***Inseguridad y aumento de insumos, precios y salarios, así como finanzas públicas, podrían obstaculizar actividad económica en la entidad, según reporte del Banco de México
Valle de México, a 26 de diciembre.- Los principales riesgos para la actividad económica en los próximos doce meses en la región centro del país, en la cual se ubica el Estado de México, establecieron a la inflación, a la gobernanza (incidencia delictiva) y a las condiciones económicas internas como factores que podrían obstaculizar el crecimiento de las economías estatales.
El último “Reporte sobre las economías regionales” del Banco de México (julio-septiembre), con información disponible hasta el 15 de diciembre de este año y recabada entre septiembre y octubre pasados, dio a conocer los resultados de entrevistas a directivos empresariales del país, identificando los principales riesgos que se esperan para el próximo año en sus respectivas regiones.
Los riesgos en el Estado de Mexico
En el caso específico de la región centro, donde se ubica el Estado de México, la inflación como riesgo reportó un aumento de 16.9 por ciento en marzo a 24.5 por ciento en septiembre; en cuanto a gobernanza (problemas de inseguridad, incertidumbre política interna, corrupción, impunidad y otros problemas de falta de estado de derecho) bajó de 23.4 por ciento a 21.5 por ciento en el mismo lapso, pero está entre los factores más mencionados.
En cuanto a la inseguridad, es conveniente mencionar que la entidad mexiquense permanece al frente de la lista con mayor incidencia en el país. De hecho, el lapso enero-noviembre se perpetraron 356 mil 424 delitos, superando el número de delitos reportados durante todo el año 2019, previo a la pandemia Covid-19, y también rebasó el acumulado total del año 2020.
Respecto de la inflación, en el último reporte del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INEGI), el fenómeno bajó de 7.64 por ciento a 6.96 por ciento, pero los precios de los productos continúan al alza, y habrá un aumento en las gasolinas, alimentos y tabacos a partir del 1 de enero, componentes principales del indicador las primeras y las segundas.
También entre los riesgos que podrían obstaculizar el crecimiento de la economía en la entidad mexiquense están las condiciones económicas internas (incertidumbre sobre la situación económica interna, debilidad del mercado interno, el nivel de endeudamiento de las familias y de las empresas, ausencia de cambio estructural en el país), aunque el porcentaje se redujo de 29.7 por ciento en marzo a 24.7 por ciento en septiembre.
Uno de los factores de riesgo que registró un aumento, si bien no está muy elevado, fue el de las finanzas públicas, que pasó de 7.4 por ciento a 8.5 por ciento. Esto se refiere a la política tributaria, a la política de gasto público y al nivel de endeudamiento del sector público en el Estado de México.
Hay que mencionar que en el reporte abril-junio, la gobernanza y la inflación encabezaron los riesgos para la actividad económica en el Estado de Mexico, los mismos registrados en el último documento, correspondiente al tercer trimestre del año (julio-septiembre).
Riesgos regionales
Por un lado, y según el documento, “entre los riesgos a la baja, las fuentes consultadas por el Banco de México mencionaron, en general: i) que continúen deteriorándose los indicadores de seguridad pública; ii) que persista la incertidumbre interna y que ello afecte a la inversión, y iii) que ocurra un recrudecimiento de la pandemia que implique la reversión de la reapertura económica que se ha venido observando”.
“Como riesgos adicionales a la baja, los directivos entrevistados en las regiones norte, centro norte y sur señalaron la posibilidad de que la inflación siga aumentando”, remarcó el informe.
Agregó que “A su vez, directivos consultados de las regiones norte y centro norte mencionaron el riesgo de que la aprobación de la reforma energética pueda desincentivar la inversión privada en el sector. Por su parte, en el centro expresaron preocupación en torno a una reducción en el empleo y en la masa salarial, lo que podría afectar el consumo privado. Finalmente, directivos de la región sur externaron como un riesgo adicional a la baja la posibilidad de una reducción significativa en los precios internacionales del petróleo.
El reporte refirió que se preguntó a los directivos empresariales respecto de “¿cuáles son los dos principales eventos/situaciones/hechos que de llegar a de ocurrir impulsarían el desempeño económico de su entidad federativa en los próximos 12 meses?” y “¿cuáles son los 2 principales eventos/situaciones/hechos entre los riesgos al alza?”.
Según Banxico, los directivos entrevistados de todas las regiones destacaron: i) que el número de contagios se mantenga en niveles reducidos ante una mayor cobertura de la vacunación; ii) que se incremente el flujo de inversión privada ante la posibilidad de que continúe el crecimiento de la economía de Estados Unidos, y iii) que aumente el gasto público en los niveles federal y local”.
“Adicionalmente, en las regiones norte y centro norte los directivos consultados mencionaron como riesgo al alza un mayor impulso de las exportaciones hacia Estados Unidos derivado de la reactivación económica en ese país. A su vez, en el centro y el sur resaltaron la posibilidad de que la recuperación del empleo y el turismo sea mayor a la esperada, respectivamente”.
Por otro lado, sobre el costo de insumos, salarios e inflación, “la mayoría de los directivos consultados en todas las regiones prevé que los precios de venta de los bienes y servicios que ofrecen aumenten a una tasa similar o mayor para los siguientes doce meses que en los doce anteriores. En todas las regiones, excepto en la norte, se incrementó dicha proporción.
“A su vez, la mayoría de los directivos entrevistados anticipa aumentos a tasa similar o mayor en los precios de venta tanto en el sector manufacturero como en el no manufacturero, si bien en este último sector la proporción de directivos empresariales que espera aumentos a tasa mayor es inferior que en el primero”, se destacó.
“Las entrevistas mostraron también que, en todas las regiones, así como en los sectores manufacturero y no manufacturero, la mayoría de los directivos empresariales anticipa que, en los siguientes doce meses, los precios de los insumos aumenten a una tasa igual o mayor que la observada en los doce meses previos”.