Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
En el marco de Día de Muertos, La Llorona, en Coacalco, registró nutrida asistencia ciudadana y de ambientalistas que pugnan por la preservación y mejoramiento de barrancas existentes tanto en Sierra de Guadalupe como en la parte urbana como la de Los Acuales.
El evento con causa es organizado año tras año por las asociaciones ambientalistas Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi (Franature, A.C. ), Fundación para la Biodiversidad e Iniciativa Edomex-Siembra, que dirigen Lucy Vázquez y Víctor Zendejas, Patricia Mendoza Peña y los hermanos Mario y Edgardo Luna Olivares, respectivamente.
Dichas asociaciones, que forman parte del Colectivo de Organizaciones de la Sierra de Guadalupe (Consigue), que les brinda su apoyo, están pugnando ante autoridades de los tres niveles de gobierno porque las barrancas naturales sean conservadas como pulmones verdes para beneficio de la ecología del Valle de México y que lejos de que no cambie el uso de suelo sean decretadas como áreas de valor ambiental.
La Llorona y las leyendas de Don Pancho Luna de Coacalco
Durante el festejo que se lleva a cabo en un espacio de las nueve hectáreas que componen la barranca Los Acuales, protegido por las asociaciones civiles, se presenta en primer acto al investigador de hechos paranormales en Sierra de Guadalupe, Don Pancho Luna, quien por sus interesantes historias y hallazgos tiene, además, un seguimiento de internautas a nivel nacional e internacional.
Enseguida, bajo un enlonado donde hay puestos de comida típica y de artesanías se exponen estas últimas traídas desde Oaxaca elaboradas por las manos del artista en labrado de madera Polo Sosa Ortega.
Después se hace un recorrido por senderos previamente chaponeados por elementos de la brigada contra incendios de las tres asociaciones tanto en Sierra de Guadalupe como en misma barranca Los Acuales, donde en cada parada se cuentan leyendas y por sorpresa aparecen personajes místicos como el Nahual, La Bruja, La Niña, entre otros, con disfraces espectaculares y alusivos al Día de Muertos.
De vuelta ya en el escenario se lleva a cabo una kermes con música y como plato fuerte culmina la aparición del personaje la Llorona con la canción de fondo del mismo título, misma que lleva a cabo un performance y al termino del mismo se mezcla, acompañada de los personajes del recorrido, con el público para tomarse la foto, convivir y disipar espantos.
Ya en la kermes, los visitantes pueden disfrutar de los tamales elaborados personalmente por el agricultor Juan Crisóstomo, quien a la par de Franature siembre maíz nativo no transgénico con el que elabora la masa con la cosecha del año. También participan con diversos platillos oaxaqueños la familia Reza Martínez, con Mirolsava y Octavio a la cabeza. También la familia del artesano Polo Sosa, además de exponer las artesanías elaboradas en Oaxaca. Y no podría faltar el exquisito pan de muerto elaborado por la pastelería La Luna, cortesía de pastelero Edgardo Luna.
La catrina monumental, de casi 12 metros de altura, corrió a cargo de los artesanos Jesús Rocha, de Coacalco, y Bertín Mendoza, de Tonanitla, quienes durante varios días reciclaron cartón, carrizo, pegamento blanco y pintura, que a la par de las artesanías en madera fue uno de los principales atractivos para la foto de los visitantes.
Esta vez, el artesano Polo Sosa elaboró una calavera en madera alusiva al Día de Muertos misma que está valuada en varios miles de pesos, así como una serpiente que hace honor a, precisamente, La Casa de la Serpiente de Coacalco, entre otras manualidades.
*Presidente de la ONG Franature