¿Y por qué no?, Opinión

¿Y por qué no?La tasa de interés de referencia de Banco de México llega al nivel histórico de 10.5 por ciento/Vidal Ibarra Puig

Bonos extranjeros

Por Vidal Ibarra Puig[1]

El pasado miércoles, la Fed, el banco central de los Estados Unidos, aumentó su tasa 0.5 por ciento. De esta manera, dicha tasa se ubica en un rango de 4.25% a 4.50%, su nivel más alto desde finales de 2007, es decir previo al estallido de la crisis de las hipotecas subprime.

Esta crisis de las hipotecas subprime se dio, como usted recordará, debido a que las tasas de interés en 2001-2002 llegaron a niveles del uno por ciento, con lo que el crédito era extremadamente barato, además de que se relajaron las condiciones para acceder a los créditos, especialmente los hipotecarios, de tal manera que gente que antes no podía tener un crédito, ahora lo tenía.

El problema fue que las tasas comenzaron a subir y los créditos se habían vendido en paquetes alrededor del mundo, en un proceso de titularización que no fue controlado por ninguna autoridad, y las agencias calificadoras no evaluaron adecuadamente el riesgo de esos paquetes globalizados. Innovaciones financieras, les llamaron (en mi pueblo le llaman de otra manera). Así, al aumentar las tasas de interés, se dieron los problemas de impago de los deudores y de ahí la crisis.

En 2020, la crisis del Covid 19 nos trajo una recesión internacional y, cuando parecía que íbamos saliendo, en 2021 comenzó a desatarse la inflación. Este aumento de los precios, es de notar, se dio desde antes de la guerra de Ucrania, evento que solo aumentó y profundizó este incremento de precios.

En México, la inflación comenzó a aumentar desde el tercer trimestre de 2021, y el estallido de la mencionada guerra a finales de marzo de 2022, agudizó este proceso.

Los bancos centrales de los países desarrollados respondieron de una manera ortodoxa ante el aumento de la inflación, retirando circulante de la economía a través de un aumento de la tasa de interés, pues suponen que la inflación siempre será un fenómeno monetario (enfoque monetarista de la balanza de pagos), cuando en realidad la inflación puede tener diversas causas, las cuales hemos explicado en anteriores colaboraciones.

En el caso de México, nuestro país debió aumentar sus tasas de interés (el día de ayer lo hizo en 0.5 puntos, para quedar en 10.5) por diversas causas: una es el temor de que los capitales se salgan, buscando una mayor rentabilidad en EEUU; y otra es porque dados los niveles de inflación en México, los rendimientos comenzaban a ser negativos. Una tercera causa es que el Banxico también cree muchas veces que la inflación es un fenómeno monetario, cuando ya hemos explicado en estas colaboraciones que, en el caso particular de México, esto no es así. La siguiente gráfica ilustra la tenencia de bonos gubernamentales en poder de no residentes, donde se aprecia la tendencia a la baja a partir del 8 de febrero de 2019, cuando llegó a un máximo de 2,273.9 miles de millones de pesos. Es decir, los extranjeros han desinvertido su dinero en México.

Al 5 de diciembre de 2022, esta tenencia es de 1,592 miles de millones de pesos, o sea que pese a haber incrementado las tasas de interés aquí en México, han salido del país 682 miles de millones de pesos desde el 8 de febrero de 2019.

Las razones son varias: los rendimientos negativos, como ya comentamos, pero también las erráticas decisiones de política económica del actual gobierno, la inseguridad y la falta de vigencia del estado de derecho, entre otros factores, ahuyentan a los inversionistas.

El riesgo de continuar con estas alzas de interés es que la economía caiga en recesión, pues se incrementa el costo del crédito, por lo que los deudores deberán pagar más intereses y dejarán de consumir bienes. Y como sabemos, el gobierno no hará nada para apoyar a las empresas si caemos en otra crisis.

Cuide su salud, cuide su dinero. Use cubrebocas, por favor, pues ya habíamos comentado del incremento de casos de Covid-19, situación que finalmente ya reconoció el gobierno.


[1] Profesor en el Departamento de Economía, UAM Azcapotzalco