***El “oro verde” está en 55 pesos el kilogramo en las centrales de abasto

Valle de México, a 14 de enero.- La exportación de una 140 toneladas de aguacate mexicano a Estados Unidos, previo al Super Bowl, programado para el 13 de febrero próximo en Los Ángeles, ha generado un aumento en el precio del producto, de 44 pesos hasta 54 pesos, mientras que el limón muestra una tendencia a la baja a un costo de 70 pesos por kilogramo, esto luego de haber alcanzado los 74.17 pesos en la semana.

Después de la cerveza, el aguacate hass es el segundo producto agroalimentario de mayor demanda en el extranjero. Durante el año 2020 reportó un volumen de 2 millones 394 mil toneladas y un valor de exportación superior a los 3 mil 150 millones de dólares.

Productores del estado de Michoacán, líder en la producción del llamado “oro verde”, reportaron que están preparando un envío de 140 toneladas, cifra histórica, a Estados Unidos, esto con motivo del Super Bowl, uno de los eventos deportivos internacionales más grandes.

Hay que mencionar que de acuerdo con información, oficial, el Estado de México está en el tercer lugar en producción de aguacate, con un volumen anual de 118 mil 268 toneladas en el año 2020.

El aguacate es utilizado en el vecino país para preparar guacamole con totopos o como una salsa más para las hamburguesas o carnes asadas y su demanda aumenta durante la celebración de mencionado evento.

Por otro lado y de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en su despacho sobre el seguimiento de precios del sector primario, reportó que el aguacate “se encuentra en incremento ya que, a inicio de año, la producción es menor que en los demás meses y la demanda en el país vecino del norte se incrementa sustantivamente, lo que conlleva a una disminución en la oferta en el mercado nacional”.

Hay que mencionar que la Profeco dio a conocer que en algunas tiendas y mercados el aguacate se está vendiendo hasta en 90 pesos, lo cual es una gran diferencia respecto de los precios monitoreados en las centrales de abasto.