***En el reporte sobre las economías regionales del Banco de México, la Gobernanza está como primer factor que podría obstaculizar el crecimiento económico en la entidad mexiquense, luego la inflación y después las condiciones económicas internas
Valle de México, a 13 de junio del 2024.- La corrupción y la inseguridad despuntaron entre los subfactores que podrían obstaculizar el crecimiento de la economía en los próximos seis meses en la región Centro del país, donde se halla el Estado de México, la cual mostró los porcentajes más altos de todas las regiones en esos rubros, incluso por encima del promedio nacional.
El Banco de México dio a conocer su “Reporte sobre las Economías Regionales” enero-marzo 2024, con información disponible al 12 de junio, con cifras preliminares.
En la región Centro, conformada por el Estado de México, la Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, la Gobernanza mereció el 27.2 por ciento de respuesta de los representantes de las empresas consultadas por el banco central respectó de los tres principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento de la economía.
En los subfactores de la “Gobernanza”, la inseguridad aumentó de 10.6 por ciento en diciembre a 11.0 por ciento en marzo, mientras que la corrupción también se incrementó, pasando de 5.3 por ciento a 5.9 por ciento en el lapso referido.
A nivel nacional la Gobernanza fue de 25.2 por ciento; la inseguridad de 10.3 por ciento y la corrupción de 5.5 por ciento.
A ese factor de Gobernanza siguió el de la inflación, con 27.1 por ciento y luego las condiciones económicas internas (19.2 por ciento), que se refieren a incertidumbre, debilidad del mercado interno, nivel de endeudamiento de las familias y de las empresas y ausencia de cambio estructural.
En su reporte, el banco central informó que de acuerdo con las fuentes entrevistadas en la región centro, se identificó como riesgo a la baja que la inversión pública en infraestructura sea menor que la prevista.
Por otro lado, Banco de México reportó que la debilidad de la actividad económica nacional exhibida en el último trimestre de 2023 se extendió al primer trimestre de 2024, y que a lo largo del trimestre se observó un comportamiento diferenciado entre sectores de actividad.
Refirió que en enero, las actividades primarias y terciarias se redujeron de manera significativa, lo que dio lugar a una marcada contracción económica en ese mes. Posteriormente, en febrero y marzo ambos sectores de actividad mostraron un mejor desempeño. En cambio, la actividad industrial se mantuvo débil a lo largo del trimestre.
“A nivel regional, se estima que la actividad económica habría continuado experimentando debilidad en todas las regiones durante el primer trimestre de 2024, excepto en el sur. En el caso del norte y las regiones centrales, se anticipa que este desempeño se haya atribuido al comportamiento de algunas actividades industriales. En específico, habría reflejado una disminución significativa de la construcción y la atonía que habrían continuado presentando las manufacturas en esas regiones.
Asimismo, la producción agropecuaria del norte y las regiones centrales exhibió una contracción importante debido, en parte, a las condiciones de sequía que han afectado a algunos de los principales estados productores de bienes primarios del país.
Adicionalmente, en esas regiones se observó un debilitamiento en ciertas actividades terciarias, como el comercio. En contraste, el sur habría registrado una expansión en su actividad, luego de la contracción observada en el trimestre previo. Se estima que este crecimiento se haya derivado de un aumento en el turismo, las manufacturas y la construcción. Esta última se mantiene en niveles elevados ante el avance que han seguido mostrando diversos proyectos de infraestructura pública.
No obstante, en el documento se mencionó que “hacia delante, se anticipa que las economías regionales se expandan, a pesar de enfrentarse a un entorno complejo e incierto que presenta desafíos significativos para su crecimiento. Uno de estos desafíos es la posible disminución en la demanda externa, especialmente de Estados Unidos, donde podría ocurrir una desaceleración económica. Esto podría afectar particularmente a las entidades del norte y las regiones centrales que dependen en gran medida de las exportaciones, así como a aquellas que reciben flujos considerables de remesas o turistas de ese país, como ocurre en algunos estados de las regiones centro norte y sur”.
“Un reto adicional son los problemas de inseguridad pública, ya que los directivos empresariales continúan comentando sobre sus efectos sobre el funcionamiento de sus empresas en ciertas áreas del país2, destacó.
“Otro desafío es la ocurrencia de eventos climáticos adversos que representen un riesgo para la actividad regional, como sucedió recientemente con la intensificación de las condiciones de sequía en diversas zonas agrícolas del país”, expuso, y subrayó que “ante los retos que enfrentan las economías regionales, es importante continuar fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento, generar condiciones que propicien la inversión y aprovechar las oportunidades que representa el proceso de relocalización”.
“En específico, se requiere seguir impulsando la construcción de infraestructura de transporte, hidráulica y energética, así como la formación de capital humano. Asimismo, es necesario seguir robusteciendo la seguridad pública y el estado de derecho”, remarcó, y resaltó que “Dados los riesgos que representa el cambio climático para las economías regionales, es esencial implementar políticas de mitigación y adaptación en las áreas más vulnerables. Estas medidas no solo ayudarían a las regiones a enfrentar los desafíos actuales con éxito, sino que también promoverán un crecimiento más inclusivo y sostenible a largo plazo, mejorando así las condiciones de vida de su población”.