Por Javier Ortiz de Montellano
Ángel de la Guarda: Hello, Simplicio, ¿qué andas haciendo por acá en Estados Unidos con este frío?
Simplicio: ¡No te preocupes, Ángel! Sólo aproveché que vine de reportero a la reunión anual de los líderes de la APEC Estados Unidos 2023 (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) que se realizó en San Francisco del 15 al 17 de noviembre. Fue la tercera vez que los Estados Unidos es anfitrión de una reunión de APEC, después de haberlo organizado en 1993 en Blake Island y en el 2011 en Honolulu. Y cuando terminó el Foro, me dije, “Me voy más pa’l Norte”…y aquí ando en Pittsburgh.
Ángel de la Guarda: ¡Oh, Simplicio! ¿No hubiera sido más seguro haberte quedado en casa, en México?
Simplicio: No te preocupes, mi Ángel, tengo todo listo para el viaje.
Ángel de la Guarda: Bueno, Simplicio, pero recuerda que eres un poco despistado. ¿Estás seguro de que estás listo para este viaje tan lejos? Hace mucho frío por acá.
Simplicio: ¡Claro que sí! He hecho una lista de cosas que necesito. Además, sólo voy a estar en Pittsburgh,
Ángel de la Guarda: Bueno, eso suena bastante organizado. ¿Qué hay en tu lista?
Simplicio: En primer lugar, mi linterna. Por si acaso me pierdo en la selva urbana de Pittsburgh.
Ángel de la Guarda: Simplicio, Pittsburgh es una ciudad muy iluminada. No creo que necesites una linterna.
Simplicio: De acuerdo. Sólo quiero experimentar la cultura americana, como las hamburguesas y la calefacción.
Ángel de la Guarda: Bueno, eso suena inofensivo. Pero recuerda, en Estados Unidos, las raciones de comida son tan grandes que podrías necesitar otro ángel de la guarda solo para tu colesterol.
Simplicio: ¡Jaja! Tienes razón, Ángel. Pero prometo que solo probaré una hamburguesa…diaria.
Ángel de la Guarda: Eso espero, Simplicio. Y ten cuidado con los letreros de “Salida” en las autopistas. Algunos de ellos son más difíciles de entender que las ecuaciones matemáticas avanzadas.
Simplicio: ¡Gracias por el consejo, Ángel! Intentaré no perderme en el laberinto de las calles de la ciudad.
Ángel de la Guarda: Y no olvides que en Estados Unidos, el café viene en tazas del tamaño de piscinas olímpicas. ¡Cuida tus nervios!
Simplicio: Lo haré.
Ángel de la Guarda: Y, por supuesto ! Ten cuidado con el Black Friday, Esa es tu perdición, Simplicio! Te tentarán con televisores enormes y grandes descuentos , y antes de que te des cuenta, estarás hipotecando tu alma.
Simplicio: ¡Lo tengo en cuenta!
Ángel de la Guarda: Bueno, Simplicio, recuerda que estaré contigo en cada paso del camino. ¡Diviértete en tu viaje a la tierra de las oportunidades y cuídate de las tentaciones de las porciones gigantes!
Simplicio: Gracias, mi querido Ángel, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día…Y si no vuelvo, asegúrate de llevarme al viaje celestial contigo para la Gran Entrevista Final con el Creador y que mi epitafio diga: “Este reportero murió feliz de una hamburguesa demasiado grande en Estados Unidos”.
Ángel de la Guarda: Simplicio: Tienes mucho que aprender sobre Estados Unidos.
Simplicio: ¿Alguna otra sugerencia, Ángel?
Ángel de la Guarda: Sí, Simplicio, investiga un poco más sobre las importantes relaciones entre México y Estados Unidos, y ajusta tu lista de lecturas de acuerdo a eso. No desperdicies tus talentos, ¡Buena suerte!
Simplicio: Gracias, Ángel. Siempre me cuidas. ¡Nos vemos de regreso en México!
Ángel de la Guarda: ¡Nos vemos allá! Pórtate bien, no te preocupes tanto y recuerda, Ningún día sin alegría, ¡disfruta la vida! Buen viaje, Simplicio, y cuidado con las gangas demoníacas. Adiós, a Dios…
Diablo: Hello, Simplicio.
Simplicio: ¡Ay, Diablo maldito! ¿Cómo te enteraste de que estoy aquí en Pittsburgh?
Diablo: Pues andaba en la frontera promoviendo la emigración de indocumentados y cuando estuve en Eagle Pass, Texas, me contaron mis contactos en el Casino de los Kickapoos que andabas ahí de visita con unos parientes.
Simplicio: ¡Diablo metiche! ¿Vienes a estropear mi emocionante viaje a Estados Unidos?
Diablo: ¡Oh, Simplicio! Siempre culpándome de tus problemas. ¿Qué te trae a ti, un simple mortal, a cruzar la peligrosa frontera y enfrentarte al país de las hamburguesas gigantes?
Simplicio: ¡Es que en Estados Unidos todo es a lo grande! Grandes hamburguesas, grandes rascacielos y, lo más importante, ¡grandes descuentos en Black Friday!
Diablo: (riendo) ¡Ah, claro! El Black Friday. Esa es tu gran oportunidad, Simplicio. A ver si no caes en las trampas de la mercadotecnia como las de El Buen Fin en México…
Simplicio: ¡Oh, no te preocupes, Diablo! Estoy preparado. He estudiado estrategias de compra en línea y he entrenado para resistir la tentación de los anuncios de productos.
Diablo: (sonriendo maliciosamente) Bueno, bueno, Simplicio, que empiece la diversión. ¡Disfruta de tu viaje en Estados Unidos! Y recuerda, ¡si necesitas un poco de ayuda infernal para lograr ganar esas ofertas tentadoras, estoy aquí para ti!
Simplicio: (riendo) Gracias, Diablo, pero prometo que no venderé mi alma por un televisor gigante. Aunque no puedo decir lo mismo por mi tarjeta de crédito y no creo que pueda resistir una buena oferta de una nueva IPad o el más reciente modelo del IPhone…
Diablo: Buen viaje, Simplicio, y aprovecha las gangas demoníacas.
(Este Simplicio se cree muy talentoso, pero no sabe que su único talento es que es muy, muuuy simple, jajajajajajaja)