***Los envíos de trabajadores migrantes en Estados Unidos impulsaron la venta de bienes de consumo duradero y de materiales para la construcción: Banco de México
Valle de México, a 10 de octubre del 2022.- La recuperación de las economías regionales mostrada hasta el según semestre no está exenta de riesgos que pudieran afectar su avance, y entre ellos se ubican, además de la demanda externa, principalmente la de Estados Unidos, un menor dinamismo en las remesas de trabajadores migrantes que, entre otras cosas, ha permitido el consumo de las familias.
Ese es un de los retos que enfrentará en el segundo tramo del año la economía nacional, de acuerdo con el Reporte Sobre las Economías Regionales correspondiente al trimestre abril-junio que, con información disponible hasta el 13 de septiembre pasado, difundió el Banco de México.
Los flujos de divisas de dólares por parte de trabajadores migrantes, principalmente radicados en Estados unidos, reportaron en agosto 5 mil 122 millones de dólares, sumando su cuarto mes en forma consecutiva por encima de los 5 mil millones de dólares.
Sin embargo y aunque en forma anual registraron un incremento de 7.9 por ciento, a tasa mensual disminuyeron pues en julio sumaron 5 mil 297 millones de dólares, es decir, 157 millones menos que en julio (menos 2.97 por ciento).
En su nota sobre Migración y Remesas de octubre, Juan José Li Ng, de la firma BBVA (Observatorio de Migración México), observó que “en el pasado mes de agosto ingresaron a México 5,122 millones de dólares por concepto de remesas, de acuerdo con datos del Banco de México. Esto representa un aumento de 7.8% en comparación al mismo mes del año anterior, siendo el menor incremento observado en los últimos 17 meses (desde abril de 2021), los cuales promediaron tasas de crecimiento de 24.0%”.
Destacó que “esta ralentización en el aumento en el flujo de remesas se explica por el importante incremento en la llegada de estos recursos entre agosto y diciembre de 2021, lo cual generó un efecto base de comparación que ocasiona que la medición del aumento de las remesas en agosto de 2022 y para los meses que están por venir sea menor”.
La nota destacó que “en su 4to. informe de gobierno, el presidente de la república indicó que el incremento en las remesas en los últimos años es uno de los tres factores que han contribuido a mejorar la condición económica de la población más pobre en el país, en conjunto con la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y los programas sociales”.
Refirió que en en los primeros 8 meses del año, “las remesas a México acumularon un flujo de 37,934 millones de dólares, lo que representó un incremento de 15.2% en comparación al mismo periodo del año anterior.”
“Sin embargo, en lo que va de 2022, las remesas a México presentan en términos relativos un menor desempeño en comparación a otros países de la región de América Latina y el Caribe como Guatemala (+20.8%), Honduras (+20.6%), Nicaragua (+38.4%) y Brasil (+25.4%)”.
“Mantenemos nuestra estimación de que las remesas a México cerrarán 2022 con un flujo de 58,500 millones de US dólares, y con un crecimiento de 13.4% a tasa anual. De esta forma, el incremento de las remesas a México para 2022 estará muy cerca del promedio esperado para la región de América Latina y el Caribe”, remarcó la nota.
Retos para la economía
Mientras, en las encuestas levantadas por el Banco de México para el mencionado reporte regional trimestral, los representantes de las empresas consultadas expresaron que podrían darse un crecimiento moderado en los estados más vinculados con la economía de Estados Unidos (exportaciones).
También, “un desempeño menos favorable del mercado laboral en Estados Unidos podría disminuir el dinamismo que ha venido exhibiendo el flujo de remesas hacia México, afectando con ello el consumo de los hogares receptores, principalmente en algunas entidades de las regiones centrales y el sur”.
Según el reporte, las remesas familiares fueron consideradas entre los factores que impulsaron “el crecimiento del empleo formal y los niveles elevados de los ingresos por remesas que, al fortalecer el ingreso de los hogares, fomentaron la venta de bienes de consumo duradero y de materiales para la construcción”.
Esto sucedió de manera pronunciada en la región centro, que incluye a dos de las principales economías del país, como son la Ciudad de México y el Estado de México.
Por ello, si bien la desaceleración de las remesas constituye un riesgo para la economía, en el reporte de las perspectivas sobre las economías regionales de Banxico, los empresarios consultados “destacaron la expectativa de que los flujos de remesas continúen al alza, lo que ejercería un efecto positivo sobre el consumo de productos básicos y de limpieza por parte de los hogares”.