Dialogos en el Averno, Opinión

Diálogos en el Averno/ Sigue Simposio de Comunicación: Diablo invita a Isabelle Stengers a platicar sobre la Brujería…Capitalista/Javier Ortiz de Montellano

Diálogos en el Averno

Por Javier Ortiz de Montellano 

Diablo: Con un ardiente abrazo virtual damos la bienvenida a la destacada filósofa de la ciencia Isabelle Stengers a nuestro apasionante Simposio de Comunicación. Nos complace enormemente contar con tu presencia por internet en este evento, para comentar sobre el tan candente tema de la brujería…capitalista. 

Isabelle Stengers: Estoy emocionada y honrada por la oportunidad de participar en el Simposio de Comunicación que haz organizado por internet. Agradezco la invitación y estoy ansiosa por compartir ideas contigo y tu público.

Diablo: Gracias, Isabelle.Tu perspicacia y conocimiento sin duda enriquecerán nuestras discusiones. Bienvenida a este espacio de intercambio y reflexión. Dime, ¿qué tienes ahí? ¿Un manual de brujería? Eso suena interesante para nuestro equipo.

Isabelle: ¡Oh! No exactamente. Es mi libro “La Brujería Capitalista”, publicado en francés en 2005 y traducido al español hasta en 2018, donde exploro cómo la economía -especialmente, en su fase financiera actual- y la brujería, comparten algunos trucos similares a la hechicería.

Diablo: ¡Vaya, vaya! ¿Así que los banqueros son como brujos modernos que hacen desaparecer y aparecer dinero?

Isabelle: ¡Exacto! Al igual que un mago distrae con una mano mientras realiza trucos con la otra, el capitalismo a menudo nos desvía de las verdaderas realidades económicas.

Diablo: Eso suena como un juego de sombras intrigante. Pero, ¿cómo conjuras un hechizo para los impuestos?

Isabelle: ¡Ah, los impuestos! Son como el caldero mágico donde se mezclan los ingredientes para mantener la poción social funcionando. A veces, sin embargo, los ricos intentan lanzar un hechizo de invisibilidad sobre el origen de sus riquezas.

Diablo: Interesante, ¿como le quiere hacer en México el del Banco Azteca, que se niega a pagar impuestos? 

Isabelle: Supongo que ese banquero aprendió algo de esta arte oscura. 

Diablo: ¿Y cómo lidias con el duopolio televisivo? ¿Un exorcismo corporativo?

Isabelle: ¡Buena idea, Diablo! Los monopolios disfrazados de duopolios u oligopolios son como conjuros que atrapan a la competencia. Necesitamos un conjuro anti-monopolio para liberar el poder del mercado. ¡Un Deténte!

Diablo: Suena como un duelo de magia económica ahí. Pero dime, ¿cómo te convertiste en experta en esta brujería capitalista?

Isabelle: Oh, años de estudiar a políticos que consultan brujos y observación de los rituales de Wall Street que contagian al mundo entero. Como lo denuncia el periodista mexicano José Gil Olmos en su libro Los Brujos del poder.

Diablo: Publicado en 2008, con prólogo del audaz periodista Julio Scherer, antes de que se lo chupara la bruja en 2015. 

Isabelle: Y leo que su hijo resultó un mago de las finanzas, según cuenta el muy reciente libro de Hernán Gómez Bruera, “Traición en Palacio”…

Diablo: Sí, y le tengo separado su lugar en la infernal sección especial para  abogados y jueces, que, con lo que pasa en el mundo y sobre todo en México, necesita una urgente ampliación…

Isabelle: No se puede negar que el mundo capitalista actual, en su fase predominantemente financiera, se sostiene en gran parte por el entramado jurídico-económico que ha diseñado la secrecía y casi magia negra del secreto bancario y el lavado bancario del dinero negro de la economía sumergida que encubres en tu inframundo…

Diablo: ¿Y YO POR QUÉ? 

Isabelle: Por usar a corruptos como Carlos Cabal Peniche, que Carlos Salinas encomiaba como el mejor empresario de Mexico, y que utilizaba la “magia” de su consejero espiritual para orientarlo en sus sucios negocios, el tenebroso brujo sacerdote francés Jacques Charveriat Prenat, a quien presentaba como su “guía espiritual” y de sus amigos políticos locales y nacionales. Falleció en 2019, traduzco datos de su esquela: 

Padre Jacques Charvériat

Falleció repentinamente en Marchampt el 27 de junio de 2019, a la edad de 76 años.

Nacido en Lyon el 2 de septiembre de 1942, ingresó en la Sociedad de María (Padres Maristas) en 1964. Fue enviado en misión a México en diciembre de 1970 y ordenado sacerdote el 29 de junio de 1971. A su regreso a Francia, fue dispensado de sus votos religiosos e incardinado en la diócesis de Belley-Ars en 1998. Fue sucesivamente párroco del grupo parroquial de Pont-d’Ain (1996-2001) y Trévoux (2001-2009). Luego regresó a México, a Acapulco, de donde había regresado definitivamente hacía unas semanas a Francia.

Diablo: Sí, se daba la gran vida en Acapulco y como no murió en olor de santidad, por su pasado lo tengo allá abajo con Maciel y los Legionarios en la sección especial del Infierno para los maleducados de la Universidad Anáhuac. Ahí le tengo reservado su lugar a Cabal, que tenía  amigos y cómplices en esa universidad. Lo que no entiendo es que el ex Rey Midas tabasqueño Cabal quiera regresar a la palestra política para hacer “negocios” y parece que intenta colarse y “chocholear” o “cultivar” a los gobernantes de la Cuarta Transformación…

Isabelle: ¿Qué quiere decir chocholear?

Diablo: Manifestar de forma exagerada el cariño y afición a personas o cosas, hasta el punto de comportarse como quien chochea, como tú…comprenderás.

Isabelle: ¡Vieja tu bruja abuela! 

Diablo: Mejor hablemos de tu libro “La brujería capitalista”, ¿estás tratando de desacreditar mi dominio de tentaciones?

Isabelle: En parte, sí, pero no te preocupes, Diablo, mi crítica de la brujería capitalista es sutil y se basa solamente en exponer su diabólica persuasión para influir en el comportamiento irracional de los “mercados”, es decir, de los consumidores y los productores.

Diablo: ¿Así que estás revelando nuestros métodos secretos?

Isabelle: No exactamente. Estoy explorando cómo las dinámicas del capitalismo a menudo parecen mágicas y misteriosas, pero en realidad son resultado de decisiones humanas.

Diablo: Vaya, vaya, ¿entonces no estamos los demonios ni los brujos y brujas detrás de todo eso?

Isabelle: No exactamente. Aunque admito que a veces ciertas prácticas capitalistas pueden parecer obra de la brujería, en realidad son productos de sistemas económicos complejos.

Diablo: Pero admitirás que nuestra bruja tentación de comprar cosas innecesarias es un truco maravilloso.

Isabelle: ¡Claro! El consumismo puede ser muy tentador, pero es más un reflejo de la influencia de la publicidad y la psicología que de la brujería en sí.

Diablo: Entonces, ¿no crees que el capitalismo podría ser nuestra invención maestra, nuestra máxima brujería?

Isabelle: Oh, Diablo, eres un presumido. El capitalismo tiene raíces históricas y sociales más profundas que tus ardides, aunque admito que a veces puede sentirse como un hechizo.

Diablo: Bueno, Isabelle, tal vez podríamos hacer un trato… ¿un poco de brujería por unos beneficios económicos?

Isabelle: ¡Lo siento, Diablo, pero no me gustaría darle a los economistas ninguna excusa adicional para pensar que la economía se rige solamente por fuerzas oscuras!

Diablo: ¡Muy bien, tienes razón! Pero si alguna vez cambias de opinión…

Isabelle Stengers: Lo tendré en cuenta, Diablo, pero por ahora, ¡prefiero mantenerme en el lado de la reflexión académica! 

Diablo: Pues entonces habrá que traer de nuevo al filósofo mexicano Manuel DeLanda, que además de académico en Nueva York, conoció a Maria Sabina, la curandera y chamana mazateca del estado de Oaxaca en México y en otra ocasión, tal vez tengamos un diálogo entre vivos y muertos como Gilles Deleuze, que tengo acá en el inframundo y según me dice fue el que te inspiró a ti y a Manuel a comparar la brujería con el capitalismo actual. 

Isabelle: Suena macabro, pero después del Crac de 2008 y la Gran Recesión de 2009 escribí “En Tiempos de Catástrofes, cómo resistir a la barbarie que viene” (traducido al español hasta 2017) y en 2020 publiqué Reactiver le sens commun: Lecture de Whitehead en temps de débâcle (todavía no traducido, pero que sería: Reactivando el sentido común: leyendo a Whitehead en tiempos de debacle). Y creo mi deber seguir reflexionando mientras viva sobre las brujerías capitalistas.

Diablo: Y también después, ya ves que aquí en el Simposio de Comunicación infernal no discriminamos entre muertos y vivos…jajajajajajaja. ¡Hasta pronto, querida Isabelle!