Empresas y Comercio, Opinión

Difícil la tarea de Alejandro Encinas Nájera/Arnulfo R. Gómez

Evolución per cápita

Por Arnulfo R. Gómez (Catedrático Comercio Exterior)

Ellos se ríen de mi porque son diferente

Yo me río de ellos porque todos son igualitos

Anónimo

Difícil será la tarea del nuevo Subsecretario de Comercio Exterior, Alejandro Encinas Najera, que enfrenta la situación creada por una “política de comercio exterior” vigente durante 28 años, basada en la firma de TLC’s y una apertura comercial fundamentada en una desgravación unilateral que ha creado lo que esos  funcionarios ahora llaman piso disparejo, sin pensar que fue generado por ellos mismos y que, a la vez, crearon una competencia  desleal para la planta productiva nacional.

Entre los pendientes que le heredaron al Lic. Encinas, encontramos la firma de más TLC’s, incluyendo el de Corea, con el que nada podremos ganar por la nula competitividad de México frente a ese país pues, de las 19 variables que la miden, sólo tenemos ventaja en 2 y desventaja en 17.

Como consecuencia de esta enorme disparidad, la evolución del intercambio bilateral arroja un creciente déficit, mismo que pasó de -810 a -12,343 millones US, en el periodo 1993/2021, y un acumulado total de -221,911 millones US.

Otro de los TLC´s que le dejaron como pendiente fue con Brasil que, debido a la evolución que ha registrado el intercambio bilateral, en los 30 años más recientes, nos dice que hay pocas posibilidades hay de que salgamos bien librados pues, en esos 6 lustros, hemos acumulado un déficit creciente, por un total de -42,922 millones US.

Otro pendiente es la política de fomento industrial, en donde mucho habrá tendrá que trabajar para definir los instrumentos adecuados pues, sobre el documento que presentó la Secretaría de Economía, como un elemento para desarrollar la industria mexicana con el título Rumbo a una Política Industrial, hay numerosas dudas y, al respecto, varios economistas han vertido comentarios sobre su reducida idoneidad, inclusive, el Dr.  José Luis Calva, del Instituto de Investigaciones Económicas, muy claridoso señala que … es un conjunto de buenos deseos …  el documento de la SE “desea que haya una innovación digital y tendencias tecnológicas científicas, formación de capital humano, promoción de contenido regional, encadenamientos de mypimes e industria sostenible y sustentable.

Por lo que se refiere a la competitividad, por sólo citar al elemento que resulta básico para el desarrollo industrial y las exportaciones, mucho más tendrá que aplicarse pues, la posición competitiva de México es realmente débil en general, especialmente en comparación con sus principales socios comerciales.

Desgraciadamente, este punto resulta álgido pues, su bajo nivel ha generado enormes problemas para la economía mexicana, creando una serie de retrocesos que se manifiestan en la pésima evolución de sus principales variables económicas, según podemos ver en el cuadro que incluyo a continuación.

Comentarios.

Desde 1994, en que entró en vigor el TLCAN, no ha habido una estrategia lógica y eficaz para instrumentarlo y desarrollar el comercio exterior de México con sus socios y vecinos, en su lugar, mucho se ha insistido en la firma de más TLC’s, en lograr el piso parejo y en buscar el valor de “contenido regional” con otros socios, muchos de ellos fuera de la región.

En el caso de Brasil, a un embajador recién designado para realizar sus funciones en México, se le preguntó si tenía como misión negociar un TLC con nuestro país y su respuesta fue: ¿Para qué, si los mexicanos se abren solitos?

Dadas las ventajas que ofrecía el TLCAN, el objetivo práctico y más rentable hubiera sido definir una estrategia en relación con Canadá y EEUU pues, son países más cercanos, con los que tenemos ventajas comparativas y con los que somos complementarios en numerosos aspectos, por lo que hubiéramos logrado un integración comercial y productiva mucho más fácil y más rentable, desarrollando ventajas competitivas que permitieran fortalecer la planta productiva nacional, así como diversificar la estructura de su producción y de la exportación.

En su lugar, se decidió buscar una “mayor diversificación” geográfica de la exportación, situación que se tradujo en debilitamiento de nuestras reducidas fortalezas y la atomización de los esfuerzos con resultados negativos.

El ejemplo más claro y aberrante fue la negociación de la firma del TPP-11, Acuerdo con el que tampoco, nada podíamos ganar debido a la nula competitividad de México frente a los 6 nuevos socios de Asia y Oceanía pues, de las 140 variables que miden la competitividad con esos países, México sólo tiene ventaja en 18 y total desventaja en 122.

Como consecuencia, el ejemplo más reciente de un fracaso lo tenemos en nuestra relación con ese bloque -tratado que insistió en negociar a pesar de las enormes desventajas en competitividad que presentaba nuestro marco sistémico- y hacia donde, en los 3 años y 8 meses de vigencia, incrementamos nuestra exportación en 211 millones US, en tanto que las importaciones lo hicimos en 8,352 millones US, generando un déficit de -16,189 millones US en los primeros 8 meses de 2022 y un déficit acumulado enero – agosto 2019/2022 de 51,854 millones US.

El déficit de México, para los 44 primeros meses de vigencia del TPP-11 fue de -72,619 millones US.

Importante es señalar que para el año 2021, el déficit con el TPP-11 fue de -12,919 millones US, equivalente al 203% del déficit total de México, y que, para los primeros 8 meses de 2022, correspondió al 66%.

En relación con el diferendo en materia de energía con EEUU y Canadá, numerosos expertos coinciden que nada se podrá hacer pues, desgraciadamente, la razón no asiste a Mexico, por lo que, si se llegara a un panel de solución de controversias, las consecuencias para México serían catastróficas en diversos frentes, empezando por la aplicación de aranceles a nuestros productos de exportación y menor confianza en nuestro país como destino seguro para la inversión extranjera.

En el periodo 1994/2021, la participación de México en la captación de flujos de IED cayó de 4.16% a sólo 1.98%. Con los cambios de “señales” registrados en la actual administración, seguro que esa proporción se reducirá aún más.

Apuntes finales

La política de comercio exterior mexicana y su estrategia durante 28 años, pero, especialmente en los 10 años más recientes, han generado enormes retrocesos en la economía mexicana. En 1981 y 2001, México fue la 8ª economía mundial, con una participación en el PIB Mundial Total de 2.59% y 2.25%, respectivamente.

En la reunión de abril de 2022, las previsiones del FMI señalan que, para el final de este año, México se ubicará en el 16º lugar como potencia económica, con una participación de sólo 1.28% en la generación de riqueza mundial, sin duda, un enorme retroceso que se manifiesta más crudamente en el hecho de que hemos sido superados por 8 países, siendo China el más emblemático por su desarrollo pues, si en 1981 era la 9ª economía mundial, un peldaño debajo de México que era la 8ª, para el año 2022, China es el 2ª potencia económica mundial, 14 escalones por arriba de nuestro país.

Estas cifras deben alertar a Alejandro Encinas pues, el pobre desempeño del comercio exterior mexicano, que ha sido utilizado como palanca del desarrollo, no ha tenido los resultados apetecidos, sobre todo, por el decreciente valor agregado nacional que se incluye en los bienes que se producen en el país para el mercado doméstico y para la exportación.