Especiales, Opinión

México: Malos resultados con Asia en la APEC/Arnulfo R. Gómez

México-APEC

Por Arnulfo R. Gómez (Catedrático Comercio Exterior)

Ellos se ríen de mi porque soy diferente

Yo me río de ellos porque todos son igualitos

Anónimo

A partir de los años 80, se registró un proceso de globalización económica originado por los avances científicos y tecnológicos que habían modificado los patrones de producción y comercialización a nivel mundial.

Esto generó una interdependencia creciente de todos los países que engloba a todas las actividades de un sector, de una región y de toda la comunidad internacional, lo que provocó un incremento de las corrientes de comercio e inversión mundial y ocasionó una enorme competencia para participar en los mercados, así como para captar mayores flujos de inversión extranjera directa.

Esta mayor competencia en los mercados, también, generó mayor necesidad de competitividad de los productos, así como diversos procesos de integración; es decir, en muchos países se dio un proceso de apertura de la economía buscando lograr mayor competitividad, al vincularse a espacios económicos ampliados en función de factores como situación geográfica; naturaleza y monto de sus intercambios; complementariedad económica y potencial de desarrollo.

Esto dio origen a diversas formas de integración económica, a través de las cuales se establecían normas y regulaciones para favorecer el comercio y la cooperación económica entre dos países o entre un grupo de países.

En términos generales, la integración económica consta de 5 etapas progresivas y sucesivas que corresponden a:

  • Area de preferencias arancelarias
  • Zona de libre comercio
  • Unión Aduanera
  • Mercado Común y
  • Unión Económica

Conviene señalar que el 30 de octubre de 1947 se firmó el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (General Agreement on Trade and Tariffs), cuyo objetivo era liberalizar el comercio mundial y darle una base estable, previsible y no discriminatoria que, inspirara confianza para poder comerciar y realizar inversiones que contribuyeran al desarrollo económico mundial.

Para realizar estos objetivos, el GATT estableció 8 principios fundamentales siendo el 7º de ellos, muy importante, especialmente para México pues, habla de los Acuerdos Comerciales Regionales a través de los cuales se busca el establecimiento de esquemas de integración regional, mismos que resultan más idóneos y factibles de realizar, sobre todo, para un país como el nuestro en vías de desarrollo y vecino del mercado más grande del mundo, el constituido por Canadá y EEUU que, a la vez, son la fuente generadora más importante de inversión extranjera a nivel mundial.

En Mexico, la incorporación al proceso de globalización mundial, en el aspecto doméstico, tuvo como base la desregulación de sectores a fin de crear y mantener un marco regulatorio competitivo y eficiente que, protegiendo la salud, el medio ambiente y el interés de los consumidores, fomentara la creación de más y mejores empleos mediante las siguientes estrategias:

  1. Eliminación y simplificación de trámites empresariales
  2. Revisión y mejora de proyectos de disposiciones legislativas y administrativas
  3. Elaboración de propuestas de reformas legislativas y reglamentarias

Las principales reformas relativas a la desregulación interna, realizadas en los 80’s y principios de los 90’s, fueron determinantes para lograr una mayor competitividad del marco sistémico de la economía mexicana e incluyó a los sectores de:

  • Autotransporte federal de carga, de turismo y de pasajeros 1989-1993
  • Patentes y marcas 1991
  • Reformas al artículo 27 constitucional en materia de propiedad de la tierra
  • Cogeneración y autoabastecimiento de energía eléctrica 1992-1993
  • Inversión extranjera 1989 y 1996
  • Medicamentos genéricos 1997-1999
  • Eliminación de controles de precios 1992-1999

Hacia el exterior se inició un proceso de apertura comercial con el acceso de México al:

  • Acuerdo General sobre Comercio y Tarifas (GATT), en 1986, del cual ya he señalado sus objetivos, así como al

·      Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC), en 1993, mismo que había sido creado en 1989, como respuesta a la globalización comercial y financiera, buscando impulsar el crecimiento y el desarrollo económico mediante la cooperación entre los países adherentes; así como incrementar los beneficios de la interrelación económica en la región en lo referente al flujo de bienes, servicios, capital y tecnología;

En este sentido, los funcionarios mexicanos señalaron que los objetivos de México con su ingreso a la APEC tenían como base dos parámetros:

  • Su participación era parte importante en la estrategia de diversificación de las relaciones económicas externas y de incremento de la presencia económica de México en la Cuenca del Pacífico, así como
  • Obtener a nivel multilateral reciprocidad en relación con las medidas unilaterales que el Gobierno Mexicano había llevado a cabo en materia de comercio exterior y en la que la desgravación arancelaria realizada por el Gobierno Mexicano ha sido una constante

Comentarios

A primera vista se podría decir que la idea de ser parte de este bloque era muy lógica pues, representaba la posibilidad de tener acceso a un mercado de 20 países con cerca del 50% de la población mundial.

Para el año 2001, APEC generaba el 61% de todos los bienes y servicios que se producían a nivel mundial, el 46% de la exportación y realizaba el 48% de la importación.

Sin duda, un panorama muy atractivo en el que, Mexico producía el 2.014% del PIB Mundial, y tenía un PIB Per Cápita de 6,218 US, mismo que se ubicaba 21% por arriba del promedio mundial que era de 5,147 US y, también, era superior al de otros 10 países miembros del bloque.

Para el año 2022, la situación de México debería ser mucho mejor pues, se supone que, para integrarse en ese bloque, los altísimos funcionarios mexicanos habrían realizado un análisis detallado de las características de los países que lo integraban, de su marco sistémico y de la competitividad de Mexico en relación con los mismos; sin embargo, para este año, la situación para México ha empeorado grandemente pues, su participación en la generación de riqueza mundial se redujo a 1.411%, su PIB Per Cápita fue de 10,868 US, es decir, -16% por debajo del promedio mundial; y sólo fue superior al PIB Per Cápita de 6 de los países miembros de la APEC.

Haciendo un análisis de la evolución del PIB Total de México, resulta que, si en el año 2001 se ubicaba como la 8ª potencia económica mundial, para el 2022 descendió hasta la 14ª posición.

En el periodo fue superado por India, Rusia, Canadá, Brasil, Australia y Corea debido a que la tasa de crecimiento de su PIB Total fue de 87%, sólo superada en peor desempeño por Japón con -3%, Italia con 72% y Reino Unido con 86%; sin embargo, en el 2022, estos tres países registraron un PIB Per Cápita muy superior al de México que fue de 10,868 US, en tanto que el de Japón de 33,822 US, el de Reino Unido de 45,295 US y el de Italia de 34,113 US.

En ese mismo año, de las 15 principales economías de mundo, 8 de ellas, con más reducida población que México nos superan en el monto de su PIB Total y, naturalmente, en su PIB Per Cápita que resulta muy superior al nuestro debido a su mayor productividad y competitividad. El caso extremo y más emblemático es el de Australia que, con sólo 25.97 millones de habitantes se ubica como la 12ª potencia económica y un ingreso per cápita de 65,526 millones US, en tanto que México, con 130.11 millones de habitantes, se ubica en la 14ª posición con sólo 10,868 US de ingreso per cápita, lo que ubica a México en el 76º lugar en el año 2022, en tanto que, en el año 2001, su posición era en el 47º lugar con 6,218 US, sin duda, un enorme retroceso de México en el concierto mundial.

Apuntes finales.

Siendo México un país que ha basado su desarrollo económico en el comercio exterior y, que las exportaciones representaron el 41% de su PIB Total en el año 2022, resulta deprimente el hecho de que, para poder exportar, tiene que importar crecientemente pues, su productividad y su competitividad resultan muy reducidas, de tal manera que, las importaciones representaron el 43% de su PIB Total.

Esto, meramente, ha generado un esquema simplista de importación creciente para reexportar con decreciente valor agregado y su característica de maquilador de excelencia, muestra una tendencia declinante para convertirse en un simple país ensamblador.

En este contexto, podemos ver que la evolución del intercambio comercial con los 13 países asiáticos miembros de la APEC ha sido negativa pues, en 1993, registró un déficit comercial total por -5,967 millones US; para el año 2022, fue de -192,169 millones US, en tanto que el déficit acumulado fue de -2,103,622 millones US en el periodo. El único superávit que logramos, entre 1993 y 2022, fue con Brunéi por un total de 3.0 millones US y Hong Kong de 3,612 millones US.

Sin duda alguna, la estrategia de comercio exterior de México no ha sido la más adecuada pues, cuando entró en vigor el TLCAN, se debió de haber buscado cumplir con los objetivos generales que señalaban:

  • Establecer un área de Libre Comercio en América del Norte, en lo que era el mercado más grande del mundo, con una población de cerca de 400 millones de personas y un Producto Regional Bruto de más de 9 billones US (1994), mismo que, mediante la integración comercial y productiva, seguiría creciendo aceleradamente
  • Aprovechar las ventajas comparativas de cada país en la producción compartida
  • Incrementar la competitividad en la producción de bienes y servicios en el mercado regional y en el internacional
  • Aumentar los flujos de inversión extranjera directa en la región
  • Generar empleos y elevar la calidad de vida de la población

Sin embargo, pareciera que nuestros funcionarios querían integrase con todo el mundo, sin tener en cuenta la recomendación del 7º principio del GATT de buscar la integración regional y establecer prioridades como lo habían hecho Canadá y EEUU, designándonos socios estratégicos.

Como consecuencia, han firmado TLC’s con 54 países y realizado una apertura comercial basada en una desgravación unilateral que mucho nos ha perjudicado al dispersar nuestros esfuerzos y atomizar nuestras fortalezas, así como pensar cándidamente que a través de la adhesión a la APEC: … se va a obtener a nivel multilateral, reciprocidad en relación con las medidas unilaterales que el Gobierno Mexicano ha llevado a cabo en materia de comercio exterior y en la que la desgravación arancelaria realizada por el Gobierno Mexicano ha sido una constante.

La cancelación de la participación de México en la reunión de la APEC, en noviembre próximo, no tiene la menor importancia, pero me ha permitido tomarla como base para hablar de la pésima política de comercio exterior y de la “estrategia” de promoción de las exportaciones y de la inversión extranjera directa que han prevalecido en los 29 años más recientes, situación que se refleja en, prácticamente, retrocesos en todas las variables económicas de México y en la decreciente generación de riqueza y bienestar en nuestro país.