Por Javier Ortiz de Montellano
Diablo: ¡Hola, Vilém Flusser! Veo que tienes ahí un viejo libro entre manos. ¿Qué estás leyendo?
Flusser: ¡Ah, hola Diablo! Sí, estoy recordando mi primer libro, “Lenguaje y Realidad”, publicado en 1963. Es una obra filosófica sobre la naturaleza de la realidad y la tecnología.
Diablo: ¡Vaya, vaya, un libro filosófico! Eso suena bastante aburrido, ¿no crees? Yo, en cambio, prefiero cosas más emocionantes, como “Las diabólicas travesuras de la política mexicana”.
Flusser: Bueno, cada uno tiene sus gustos, Diablo. ¿Te refieres a la incógnita X? ¿En cuál de sus dos máximas versiones actuales, Xóchitl o Claudio X?
Diablo: Yo creo que es una sola versión, detrás de la cual está el Innombrable S/
Flusser: ¿Salinas? ¿Cuál de los dos, el político o el empresario?
Diablo: Da lo mismo, pero ¡Calla, No Digas Más Nombres! Mejor sígueme platicando de tu libro.
Flusser: Pues perdona mi (falta de) modestia y permíteme decirte que mi libro es realmente esclarecedor y visionario. Desde hace 60 años adelanté temas trascendentales sobre la vida y la existencia como se están dando ahora en 2023.
Diablo: Sí, sí, temas trascendentales, ¿eh? ¿Alguna vez has pensado en añadir algunos chistes demoníacos a tu libro? Podría ayudar a aligerar un poco el ambiente tan pesado y polarizado, sobre todo con los pleitos entre precandidatos a corcholatas y sus aburridoras precampañas electorales actuales en México con sus guerras espectaculares contra Los Tapones de la Oposición…
Flusser: No estoy seguro de que los chistes demoníacos sean el enfoque adecuado para este libro. Además, ya escribí en 1965 una “Historia del Diablo”, obviamente sobre ti…una recopilación exhaustiva de tu leyenda y papel en la mitología.
Diablo: ¿Mitología? Si hasta el Papa admite mi real existencia…y me sigue acusando de que le traigo mucha bronca al mundo, en especial a México.
Flusser: Sí, dice que no lo perdonas por ser tan devoto Guadalupano.
Diablo: ¡Puras patrañas! Si los mexicanos ya adoran al santo patrón de los narcos…
Flusser: ¿AMLO, el de abrazos con los narcos?
Diablo: No, mi querido Vil Vilém, hablo del bandido de Sinaloa.
Flusser: Ah, El Chapo.
Diablo: Tampoco…
Flusser: El santo Chapito…
Diablo: No, me refiero a un viejo forajido convertido en una leyenda, un ícono religioso y protector de los inocentes y pobres, MALVERDE. Hasta tiene una serie de televisión con más de 80 capítulos.
Flusser: Pues a ver si nos pagas la membresía agregada de tu Netflix para nuestro Pabellón aquí en el infierno, porque nos tienes muy olvidados.
Diablo: Buena idea, Vilém, no hay tormento mejor que la televisión para agregarle al Pabellón Especial para Comunicadores y similares adoradores de la información en que te encuentras desde que falleciste prematuramente en un accidente automovilístico en 1991.
Flusser: Pero, alcancé a escribir tu historia, publicada en 1965, “Historia del Diablo”.
Diablo: ¿Historia del Diablo, dices? ¡No me digas que desde entonces te dedicabas a escribir libros sobre mi humilde persona!
Flusser: En efecto, querido Diablo. He pasado años investigando tu influencia en distintas culturas y religiones, y créeme, ¡es fascinante!
Diablo: ¿Fascinante, dices? Muy bien, déjame adivinar, ¿me pintas como un ser malvado e inescrupuloso que sólo busca corromper almas?
Flusser: Bueno, es cierto que hay algunos capítulos sobre tus infernales travesuras, pero también analizo cómo te has convertido en un símbolo cultural poderoso, representando la lucha entre el bien y el mal.
Diablo: ¡Ah, claro! Siempre soy el malo de la película.
Flusser: Si leyeras mi libro te sorprendería que es todo lo contrario…que es más bien un libro sobre lo divino y lo diabólico en un sentido desplazado: divino es todo aquello que pulsa a la suspensión del Tiempo y de la Historia; diabólico es el “espíritu del Tiempo” que es a la vez condena y positividad para el ser humano. Ciencia, arte y filosofía caen así del lado de lo diabólico, no de lo divino. Y esto, claro, dicho positivamente
Diablo: Pero dime, Flusser, ¿has incluido algún capítulo sobre mis talentos culinarios? ¡Soy todo un experto en barbacoas humanas!
Flusser: Ni la burla perdonas. No, no estaba al tanto de tus habilidades gastronómicas.
Diablo: Claro, claro. No sólo sé cómo tentar a la humanidad, sino que también soy un as en la parrilla. Mis hamburguesas humanas a fuego lento son legendarias en el infierno y más famosas que las presumidas japonesas Wagyu entre fuego…que están de moda en el mundo.
Flusser: Eso es… inesperado. Quizás podría incluir un apéndice sobre tus deliciosas recetas.
Diablo: Además, siempre puedo ofrecer algunas clases de cocina en el Infierno, ¡un taller de recetas tentadoras que inviten a practicar la gula!
Flusser: El más sabroso de los pecados, sin duda. En fin, espero que mi libro sea así más conocido fuera de tu dominio infernal.
Diablo: No sé si considerarlo como un tormento, pero me imagino que por lo que dices puedo tratarlo también como propaganda a mi favor a nivel global.
Flusser: A propósito, no me explico por qué estoy aquí en el infierno y no está el canadiense Marshall McLuhan que se hizo famoso desde que en 1951 publicó su análisis de la publicidad en su libro La Novia Mecánica…
Diablo: ¡Pues porque tú eres judío, y además nacido Checo y se te ocurrió irte a vivir a Brasil…!
Flusser: ¡A mí no se me ocurrió ser hijo de judíos ni que a Hitler se le ocurriera perseguirnos y tuviera que ir a buscar refugio en Brasil para salvar la vida!
Diablo: Pero a quién se le ocurre escribir mi Historia en portugués brasileño. En cambio, McLuhan se me escapó porque era católico…conservador al estilo Chesterton (Autor de “Lo que está mal en el Mundo”) y sus escritos en inglés lo hicieron famoso porque además fue de los primeros en alabar la globalización, con su elogio a “La Aldea Global”.
Flusser: Pues a ver si puedes organizar con McLuhan un Coloquio, Debate, Congreso, Seminario o de perdida un Simposio o Jornada, que te lo comisionen del cielo al purgatorio…
Diablo: No se puede, ¡Ya desaparecieron el Purgatorio!
Flusser: Bueno, puedes invitar a otros como Fernando Buen Abad, semiólogo mexicano radicado en Argentina…
Diablo: ¿Vivo o muerto?
Flusser: Vivo como pocos, muy listo, izquierdoso, marxista seguidor de Groucho, autor de Filosofía del Humor y la Risa (2010).
Diablo: Entonces pronto caerá por acá, pero podemos adelantarle una invitación para que platique contigo o con Simplicio…
Flusser: A propósito, ¿dónde está Simplicio?
Diablo: Anda muy ocupado preparando su candidatura independiente para el 2024, porque dice que sólo Él puede salvar al mundo.
Flusser: Oh, no lo tomes como guía, por favor.
Diablo: No te preocupes. Mantendré mi malvado ingenio bajo control. Gracias por el libro, Flusser. Ha sido un encuentro… interesante. Tendremos que seguir con estas sabrosas pláticas contigo y otros “Comu…nicólogos”, del primero, segundo o tercer o cuarto mundo, blancos, negros, morenos o indígenas pobres o millonarios, de cualquier género, LGBTQ+, no importa que pequen de comunistas, postcomunistas, feministas o misóginos, revisionistas o neoliberales fifíes conservadores, de todo entra aquí al Averno, si aportas nuevos nombres para abundar en el tema y para preparar su futura entrada al Pabellón Especial para los susodichos que vengan a hacerte compañía con tus cálidas conversaciones. Será un placer…analizar lo que está mal en el Mundo…con tanto Comunicólogo, jajajajajajaja
Flusser: El placer ha sido todo mío, Diablo. ¡Hasta la próxima!