Opinión

Utopía/Avances y pendientes en seguridad pública/Eduardo Ibarra Aguirre

Rosa Icela R/UI

Por Eduardo Ibarra Aguirre

Los datos más relevantes del último reporte de seguridad pública por parte del gabinete de este vital ramo, arroja que durante el sexenio de la Cuarta Transformación el homicidio tuvo una baja de 19% respecto a 2018; una reducción de 12.7% en el número de hogares víctimas de extorsión; mientras que el secuestro cayó 77% y el feminicidio 41.6%; datos proporcionados por Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Seguridad que por última vez rindió el informe sin que parezca que alguien la presionaba con el uso del micrófono y restaba claridad a su comparecencia catorcenal en las mañaneras.

Otros datos y apreciaciones que vale la pena compartirle, paciente lector de la veinteañera Utopía, son la disminución de 14.3% en la proporción de ciudadanos que consideran que es inseguro vivir en su ciudad, el incremento en 132% en el número de ciudadanos que confían en el gobierno federal, al pasar de 25.5% en 2017 al 59.1% en 2024. También que entre 2018 y 2022 en 27 entidades se redujo de manera simultánea la tasa de víctimas de delitos y el porcentaje de personas en situación de pobreza. La secretaria de Gobernación a partir del primer segundo del martes 1, destacó que en ninguna entidad se incrementaron de manera paralela la pobreza y los delitos.

Datos que reflejan nuevas tendencias que las oposiciones niegan sistemáticamente y por voceros que como María Elena Morera e Isabel Miranda gozan de amplio descrédito por sus vínculos laborales y/o amistosos con Genaro García Luna, el narcotraficante para el que la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York solicita cadena perpetua, y del que sus amigos y camaradas panistas ahora reniegan.

Pero el vaso medio lleno o medio vacío y con la misma fuente con que se elaboró el reporte del gabinete de seguridad del presidente Andrés Manuel, el Instituto Nacional de Estadística mostró los pendientes, como reducir la cifra negra en la incidencia delictiva –el número de delitos por los que no hubo denuncia o no se inició una carpeta de investigación– con la  meta de que pase de 93.3 en 2020 a 90.4 este año, pero se ubica en 92.4.

La tasa de actos de corrupción experimentados por la población al realizar trámites –por cada 100 mil habitantes– bajó 16.6%, lo que significa 5 062 menos. No obstante, la disminución está lejos de la meta de disminuirla al 50%.

El gobierno de la 4T buscaba incrementar de 55.1 a 61% de la población mayor de edad que tiene algo o mucha confianza en las policías municipales, pero este indicador creció a 55.7%. Tampoco se consiguió el objetivo de disminuir la proporción de mujeres y niñas desaparecidas y no localizadas que son reportadas por las fiscalías estatales, con respecto al total de personas en esa condición. Estaba en 39.4% en 2020 y no sólo no bajó a 36.1% sino que para 2024 subió a 40.1%.

El gobierno de Andrés López Obrador buscaba bajar la violencia familiar, de pareja y de género. Se intentó que el número de llamadas al 911 por dichas causas pasara de 7.2% en 2020 a 5.2% en 2024, pero se ubica en 6.7%. Asimismo se pretendía que el número de recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a la autoridad penitenciaria federal anualmente bajara de cinco en 2020 a una en 2024, pero aumentó a 23 en 2023 y a 10 en lo que va de 2024.

Indicadores que muestran la complejidad del tema, sobre todo cuando durante 1982-2018 se vivió un proceso de degradación institucional que echó raíces hasta el punto de diluir la frontera entre el crimen organizado y el de cuello blanco y las autoridades.  

Acuse de recibo

“Cuando dijeron que Claudia Sheinbaum Pardo era judía (sobre todo Vicente Fox lo repitió despectivamente múltiples veces), me pareció un acto racista. Ella es mexicana de origen judío (por su abuelo paterno), como muchos ciudadanos de este país tienen diversos orígenes. Y recordé que mi mamá Amelia Villalba Alvarado también, además de con los españoles republicanos, mantuvo vínculos con varios inmigrantes judíos comunistas, quienes llegaron a México a causa de la Segunda Guerra Mundial. El Partido Comunista Mexicano se solidarizó con ellos. Durante el movimiento ferrocarrilero en 1958-59, estuvieron encarcelados por ello comunistas mexicanos, como mi papá J. Encarnación Pérez Gaytán, y esa comunidad los apoyó, entonces se cambiaron los papeles. En mi memoria se encuentra el viejo Schiba, a quien llamábamos ‘Chivas’, encargado por dicha comunidad de entregar aportaciones monetarias y en especie a las familias de los presos políticos”. El testimonio es de Elba Pérez Villalba… Falleció Luis Mattini, secretario general del Partido Revolucionario de los Trabajadores, a quien entrevisté en Moscú en 1978, acompañado de Roberto Guevara de la Serna, secretario de Relaciones Internacionales del PRT argentino y hermano del “Che comandante, amigo”, como lo llamó en su muy conocido poema el gran Nicolás Guillén:https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/09/22/argentina-fallecio-luis-mattini-ex-dirigente-del-prt-erp/