¿Y por qué no?, Opinión

¿Y por qué no?/Globalización, Covid-19 y crisis en Quintana Roo. Las opciones de desarrollo a futuro para el estado/Vidal Ibarra Puig

U del caribe

Por Vidal Ibarra Puig[1]

A principios del presente año, se llevó a cabo en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, un coloquio con el título citado líneas arriba, auspiciado por la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, y cuya sede y participación complementaria fue en la Universidad del Caribe, en dicha ciudad de Cancún.

Participaron Sergio Cámara Izquierdo, Lucino Gutiérrez Herrera, Elvira Buelna, Octavio Ortiz Mendoza, Owen Eli Ceballos Mina, Josafat E. Díaz González, José Manuel Hernández Trujillo y un servidor, por parte de la UAMA; Carlos Raymundo Balderas, Irma Guadarrama, Helena Rea, José Cupul y Jorge Luis Rodríguez Masa, de la Universidad Tecnológica de la Riviera Maya y Christine Mc Coy y Eréndira Miranda Núñez por parte de la Unicaribe.

El seminario abordó la temática de la crisis provocada por la irrupción del Covid-19, sus impactos a nivel internacional, sobre México y en particular sobre la actividad turística y, por ende, en Quintana Roo.

La problemática discutida giró en torno al desarrollo prácticamente unisectorial del estado, basado en el turismo, donde las actividades primarias (agrícolas) y secundarias (industriales), han tenido un desenvolvimiento muy limitado a pesar de las altas necesidades del sector terciario, concretamente el turismo, y las necesidades que el mismo requiere sean atendidos, como es la oferta de insumos para el sector hotelero, pero también para la población radicada en Cancún y la Riviera Maya [2].

Estas necesidades van desde las que se derivan del crecimiento de Cancún y la Riviera Maya, que desbordó las expectativas de los planificadores; las necesidades de los insumos alimenticios para los turistas visitantes; la educación de la población en todos los niveles: primaria, secundaria, preparatoria y educación superior y de posgrado, con un enfoque de excelencia; la capacitación de la mano de obra en una zona donde no había prácticamente nada en los ochentas del siglo pasado (Cancún era una isla con 6 pescadores originalmente); la provisión de servicios básicos para una ciudad planeada originalmente para 100,000 personas y que ahora es el hogar de 800 mil almas más 200,000 de población flotante; los impactos de crecimiento de la Riviera Maya ante el éxito de Cancún, y otros.

Las ponencias serán publicadas próximamente en un libro editado por la UAMA, y entre las principales conclusiones del encuentro, se tienen las siguientes:

  • La necesidad de mejores y oportunas estadísticas, en mayor o menor grado en cada una de las temáticas abordadas: población, dotación de servicios, producción agropecuaria, industrial, de servicios; gente empleada en cada uno de los sectores; rendimiento estudiantil en las universidades; deserción en las mismas. Cierto es que muchas de estas variables dependen de los calendarios federales, pero ante la dinámica del estado, creemos que debe de hacerse un esfuerzo para que, en base a muestreos confiables, se puedan hacer predicciones y elaborar políticas tendientes a lograr un desarrollo más equilibrado del estado.
  • El riesgo permanente de que el estado dependa de un solo sector para su desarrollo, como es la altísima dependencia del turismo. Esta es una gran vulnerabilidad que debe ser subsanada procurando desarrollar otras actividades tales como la agricultura o las agroindustrias.
  • El alto nivel de las importaciones hacia el estado para poder cumplir con la creciente y exigente demanda, situación que puede ser subsanada con las políticas sugeridas de diversificar la economía.
  • Establecimiento de mecanismos sociales tendientes a evitar crisis sociales derivadas del desempleo. La creación de un seguro de desempleo en base a aportaciones de los tres sectores, con cuentas manejadas individualmente, podría ayudar, no solo en situaciones de crisis, sino en los meses de baja actividad turística, como son septiembre, octubre y noviembre.
  • Manejo de los recursos estatales y federales tendientes a evitar el crecimiento masivo y desordenado de las ciudades, como por momentos ha sido el caso de Cancún y Riviera Maya; procurando con el desarrollo ordenado, el proveer de los servicios públicos necesarios: agua, luz, drenaje, transporte, educación, etcétera.
  • Procurar un ambiente social que recupere los espacios de negocios y de sana convivencia social, impulsando la vigencia del estado de derecho para evitar una desintegración social derivada de situaciones de actos que atenten contra la vida de las personas o el sano desarrollo de los negocios.
  • Lograr un desarrollo turístico sustentable y armonioso, evitando el desperdicio de recursos e implementando políticas efectivas de reciclaje de los desechos generados por esta actividad; así mismo, que este desarrollo respete también las zonas protegidas del estado, tales como las muy necesarias zonas de mangle, de selva y de coral.

Estas reflexiones, sin ser exhaustivas, podrán ayudar a evitar que Quintana Roo sufra el declive que otros destinos turísticos de México, antes exitosos y referencia incluso a nivel internacional, enfrentan ahora ante la falta de la vigencia del estado de derecho, la falta de planeación y la explotación indiscriminada de los recursos.

Cuide usted su salud y, si tiene, cuide su aguinaldo y su dinero. Ya, por fin, se podrán poner en México vacunas realmente efectivas contra el Covid-19, aunque pagando por ellas, pero que sí son aprobadas por la Organización Mundial de la Salud.


[1] Profesor en el Departamento de Economía, UAM Azcapotzalco.

[2] Algunas de estas inquietudes fueron planteadas en nuestro artículo “Cancún: alternativas de desarrollo en la globalización”, publicado en “El futuro de las ciudades y el turismo”, Silva C. e Iracheta A. (coords.), Red mexicana de ciudades hacia la sustentabilidad, 2007.