Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
Una cartulina con la leyenda “nos están asaltando, urge seguridad en la Sierra de Guadalupe, zona Coacalco y Tultitlán” fue expuesta ante el senador Higinio Martínez en un acto político encabezado por él mismo en el salón La Carreta, en el centro de Ecatepec.
En dicho evento, en el que Higinio Martínez se pronunció porque Ecatepec no se divida para formar un nuevo municipio, el de Ciudad Azteca, dos mujeres alzaron sendas cartulinas para denunciar los asaltos que en opinión de varias agrupaciones ambientalistas, según dijeron, se han vuelto pan de cada día en dicha reserva ecológica.
Allí, el diputado local Faustino de la Cruz refirió: “por eso amigo senador, necesitamos un gobernador que conozca, que tenga la sensibilidad, que tenga el compromiso, que sepa conciliar porque el estado de México y Ecatepec requieren de eso. Necesitamos recuperar la Sierra de Guadalupe, porque (además) es … el espacio natural de recarga de los mantos acuíferos. La parte baja sufre la escasez de agua como también la Sierra”.
Las dos mujeres que irrumpieron en el evento de Higinio Martínez aseguraron que parte de su discurso se centró en la falta de seguridad que viven los visitantes en Sierra de Guadalupe, después de que ellas se pusieron de frente ante el senador para que leyera las demandas inscritas en las cartulinas.
Ellas aseguraron que Higinio Martínez habló de la incapacidad del gobierno del Estado de México para solucionar el problema de los asaltos cotidianos en la Sierra de Guadalupe y que acordaron con el secretario particular del senador concertar una reunión para ventilar más ampliamente el asunto.
Posteriormente, grupos ambientalistas que están ventilando el tema de seguridad en la Sierra de Guadalupe expusieron que comandantes de la policía montada de Ecatepec, cuerpo con el que no cuenta Coacalco, están solicitando que se les autorice el acceso para hacer rondines en la parte alta de la montaña.
La Sierra de Guadalupe está rodeada por los municipios de Ecatepec, Coacalco, Tultitlan y Tlalnepantla, en el Estado de México, y por la delegación Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México. Según autoridades tiene la presión de más de tres millones de habitantes.
Esa área natural registra un aforo de visitantes diariamente de 4 mil personas entre caminantes, corredores, ciclistas y otros, cifra que aumenta los fines de semana o en temporada vacacional, lo que la ha hecho atractiva, de unos años a la fecha, a la delincuencia que busca las pertenencias de valor de los visitantes, principalmente celulares y carteras.
Recientemente se instalaron en el sitio dos casetas con elementos de la policía estatal especializados en montaña. Sin embargo, no ejercen su función allí de tiempo completo ya que por indicaciones de sus altos mandos tienen que bajar a la parte urbana a hacer detenciones arbitrarias para entregar una cuota de aprehendidos, cifra que a sus jefes les garantiza que están trabajando.
Esto es, al estilo del Negro Durazo, cifras y más cifras que denoten que sí hay delincuencia aunque no la haya, se quejan los ambientalistas, quienes aseguran que como el índice es menor o a veces nulo por la vigilancia de los estatales para los altos mandos no es atractivo tener allí una policía más numerosa que garantice cero índice de criminalidad.