***Esta celebración va más allá de simplemente comer tamales, afirmó investigador universitario
Valle de México, a 23 de enero del 2024.- “El Día de la Candelaria” es una tradición mexicana que ejemplifica la fusión de dos culturas: la europea y la mesoamericana, pero hoy día se convirtió en una celebración que nos da momentos de unión, fraternidad, pasar momentos bonitos en situaciones difíciles y deleitar nuestros sentidos a través de un platillo completamente mexicano: los tamales”, afirmó el maestro Roberto Álvarez Manzo, catedrático de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán,
En entrevista, Álvarez Manzo dijo que el 2 de febrero es una fiesta esencial en los mexicanos, equiparable a la del Día de Muertos o la celebración de la Independencia, “como mexicanos debemos experimentarlo y entenderlo para preservar nuestra herencia cultural, aunque recordemos que si bien ese día debemos comer tamales, no debemos olvidar que es una celebración religiosa, ya que en la época colonial se utilizó para catequizar a la población indígena en el sentido de la presentación del Niño Jesús en el templo, y el acto de purificación de la Virgen María después del parto, a 40 días de la Navidad”, agregó.
El catedrático de la licenciatura en Sociología comentó que a pesar del confinamiento en el mundo debido a la pandemia de la Covid-19, el Día de la Candelaria continuó, “si bien no se dio la convivencia de la tamaliza en espacios de encuentro, logró adaptarse, familias que se dedicaban al negocio de los tamales modificaron sus entregas, otros enseñaron a prepararlos, y en muchos casos emprendieron negocios. Eso, por un lado, por la parte de la religión, en algunas familias revaloraron la importancia de la tradición de vestir al niño Dios y su historia en el catolicismo”.
En cuanto a las nuevas tecnologías de la información: internet, redes sociales, Tik-Tok y Twitter han restado fuerza a la celebración, y aclaró que “al contrario, creo que se da un acoplamiento muy interesante, como sucede en Navidad, Día de Muertos, con el Grito de Independencia. No creo que hayan tenido este problema en ensamblarse, más bien son formas tradicionales que se han podido potenciar en estas nuevas configuraciones que parecieran contrarias y desafiantes a la soledad y el individualismo contemporáneo”, destacó.
El docente de la FES Acatlán dijo que con el paso del tiempo, la importancia del Día de la Candelaria se reconfiguró, “encontramos variedades gastronómicas muy complejas. Tamales de diversos ingredientes o preparación y sabor, teniendo siempre como base el maíz, que se incluyen en platos de alto gourmet. Lo mismo con el niño Dios o el niño Jesús, antes se vestía en blanco y oro, ahora hay una variedad de indumentarias que muestran que las tradiciones difícilmente serán estáticas, siempre van a encontrar modificaciones y adaptaciones”, concluyó.