Ellos se ríen de mi porque soy diferente
Yo me río de ellos porque todos son igualitos
Anónimo
Por Arnulfo R. Gómez
El 29 de septiembre de 1975, el entonces presidente de México, Luis Echeverría, desató una ofensiva diplomática para provocar el derrumbe del régimen del General Francisco Franco quien, tan sólo dos días antes, había firmado las que fueron las últimas ejecuciones de un régimen que, durante sus casi 40 años de vida, fusiló y obligó al exilio a miles de personas.
Aquel día, el presidente Echeverría envió un mensaje al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el austriaco Kurt Waldheim, en el que le instaba a celebrar una reunión urgente del Consejo de Seguridad para rechazar su política de garrote vil y expulsar a España de la ONU.
La respuesta del régimen español fue furibunda, primero a través del primer ministro del gobierno español, Carlos Arias Navarro, quien en un mensaje televisado señaló a México como el principal impulsor de una campaña exterior contra España, al reconocer también su sorpresa al advertir cómo regímenes políticos nada escrupulosos a la hora de adoptar los más expeditivos procedimientos contra los brotes de violencia registrados en sus respectivos países, manifiestan ahora su farisaica indignación contra la legalidad y la justicia españolas. El caso de Méjico (sic), promotor de la inaudita iniciativa de nuestra expulsión de Naciones Unidas, y de cuyo concepto de los derechos humanos dan buena muestra los espantosos asesinatos de la Plaza de las Tres Culturas en 1968, es el exponente más claro de esta repugnante farsa. Y el propio dictador Franco se refirió a la crisis internacional en un discurso pronunciado el 1º de octubre, al señalar a México como el líder de una conspiración masónica-izquierdista de la clase política, en contubernio con la subversión terrorista-comunista en lo social. (El mandatario mexicano que intentó derrumbar a Franco. La Jornada)
En México, adicional al hecho de que no había relaciones diplomáticas con España desde 1939, el rompimiento fue total pues se suspendieron la comunicaciones telefónicas, telegráficas, aéreas, operaciones bancarias etc. e, inclusive, el Lic, Luis Echeverría incluyó la expulsión del único representante español no oficial que había en México, Don Apolonio Ruiz Ligero, así como el cierre de las oficinas de México en España, entre las que podemos señalar la del Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE) y el Consejo Nacional de Turismo.
A la muerte del General Francisco Franco, el 20 de noviembre de1975, al Lic. Luis Echeverría le urgía reanudar las relaciones diplomáticas con España, por lo que hubo diversas acciones al respecto, incluyendo la reapertura de la oficina del IMCE en Madrid, a una semana de su fallecimiento.
El viernes 3 de septiembre de 1976, alrededor de las 21.30 horas en mí domicilio particular, recibí una llamada de la oficina de la Residencia Presidencial de Los Pinos, de parte del Lic. Julio Faesler, Director General del IMCE, quien me comentó que estaba en un acuerdo con el Presidente de la República y que, una de las decisiones que había tomado el Lic Luis Echeverría, era reanudar relaciones con España, insistiendo en que fuera a la brevedad.
Para ello, había invitado a Don Apolonio Ruiz Ligero quien, en ese momento era la persona encargada de Iberoamérica en el Ministerio de Economía, a visitar a México y a asistir a la V Feria de México en San Antonio, Texas, mismo que llegaría a México el sábado 4 de septiembre en el vuelo de Iberia y, siendo yo el Gerente de Europa Occidental del IMCE, me comisionaron para ir a recibirlo al Aeropuerto Internacional.
La idea era que, Don Apolonio, habiendo estado en México como representante no oficial del Gobierno de España en México, viniera a nuestro país y que, dada la proximidad que había tenido con nuestro país, ayudara en el proceso de reanudación de relaciones diplomáticas con ese país.
Durante su estancia en México tuvo una serie de encuentros con personajes mexicanos, especialmente relacionados con el comercio exterior y, posteriormente, como invitado especial del Gobierno Mexicano, visitó la V Feria de México en San Antonio, Texas, misma que se realizó del 8 al 12 septiembre con un total de 1,500 expositores.
Independientemente de que la visita de Don Apolonio fue muy interesante y agradable, y de que visitó la V Feria de México en San Antonio, la reanudación formal de relaciones con España sólo se dio en marzo de 1977, pues el Gobierno Español no consideraba idónea hacerla mientras Luis Echeverria estuviera el frente del Gobierno Mexicano.
Comentarios.
Ya con el Presidente José López Portillo en funciones, se iniciaron las gestiones para la reanudación formal de relaciones con España y, el 18 de marzo de 1977, fecha muy simbólica por la acción realizada por Lázaro Cárdenas en 1938 con la expropiación petrolera, México y la República Española en el exilio, anunciaron la cancelación de las relaciones diplomáticas entre ambos. El 28 de marzo, los cancilleres respectivos: Santiago Roel y Marcelino Oreja, reunidos en París, manifestaron la decisión de reanudar relaciones diplomáticas.
Como Gerente para Europa Occidental de IMCE que yo era en esa época, definí una serie proyectos y actividades prioritarios para aprovechar el momento, caracterizado por un enorme entusiasmo que generó el reencuentro de dos pueblos que, durante cerca de 500 años, habían compartido una historia, una lengua, una cultura, así como ricas y ancestrales tradiciones.
Así, en abril del 1977, el nuevo Director General del Instituto Mexicano de Comercio Exterior, Lic. Adrián Lajous, viajó a España y presentó los primeros proyectos comerciales y culturales que yo había preparado y que guiarían parte de nuestras actividades. Esta primera visita fue seguida de una serie de actividades que culminaron con la realización de la Feria México 77, durante el mes de octubre, en el Recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid, misma que sirvió de marco a la visita del Presidente José López Portillo a España.
Como Gerente para Europa Occidental, participé activamente en la preparación de la Feria México 77 y de la visita del Presidente López Portillo y, durante la celebración del evento, estuve a cargo de la Sección de Tecnología y Servicios coordinando la participación de 61 bancos, empresas de tecnología, cámaras y organismos cúpula.
Conviene señalar que, de septiembre de 1975 a octubre de 1977, hubo un total de 6 encargados de la Oficina Comercial en Madrid por lo que, aprovechando que la mayor parte de los 14 miembros del Consejo de Administración del IMCE iban acompañando al Presidente López Portillo en su visita, se decidió realizar una sesión del Consejo, a fin de terminar con esta situación tan irregular y establecer formalmente la Consejería Comercial de México para España y Portugal, con sede en Madrid. En la misma, también se designó como su titular al Lic. Fernando Fernández Nieto, quien era el Director de Planeación del IMCE.
Teniendo en cuenta el conocimiento y experiencia que yo había acumulado del mercado europeo, a través de un curso de Técnicas de Comercio Exterior en la Agence de Coopération Technique, Industrielle et Economique de la República Francesa, en París, becado por CONACYT; como becario en la Consejería Comercial de México en París y como Gerente de Promoción para Europa Occidental, encargado de coordinar las actividades de las Consejerías Comerciales de México en el área, a mi regreso a México me ofrecieron el puesto de Consejero Comercial Adjunto en España.
A partir del 1º de noviembre empecé a desempeñar ese puesto en Madrid y, el 1º de mayo de 1980, fui designado Jefe de la Oficina Comercial de México para Cataluña y la Comunidad Valenciana, con sede en Barcelona.
Apuntes finales.
Las acciones que realizó el Presidente Luis Echeverría para condenar al Régimen del General Francisco Franco, generaron un ambiente de malestar en gran parte de la Colonia Española en México y otros núcleos de la sociedad mexicana pues, la premura que mostró por reanudar relaciones con España generó una serie de atropellos y acciones que rompían con todas las formalidades, protocolos y reglas de la diplomacia, a pesar de los comentarios y sugerencias de algunos funcionarios que señalaron su improcedencia.
A Luis Echeverría, lo que le interesaba era reanudar relaciones antes de finalizar su sexenio, situación que no se dio como él quería.
Afortunadamente, la reanudación de relaciones diplomáticas al inicio del sexenio del Presidente José López Portillo y su visita a España, hicieron olvidar la pésima actuación de Luis Echeverría e impulsaron grandemente las relaciones bilaterales, generando un fortalecimiento enorme que ha provocado que España, en el año 2020, haya sido el 7º cliente más importante de México y el 2º dentro de la Unión Europea, así como nuestro 14º proveedor mundial y el 2º del bloque europeo.
En materia de inversión, España es el 2º proveedor de capitales a través IED, con 73,000 millones US, presentes en más de 7,000 sociedades mexicanas.
Anexa a la presente, me permito incluir la serie de actividades que, como promotor del Comercio Exterior de Mexico he realizado con España y Europa Occidental, que muestra los resultados de nuestra relación con ambas entidades (en la siguiente liga se pueden consultar).
Como un anécdota muy personal, me permito señalar que, a principios del Siglo XX, los ingleses introdujeron el fútbol soccer en nuestro país, sin embargo, fueron los españoles los que le dieron un impulso enorme a través de los equipos Asturias y España, convirtiéndolo en el Deporte Nacional de México.
El apogeo de ambos equipos se dio en la década de los 30’s y, el equipo Asturias, para reforzar su característica de asturiano, contrató los servicios de un defensa central que jugaba en el equipo Caudal de Mieres, del Principado de Asturias, Don Benjamín Alonso Canga.
Su habilidad como defensa, lo convirtió en el jugador más emblemático del equipo y de la época, motivo por el cual, en el año 1937, fue el Primer Extranjero que jugó en la Selección Nacional de Fútbol de México.
Cuando dejó de ser jugador activo, Benjamín Alonso participó activamente en la creación de la Liga Española Interclubes, por lo que los clubes de futbol españoles en México (Centro Vasco, Deportivo Llanes, Atlético Bembibre, Real Madrid, Deportivo Ibero y Juventud Asturiana), le otorgaron un “Testimonio de Agradecimiento” el 13 de marzo de 1954; también fue seleccionado del famoso y poderoso combinado España-Asturias de los años treinta.
Por su destacada actividad deportiva, don Benjamín fue objeto de otras distinciones entre ellas el Reconocimiento al Mérito Deportivo en el Futbol de Antaño y Agente Honorario del Cuerpo de Policía del Distrito Federal, además de que formó parte de la Comisión de Glosa de la Junta Directiva del Centro Asturiano de México desde 1965 hasta su muerte en el año de 1992.
Por cierto, Don Benjamín Alonso Canga, es padre de Maribel, mi esposa.