PorVidal Ibarra Puig^[1]

De un libro que hemos escrito acerca del desarrollo económico de África, de próxima publicación por la UAM, tomamos los siguientes párrafos. Recordemos en primer lugar algunos datos relativos al continente africano. En la Gráfica 1 se pueden apreciar las riquezas de que dispone cada país africano de manera predominante, así como su distribución geográfica.

Como se puede observar, las riquezas naturales de África son enormes ^[2], y su extensión territorial, es una gran ventaja en términos de las economías de escala. Nótese que no se incluyen las riquezas derivadas de la pesca que tiene el continente, ni todas las potenciales riquezas del subsuelo marítimo, entre ellas el petróleo (en este último punto no deben olvidarse los impactos ecológicos, por un lado, y por otro, la tendencia al uso de energías limpias). En cuanto al tamaño de las economías africanas, la Gráfica 2 es ilustrativa (mmd, miles de millones de dólares).

A manera de comparación, el valor del PIB de México en 2022 fue de 1,424.5 mmd, el triple de Nigeria, el más grande país africano. Y los primeros 5 países de los 54 de África (Nigeria, Egipto, Sudáfrica, Argelia y Marruecos) representan el 57 por ciento del PIB del continente.

En cuanto a sus posibilidades de desarrollo, aunque ya es un dato antiguo el que sigue, debemos de considerar la cantidad de recursos que han sido asignados para diversos esfuerzos bélicos, los cuales, además de las pérdidas humanas y sociales, representan un alto costo económico de recursos que podrían ser utilizados para el desarrollo. Se tiene entonces que Angola, Argelia, Burundi, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo (DRC), República del Congo, Costa de Marfil, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Ghana, Guinea, Guinea-Bissau, Liberia, Níger, Nigeria, Ruanda, Senegal, Sierra Leona, Sudáfrica, Sudán y Uganda, perdieron alrededor de 300.000 millones de dólares tan solo de 1990 a 2006 por los conflictos armados^[3].

Esto ha incidido para que la región sea una de las más atrasadas del mundo, tal como el índice de Desarrollo Humano de la ONU (el cual se elabora desde 1990), lo demuestra. Salvo Mauricio y Seychelles, los países africanos ocupan los últimos lugares del planeta en desarrollo.

Como se observa de este cuadro, el promedio de años escolarizados en el continente está por encima de 5 años (5.2 para ser exactos), y aunque se espera que aumente en el futuro, en la actualidad es una limitante seria para el desarrollo de la región, ante la falta de mano de obra calificada, lo que incide en la baja productividad, bajos salarios, explotación de la mano de obra y de sus recursos naturales.

Los desafíos que enfrenta el continente africano como vemos son enormes: inestabilidad política (recordemos que a fines del año pasado se dieron dos golpes de estado en la región); la permanencia de conflictos armados; falta de inversión; riesgo de hambrunas; la desertificación en varios países, entre otros. Además, la deuda externa es un gran peso para las economías de estos países, los cuales resienten además de manera muy fuerte las bajas de precios de las materias primas.

África y América Latina y el Caribe tienen problemas similares ¿las respuestas deben de ser similares? En un artículo que nos publicará la UAM próximamente, daremos respuesta a esta interrogante.

Cuide su dinero, cuide su salud. No se vaya con la finta del dólar barato, que no es más que el reflejo de la salida de tantos mexicanos hacia EEUU (ha habido días en que hasta 2,500 mexicanos han cruzado la frontera, o sea 104 paisanos cada hora; o si quiere usted casi dos mexicanos por minuto; y eso que esta cifra no incluye a los que han pasado sin ser detenidos), debido a la falta de oportunidades en México o por la violencia en sus comunidades.

La epidemia de Covid19 continúa; use cubrebocas, por favor.

[1] Profesor en el departamento de Economía, UAM Azcapotzalco

[2] África posee ella sola más de sesenta tipos diferentes de minerales, y contiene un tercio de todas las reservas minerales del mundo. Tiene, por ejemplo, un 90 por ciento de las reservas de platinoides; un 80 por ciento del coltán; un 60 por ciento del cobalto; un 70 por ciento del tántalo; un 46 por ciento de las reservas de diamantes; y un 40 por ciento de reservas auríferas. Fuente: “El África de los recursos naturales”, disponible en https://www.lavanguardia.com/vanguardia-dossier/20191127/471857314619/recursos-naturales-africa-minerales-industria-agricultura.html.

[3] Oxfam Iansa (2007) “Los millones perdidos de África. El flujo internacional de armas y el coste de los conflictos”.