Por Vidal Ibarra Puig [1]

Debemos recordar que, desde la época de los 70s, Japón se especializó en “copiar para mejorar”, añadiendo además el hecho de la miniaturización de los productos como un valor agregado a su producción, con lo cual lograron en una primera etapa, hasta finales de los 90s, tener una cierta supremacía en sus productos y, por ende, en sus exportaciones. En la década de los 80s del siglo pasado, las exportaciones japonesas estaban dominadas porcentualmente por las exportaciones de Mediana Tecnología, figura 1.

Fue en aquella época que los Estados Unidos pusieron restricciones a las importaciones de automóviles japoneses, por un lado, y en Europa se pusieron restricciones no arancelarias a los productos nipones (como ejemplo el “efecto Poitiers”). Lo anterior en virtud de que las exportaciones provenientes de Japón también iban siendo cada vez de mayor contenido tecnológico, siendo ya el 35 por ciento de sus exportaciones en el año 2000, figura 2.

En el año 2022, la especialización de Japón en sus exportaciones se ha concentrado en los bienes de Mediana Tecnología, pues las exportaciones de Alta Tecnología, incluidos los chips, son ahora exportados de más en más por China y por otros países asiáticos. Es de notar la importancia relativa en las exportaciones japonesas, proporcionalmente hablando, de las exportaciones de las Manufacturas de Recursos Naturales, las cuales incluyen entre otros a los productos de Metales básicos (excepto acero), derivados del petróleo, cemento, piedras preciosas y vidrio.

En conclusión, Japón pasó de la etapa de “copiar para mejorar”, a la etapa de desarrollo de productos de Mediana y Alta tecnología; pero proporcionalmente hablando, sus exportaciones con Alto contenido Tecnológico, han dejado lugar a las exportaciones de otros países asiáticos, entre ellos China.

[1] Profesor en el Departamento de Economía, UAM Azcapotzalco.