***Existen mínimos controles sobre los procesos de contaminación del suelo: Camilo Murillo Zavala (Morena)
***Necesario reducir la cantidad de basura que producimos y establecer programas de separación para evitar que los residuos sean enterrados, afirma el legislador
Valle de México, a 12 de septiembre de 2022.-Los rellenos sanitarios, como única opción oficial prevista para el confinamiento final de 18 mil toneladas de basura que se generan diariamente en el Estado de México, además de insuficientes para la disposición final de los desechos domésticos, han provocado la proliferación de tiraderos a cielo abierto que ponen en riesgo la salud de habitantes mexiquenses y contaminación de acuíferos, advirtió el diputado Camilo Murillo Zavala.
El problema más serio en materia de manejo de residuos es la disposición final. La práctica común en todos los municipios y la del gobierno estatal es enterrar la basura en sitios que no son aptos por el riesgo de contaminación de fuentes de agua y por el impacto en la salud que pueden tener sobre los residentes que habitan zonas vecinas y predios cercanos.
El legislador de Morena señaló que los rellenos sanitarios tienen mínimos controles sobre los procesos de contaminación del suelo y en la mayoría de los casos no se realiza apropiadamente la captura y almacenamiento de los lixiviados que regularmente escapan del predio. Estos lixiviados producto de la descomposición de los desperdicios son escurrimientos líquidos que contienen microorganismos patógenos y otros tipos de residuos peligrosos como plomo, cromo hexevalente, cadmio, níquel y arsénicos; metales pesados que pueden contaminar las aguas subterráneas.
Además, por la descomposición de los residuos orgánicos en el sitio produce gas metano el cual se escapa libremente a la atmósfera o es liberado intencionalmente por tubos de ventilación con el fin de evitar explosiones y cuando es liberado masivamente éste gas, contribuye significativamente a la contaminación atmosférica en las ciudades metropolitanas del Valle de México, donde se concentra una mayoría del total de la población estatal, alertó.
Consideró que hasta el relleno sanitario de más alta seguridad no es una solución sustentable para el problema de la basura, pues el manejo integral de los residuos obliga a considerar como puntos fuertes la minimización, así como la separación para el reciclaje. Es decir, a pesar de que actualmente se requiere construir y operar sitios de disposición final más seguros, la solución a largo plazo no es construirlos más grandes y con mayor seguridad, sino reducir la cantidad de basura que producimos y establecer programas de separación para evitar que los residuos sean enterrados, propuso.
Murillo Zavala, puso como ejemplo que en los municipios de Coacalco y Tultitlán se cerró hace años una montaña enorme de desperdicios domésticos y hasta de los denominados peligrosos, en suelo de la Sierra de Guadalupe, considera zona de reserva, lo que provocó un severo daño ambiental en la zona, difícil de revertir, pues “las principales fuentes contaminantes de un relleno sanitario son los líquidos lixiviados, que pueden contaminar los acuíferos, el biogás, producto de la descomposición anaerobia de los residuos, barros compostados y los residuos livianos que pueden volarse por acción del viento, advirtió.
Declaró que autoridades ambientales han relajado y minimizado acciones para el control estricto de estos vertederos y los tiraderos a cielo abierto que proliferan en el Estado de México, además de una nula inversión en instalaciones con tecnología de punta adecuadas para el tratamiento final de los desperdicios domésticos, lo que provoca el surgimiento de nuevos tiraderos a cielo abierto en el territorio mexiquense.
Subrayó que es necesario estudiar otro tipo de tecnología que genere confianza y tranquilidad a la ciudadanía, para sanear los tiraderos y otras acciones, así como tejer acuerdos entre organizaciones, comunidades y autoridades gubernamentales ante la criminal destrucción de los recursos naturales y la afectación al ambiente. Porque parece que el gobierno no sabe qué hacer con la basura.
Por último, precisó que la finalidad es construir una política ambiental para frenar los daños ambientales en la entidad y se deben de considerar las aportaciones de los especialistas en calidad del aire, biodiversidad, cambio climático, agua, energía y residuos sólidos, para llegar al fondo de una problemática estructural que se vive en el estado de México.