargo el líder de UNIDEM, organización que agrupa a las empresas nacionales extranjeras más grandes de la entidad mexiquense, reconoció que podría haber dificultades serias en la industria sobre todo en empresas enfocadas a la exportación, esto debido a que el dólar ya registra una paridad cambiaria por debajo de los 20 pesos, que aunque pudiera parecer algo positivo para México, tiene efectos davastadores en el costo de los productos para exportación y ello los hace menos competitivos en el extranjero.
“El tener un peso mexicano fuerte con respecto al dólar y al euro beneficia a la economía de México porque finalmente el PIB se valúa en dólares y además se abaratan las importaciones, pero al ser la moneda mexicana más fuerte, los productos que se fabrican en el país tienen un costo más alto y hace que sea más complejo exportarlos ya que se encarecen”, detalló Cuevas Dobarganes.
“Muchas empresas asociadas que de dedican a la producción de partes para autos, refacciones y diversos componentes, nos reportaron cancelaciones en sus ventes por este motivo”, agregó.
Por otro lado, los productos importados de países tales como China, Corea, Indonesia o Malasia, por ejemplo, “a raíz de la fortaleza del peso también tiene un efecto en sus precios y ello hace que sean más baratos, eso provoca que se incrementen las importaciones, lo que no es un buen escenario para la industria local del calzado, telas y confección principalmente”, remarcó.
Sin embargo, el líder de la Unión Industrial confió que en términos generales será un buen segundo semestre en materia económica.
“Sin duda vivimos un escenario internacional muy complejo y cambiante, la paridad del peso contra el dólar, el riesgo de que se extienda el conflicto bélico en Europa oriental, el aumento de la inflación, el aumento en las tasas de interés, el aumento y la poca disponibilidad de granos como lo son el maíz, trigo, girasol y cebada y por último, el riesgo de aparición de nuevas variantes del virus del Covid, son una mezcla explosiva que puede complicar las cosas para la industria y para el país en general”, expuso.
“Es momento de tomar acciones que permitan blindarnos ante cambios en el medio ambiente externo; el promover el consumo de los productos nacionales, la producción en el campo, procurar la seguridad y combatir la impunidad, además de algunas políticas públicas que mantengan la disciplina fiscal, son algunas de esas acciones que podemos y debemos tomar para minimizar los riesgos”, concluyó Cuevas Dobarganes.