Por: Víctor M. Zendejas Oroco*
La región árida más biodiversa de Norteamérica denominada Tehuacán-Cuicatlán, declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (UNESCO) Patrimonio Mixto de la Humanidad fue visitada por integrantes de la asociación civil Franature para conocer su riqueza en cactáceas y las carencias del sitio así como para promover el turismo científico a fin de fortalecer su preservación.
Don Pedro Guadalupe Miranda Pacheco, originario de la región entre Puebla y Oaxaca, donde se encuentra dicha reserva tiene una amplia experiencia como guía de naturaleza y basto conocimiento sobre la biodiversidad biológica, histórica y arqueológica del jardín botánico Helia Bravo Hollis, ubicado en el mismo bosque.
Miranda Pacheco recibió a la delegación de la Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi, Asociación Civil, para llevar a cabo un recorrido por dicha reserva ecológica, explicando que dicho lugar cuenta con 45 cactus columnares endémico de los 75 registrados en el mundo.
En esa región, cuna del maíz, que abarca 20 municipios del estado de Puebla 31 de Oaxaca, los arqueólogos y antropólogos han documentado huellas y restos de dinosaurios, así como de una extensa gama de mamuts y del felino dientes de sable.
En amena entrevista para el portal de noticias financieras más importante del Estado de México, Monitor Financiero, Don Pedro asegura que durante muchos años hubo tráfico y saqueo de especies y recursos arqueológico a tal grado, que algún gobierno de los llamados neoliberales permitió que una delegación de un país extranjero se llevara cientos de camiones cargados de la riqueza natural del sitio que hoy se expone en alguna nación asiática.
Gracias al decreto del 11 de septiembre de 1998 en que se declara reserva de la biosfera y pese al abandono de gobiernos anteriores y la falta de presupuesto, el proyecto se ha mantenido porque representantes de diversas comunidades han decidido protegerlo y llevar a cabo las guías para los visitantes, bajo la asesoría de biólogos de las Universidades Autónoma Metropolitana y Nacional Autónoma de México.
Don Pedro concluyó su exposición del recorrido con el llamado a promover el sitio para que el mismo se allegue de recursos y para fomentar la cultura ambiental e histórica para beneficio de las nueva generaciones, pues dijo que este sitio de 500 hectáreas de jardín botánico y casi medio millón de reserva debe seguir siendo un patrimonio no sólo de México sino de la humanidad.
*Presidente de la ONG Franature