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Diálogos en el Averno/ Debate del filósofo de la comunicación Fernando Buen Abad con el comunicólogo McLuhan. El entrometido Diablo modera/Javier Ortiz de Montellano

Diálogos en el Averno

Por Javier Ortiz de Montellano

Diablo: ¡Hola, Fernando! ¿Listo para el Simposio de Comunicación con McLuhan ?

Fernando Buen Abad: Listísimo, aunque todavía siento raro conversar con muertos y demonios. Ojalá y estuviera aquí Simplicio con su Ángel de la Guarda para orientarme.

Diablo: Simplicio ilusamente sigue en campaña preelectoral y tú no necesitas a ningún Ángel de esa buena-para-nada Guardia Celestial. No creo que necesites más orientación que tus vastos conocimientos de semiótica revolucionaria que has demostrado en tus escritos y tu firme plataforma de guerrilla semiótica para vencer en la batalla de ideas contra los conservadores, por más brillantes que sean como McLuhan. Además, en esta guerra simbólica cuentas con mi apoyo.

Fernando Buen Abad: ¡Así será!  Juntos Venceremos…

Diablo: Exacto, querido Fernando. ¡Ahora prepárate para un debate inolvidable! ¿Quieres ser tan amable de dar la bienvenida a Mister McLuhan.

Fernando Buen Abad: ¡Saludos, Marshall McLuhan! Es un honor estar aquí contigo para discutir sobre nuestros conceptos de comunicación. Tengo que admitir que tu famosa frase “el medio es el mensaje” siempre ha sido intrigante.

Marshall McLuhan: ¡Hola, Fernando! El honor es mío. Siempre es emocionante debatir sobre la comunicación. ¿Sabes? Esa frase ha sido objeto de muchas interpretaciones. Algunas personas incluso me preguntaron si el mensaje venía por correo.

Fernando Buen Abad: ¡Ja, ja! Entiendo la confusión. Pero debemos aceptar que tu enfoque cambió el estudio de los medios y la comunicación. Aunque debo confesar que al principio, pensaba que dirías sobre el mensaje cuando se enviaba a través de una paloma mensajera.

Marshall McLuhan: ¡Una paloma mensajera, no había pensado en eso! Mi observación se refería a cómo los medios tecnológicos en los que se transmite el mensaje influyen en la forma en que lo percibimos. Es decir, la televisión, la radio o incluso las redes sociales por internet pueden cambiar completamente el significado del mensaje original.

Fernando Buen Abad: Me ha parecido increíble la manera en que nuestras ideas sobre comunicación han transcendido el tiempo y el espacio.

Marshall McLuhan: Pues es un placer compartir este espacio-tiempo con un colega de tus conocimientos. Veo que también has comprendido la naturaleza global y compleja de la comunicación. 

Fernando Buen Abad: Entiendo lo que quieres decir. Aunque en mi enfoque, también tengo en cuenta el contenido del mensaje y su contexto social. No sólo importa el medio, sino también el mensaje en sí y cómo afecta a las personas en su lucha por un cambio social.

Marshall McLuhan: No sé si nuestras ideas pueden complementarse. Tu enfoque se centra en revolucionar la dimensión social y política, mientras que el mío se enfoca en cómo los medios tecnológicos impactan nuestra percepción del mundo y no busco impulsar el cambio social.

Fernando Buen Abad: ¡Así es! Tú eres un conservador disfrazado con tus frases misteriosas y yo con mis análisis profundos soy claramente partidario de una revolución. 

Marshall McLuhan: A mí me calificaban de “revolucionario” por el dicho que me hizo tan popular en mi época: “El medio es el mensaje”. ¿Sigues creyendo en esa “ vieja” idea conservadora o has tenido alguna epifanía cuántica sobre la comunicación?

Fernando Buen Abad: Bueno, Marshall, aún creo que el medio es relevante en cuanto al mensaje, pero me he dado cuenta de que en esta era de la información y las redes sociales, ¡el mensaje parece a veces más perdido que un electrón inestable!

Marshall McLuhan:  Entiendo lo que dices. En mi época, la televisión ya era un factor importante, pero ahora con internet y todas sus maravillas, la comunicación se ha vuelto más compleja que la teoría de la relatividad.

Fernando Buen Abad: Y eso que Einstein no llegó a vivir la era de los memes y los gifs animados, los bots, los videos, y todas las aplicaciones que surgen cada día. ¡La velocidad de la información ahora es asombrosa! A veces me siento como si estuviera dentro de un agujero negro de datos.

Marshall McLuhan: Jajaja, lo entiendo perfectamente. Parece que la humanidad está conectada cuántica mente de manera interdimensional, y cada pensamiento atraviesa múltiples realidades. Tú, como cineasta entre tus múltiples prácticas habrás apreciado que por una vez acertó Hollywood al premiar como mejor película de 2023, merecidamente al menos por el extraordinario título cuántico, al film  “Todo en todas partes al mismo tiempo”. 

Fernando Buen Abad: Cierto, muy interesante cómo ilustraron el efecto del “doble cuántico”.

Marshall McLuhan: ¿Sabes qué? Creo que deberíamos llamar a este asunto “la nueva teoría del universo comunicativo”.

Fernando Buen Abad: ¡Me gusta! Suena mucho más emocionante y contemporáneo que lo de “el medio es el mensaje”. Pero, Marshall, dime, ¿qué más piensas sobre la influencia de los medios en la sociedad actual?

Marshall McLuhan: Pues yo ando por las nubes, pero visto desde arriba, sigue siendo un tema fascinante, Fernando. Los medios han adquirido una influencia tremenda en la construcción de vuestra realidad. Aunque yo ya lo advertía, desde hace medio siglo, que “el medio es el masaje”. 

Fernando Buen Abad: Ahora no sólo  nos masajean con tanta información sino que nos hacen papilla. Aquí abajo en la Tierra es casi un infierno, ya sabes por culpa  de quién…

Marshall McLuhan: El Engañador Demonio…

Diablo se entromete: ¿Y Yo Por Qué? ¡Oye, Fernando no se vale proyectar en mí sus insuficiencias éticas respecto a las tecnologías que inventan ustedes los humanos! Modérense, vuelvan al tema…

Fernando Buen Abad: Perdón, Señor de las Tinieblas y Moderador, pero en ratos siento que -por quién sea la culpa- estamos en una diabólica batalla interdimensional entre la información útil y el ruido caótico. ¿Cómo podemos navegar entre estos universos comunicativos?

Marshall McLuhan: La clave está en la conciencia y la educación, Fernando. Debemos enseñar a las personas a ser críticas y a discernir entre la verdad y la ficción, entre la información valiosa y la basura cósmica.

Fernando Buen Abad: Creo que ya te contagiaste de las ideas visionarias de Flusser. Pero tienen razón. Debemos convertirnos en verdaderos astronautas de la información, explorando y descubriendo nuevas formas de comunicación pero sobre todo de comprensión en esta vasta galaxia de datos.

Marshall McLuhan: Así es, Fernando. Urge que exploren y expandan los límites del conocimiento y la comunicación desde el punto de vista de lo que tú estudias, la semiótica.

Fernando Buen Abad: Pero necesitamos definir. Esta semiótica necesita nombre y apellidos. No es la misma semiótica de la escuela positivista norteamericana, o de la estructuralista francesa. Es una tercera idea distinta, que propongo aprovechar la idea sobre la relación entre la apariencia y la esencia. En tal sentido, debemos consolidar una ciencia que sea capaz de decir cuándo nos engañan. Una ciencia para esa tarea cotidiana de hacer conciencia para la participación colectiva. No solamente con igualdad de oportunidades, sino con igualdad de condiciones científicas. Ese es el plan.

McLuhan: Pero, Fernando, ¿cómo podemos evitar caer en las trampas de la manipulación mediática, si Ya Sabes Quién desde que Dios amanece busca tergiversar la realidad?

Fernando Buen Abad: Una excelente pregunta. La clave está en desarrollar un pensamiento crítico y cuestionar la información que recibimos. Debemos buscar fuentes confiables, contrastar noticias y no dejarnos llevar por titulares impactantes. Además, es vital fomentar una educación mediática desde temprana edad, incluyendo algunas de tus ideas, analizar las visiones de Flusser y agregar además de mi enfoque de la Guerra Simbólica, los nuevos descubrimientos y enfoques de la filosofía de la comunicación, como las perspectivas de los aparatos -no sólo físicos, sino también los institucionales-, la Teoría de los Ensamblajes como los analiza un interesante y singular filósofo mexicano-norteamericano, que radica en Nueva York, Manuel DeLanda. Es un escritor, artista, cineasta y filósofo que ha escrito abundantemente sobre dinámicas no lineales, teorías de auto-organización, vida e inteligencia artificial, teoría del caos, arquitectura e historia de la ciencia, etc.

Diablo, molesto por las alusiones: Otro paisano chilango como tú que se ha formado y desarrollado en el extranjero. Habrá que invitarlo a participar en un futuro debate contigo, Fernando. Aunque yo me permitiría sugerir convocar al filoso filósofo italiano Maurizio Lazzarato, que también sabe mucho de la Teoría de Los Ensamblajes, Videofilosofía y muchas cosas más de la actualidad que, No Lo Digo Yo, sino que parafraseando a Hamlet, “hay más cosas en el cielo y en la tierra, Marshall y Fernando, de las que han sido soñadas en su filosofía”. No se les olvide que también existe el Inframundo, más conocido y temido como el Infierno…

Fernando y Marshall (al mismo tiempo): ¡Oye, Demonio!/

Diablo: Se nos agotó el tiempo y hoy no habrá preguntas del público. Les agradezco sus finas atenciones y no olviden conectarse para la próxima. Pórtense bien, si no, Ya Saben…