***Con Información y fotos de La Jornada y Víctor Zendejas Orozco, ex reportero de La Jornada y columnista de Monitor Financiero
Valle de México, a 17 de marzo del 2023.- A los 94 años de edad, falleció esta noche el periodista director fundador de La Jornada, Carlos Payán, Velver.
Fue un férreo defensor de los derechos humanos y de las luchas sociales, además de un gran proveedor de proyectos culturales. Fue Senador de la República.
Su formación humanista, solidaria, de compromiso con las causas de los trabajadores, de los campesinos, de los indígenas, surgió desde muy joven, cuando ingresó al Partido Comunista en 1958, con apenas 29 años de edad.
Colaboró de manera determinante en El Machete, entonces órgano de información del PCM, dirigió también el Centro de Estudios para el Movimiento Obrero-Socialista (CEMOS); colaboró también en el periódico Uno más Uno y fundó en 1984, La Jornada.
Posteriormente, incursionó en la producción cinematográfica y televisiva, a través de la empresa Argos.
Durante su larga y fructífera carrera periodista, recibió diversos reconocimientos. Entre ellos, la medalla Belisario Domínguez, que otorga el Senado de la República, y que le fue entregada en una ceremonia encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Nuestro tiempo no se puede comprender sin el espíritu crítico de Carlos Payán Velver. Es por ello, que se le otorga esta medalla por su valor en grado eminente, comprometido con la sociedad y con su tiempo”, resaltó desde el pleno del Senado la senadora Zazil de Leуn.
El año pasado, cuando recibió un homenaje en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), por haber participado, hace 50 años, en la creación de ese organismo, Payán Velver comentó sentirse “como un sobreviviente”.
En esa ceremonia, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, recordó que alguna vez escuchó comentar a don Carlos: “La Jornada es quizá uno de los proyectos culturales más importantes del México moderno. Sin él, no se podría hablar de la libertad de expresión y de las luchas sociales”.
Un ser humano sencillo, un gran profesional: Víctor Zendejas
Don Carlos Payán fue un ejemplo de democracia. Durante sus días como director del diario La Jornada se distinguió entre los trabajadores y jefes de departamento por ser siempre atento, sin prisas, para escuchar al que quisiera plantearle cualquier asunto.
Estuvo tan dispuesto siempre a escuchar a los trabajadores que en la redacción de Balderas acudió a una asamblea del Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor), por acuerdo de la misma, para escuchar quejas y demandas.
Fue con el liderazgo sindical de Salvador Guerrero Chiprés y Juan Antonio Zúñiga y la dirección de Carlos Payán Velver cuando se acabó con el centralismo que había de todos los departamentos en manos del jefe de información general. Entonces se crearon las islas o las jefaturas independientes de cada área que ya no dependían de las órdenes del jefe de información sino directamente de la dirección y subdirección de La Jornada.
Don Carlos Payán gustaba de los convivios y asistir a las fiestas de los sindicalizados. Y no sólo eso. Le gustaban los aniversarios de la fundación del diario (19 de septiembre) que se llevaban a cabo el 15 de septiembre, por no haber edición el 16, con una gran cena de gala, orquesta para bailar toda la noche y el efusivo grito de Independencia en voz de él mismo.
En sus días de director, previo a las elecciones presidenciales de 1994 visitó la dirección del diario en distintas ocasiones el candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio. Carlos Payán recorría la redacción acompañado de Colosio, quien también saludaba de mano a todo el personal. No le gustaba a Carlos Payán encerrarse todo el tiempo con alguna personalidad importante sino que era dado a que conocieran a su personal y supieran del esfuerzo de cada auxiliar, redactor y reportero para sacar adelante la publicación diaria.
Otro detalle que siempre recordaremos quienes tuvimos e honor de trabajar con él y conocerlo como un ser humano de carne y hueso, aparte de gran jefe del proyecto periodístico, es el que le gustaba felicitar siempre al hacedor de un buen reportaje o nota. Era dado a estimular a su gente con un gesto profesional pero caracterizado por lo humano, con esa sencillez parsimoniosa que lo caracterizó.
En alguna ocasión me recibió en la dirección y platicamos sobre temas naturistas. Le entregué una investigación bibliográfica que durante varios llevé cabo sobre las virtudes y ventajas de la vitamina E para curar muchos males y alargar la vida en base a las investigaciones científicas del doctor canadiense Wilfrid Shute. Le interesó mucho y me dijo que la iba a tomar muy en cuenta.
Antes de trabajar con el equipo de Carlos Payán en la redacción de Balderas, tuve la oportunidad de ser parte del personal del diario Unomásuno, donde él fue subdirector. Después encabezó la renuncia de altos directivos, entre ellos Carmen Lira, Humberto Musacchio, Héctor Aguilar Camín y Miguel Angel Granados Chapa (también mi jefe y maestro). Ya fuera de Unomásuno me recibió en su casa, después de solicitarle una cita, y fue allí donde me recomendó incorporarme al equipo que lanzaría La Jornada.