Por Javier Ortiz de Montellano
Diablo: Saludos, Simplicio. ¿Qué haces?
Simplicio: Aquí pensando en lo excepcional que es ser mexicano…
Diablo: Vaya, ¿qué no eres mexicano por accidente?
Simplicio: No según el ensayo de César Cansino sobre “El excepcionalismo mexicano”, ¿lo has leído?
Diablo: No, Yo puro Twitter, ¿quién es ese Cansino?
Simplicio: Pues nada menos que el autor de “El excepcionalismo mexicano: Entre el estoicismo y la esperanza (Criterios), obra que fue distinguida por unanimidad con el Premio de Ensayo sobre el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana 2010, convocado por el Senado de la República. El jurado estuvo integrado por Clementina Díaz y de Ovando, Héctor Fix Zamudio, Enrique González Pedrero, Miguel León Portilla, Álvaro Matute, Elisa García Barragán y Patricia Galeana. Sin embargo, en un acto de censura injustificable, el presidente de la Comisión Especial de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana del Senado de la República, resolvió no publicarlo según lo establecido en la Convocatoria, por considerarlo “políticamente incorrecto”.”
Diablo: Muy buen jurado. Y si no lo publicaron, ¿cómo es que lo estás leyendo?
Simplicio: Pues gracias a que la valiente Editorial Océano lo publicó en 2013.
Diablo: ¿Qué te ha llamado la atención?
Simplicio: Bueno, me ha parecido curioso cómo Cansino argumenta que México tiene una mentalidad única que lo hace resistir y sobrevivir a pesar de los desafíos económicos, políticos y sociales.
Diablo: Sí, eso es cierto. Los mexicanos tienen una gran capacidad de adaptación y resiliencia, como dicen ahora. Antes se le llamaba masoquismo…
Simplicio: ¡Cállate, Diablo malhora, no sabes sino criticar y ser negativo!
Diablo: Bueno, platícame, ¿de qué más trata?
Simplicio: Trata sobre la creencia que muchos mexicanos tenemos de que nuestro país es excepcional y diferente al resto del mundo. Cansino argumenta que esta creencia ha llevado a la complacencia y la falta de innovación en muchos aspectos de la sociedad mexicana.
Diablo: Y tú,¿qué opinas sobre el tal excepcionalismo mexicano?
Simplicio: Yo creo que, en efecto, como México no hay dos y somos excepcionales.
Diablo: Ay, Simplón, todos los pueblos se creen excepcionales, ya ves, a los “elegidos” judíos como les fue, a los derrotados alemanes dizque “superiores”, los desvanecidos soviéticos o los Estados Unidos con su creencia en el “Excepcionalismo Americano”…en declive.
Simplicio: Y nosotros en decadencia junto con ellos, pues nos tienen agarrados de la mano…
Diablo: Será agarrados de los hue/
Simplicio: ¡Calla, majadero Demonio!
Diablo: De los hue..sos, Simplicio, de los huesos de la mano de obra mexicana que emplean.
Simplicio: Eso, sí, benditas remesas que llenan de comida las mesas de tantos mexicanos. Pero ¿no hay algo que hace que México sea único?
Diablo: Claro que sí, cada país tiene su propia cultura, historia y características únicas. Pero eso no significa que sea excepcional. México tiene en común con todos los pueblos características como la corrupción, la violencia y la desigualdad.
Simplicio: Gracias a ti, maldito demonio.
Diablo: ¿Y Yo Por Qué?
Simplicio: No te hagas, ya lo dijo el Papa, que tú le tienes bronca a México…
Diablo: Bueno, desde antes que llegara Yo con los frailes evangelistas en la Conquista, lo que hoy es México ya tenía una cultura muy rica y diversa, con una historia que se remonta a la época prehispánica.
Simplicio: Eso es cierto. Sin embargo, también hay una idea de que México ha sido “condenado” por su excepcionalismo, lo que ha llevado a muchos de los problemas que enfrenta actualmente.
Diablo: ¿A qué te refieres con “condenado”?
Simplicio: Según Cansino, a que México ha estado atrapado en un ciclo de excepcionalismo y fracaso debido a su historia y cultura. Eso ha llevado a problemas como la falta de desarrollo económico y la pobreza.
Diablo: Eso suena bastante pesimista. ¿Crees que hay alguna forma de romper ese ciclo?
Simplicio: Bueno, eso es lo que el autor sugiere. Él argumenta que México necesita un cambio profundo en su cultura y en la forma en que se aborda la política y la economía. También sugiere que México necesita dejar de compararse con otros países y centrarse en sus propias fortalezas y debilidades.
Diablo: Eso parece una tarea difícil, ¿no crees?
Simplicio: Desde luego que sí. Pero es una tarea que debe abordarse si México quiere realmente superar los problemas que enfrenta. Es una cuestión de cambiar la mentalidad y la cultura del país, y eso requiere un esfuerzo colectivo.
Diablo: No me vayas a endilgar la propaganda sexenal.
En realidad, ¿crees que es posible lograr un cambio significativo?
Simplicio: Creo que es posible, pero va a ser un proceso largo y difícil. No basta con que uno u otro, como Yo, seamos excepcionales por excepción. Pero si todos en México pueden esmerarse en cooperar para abordar los problemas de manera efectiva, puede convertirse en un país verdaderamente excepcional en el buen sentido de la palabra.
Diablo: Es mas fácil decirlo que hacerlo….
Simplicio: Definitivamente. Por eso es importante que los mexicanos nos demos cuenta de que tenemos el poder de cambiar las cosas. No podemos depender de otros para hacerlo por nosotros.
Diablo: De acuerdo, mi Simply…seguiremos platicando.
(este Simplísimo Simplicio no se da cuenta de que lo único excepcional que tiene es que es un excepcionalísimo pen…sador, jajajajajajajajaja)