Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
El vecino Vicente (se cambió su nombre para proteger su seguridad) caminó desde Teotihuacán a Coacalco durante varias horas después de que, según narró, unos ministeriales a bordo de un auto blanco lo secuestraron, golpearon y robaron sus pertenencias.
Sucede que Vicente pasó por la sede de la asociación civil Franature y contó, con evidentes golpes en cara y señas de muñecas maniatadas, que un auto color blanco dio un cerrón a la combi donde viajaba y del mismo bajaron unos presuntos ministeriales ostentando armas de grueso calibre para una supuesta revisión.
Al cachear y esculcar a los pasajeros, después de haber manoseado a algunas usuarias de combi, procedieron a subir a la unidad blanca a Vicente. Este cuenta que lo estuvieron paseando con insultos durante varias horas en las que aprovecharon para sustraer de su mochila una laptop, cartera, valores personales como tarjeta de crédito.
A golpes lo obligaron ir a un cajero a retirar todo lo que llevaba de fondo en su tarjeta. No obstante haberle robado todo lo siguieron “paseando hasta la madrugada del jueves 16 de mayo en que lo dejaron ir sin ningún dinero por lo que se vio obligado a caminar desde Teotihuacán hasta Coacalco.
Exhausto pidió agua. Antes de llegar a su casa descansó unos minutos controlando su coraje para continuar con su narración. Se le preguntó si iba a interponer la denuncia ante el Ministerio Público a lo que asentó con la cabeza que sí, pero que antes llegaría con sus familiares.
Esperemos que para bien de los demás usuarios y de la sociedad esa denuncia se haga realidad y la justicia de con el paradero de esos torvos y obesos delincuentes que se ostentan como ministeriales y que andan asaltando a diestra y siniestra en los municipios conurbados sin orden, sin ley.
Ojalá que la maestra Delfina Gómez Alvarez ponga atención en la seguridad de los viajeros de transporte público y su policía estatal sea más eficiente para detectar a ese tipo de delincuentes o presuntos ministeriales metidos a rateros.