Por Vidal Ibarra Puig***

Rusia invadió a Ucrania y prácticamente todo el mundo condenó esa acción. Hubo algunos países latinoamericanos que se declararon neutrales (Brasil), otros que apoyan a Rusia (Venezuela y Nicaragua) y otros que se han negado a sancionar al país invasor, a pesar de que condenan la agresión (México).

México tardó mucho en hacer la condena de dicha agresión, y las declaraciones de los altos funcionarios van en el sentido de querer quedar bien tanto con Ucrania como con Rusia. Pero recordemos que cuando Italia invadió Etiopía antes de la segunda guerra mundial, México fue de los primeros países que protestaron contra la invasión (hay una glorieta llamada de Etiopía que conmemora ese hecho en CDMX, a raíz de la visita del Negus, gobernante de dicho país); cuando Hitler se anexó Austria, México encabezó con otros países la condena internacional; cuando Franco comenzó la rebelión militar que acabó con la República Española, México se puso decididamente del lado de la democracia y envió barcos con ayuda humanitaria a la República Española y trajo muchos niños españoles y varios republicanos connotados para ponerlos a salvo de le guerra (a raíz de lo cual nació la Casa de España, posteriormente llamada el Colegio de México). Cuando Bush quería invadir Irak, México junto con Francia se opusieron firmemente a la guerra. Y así la historia de la diplomacia mexicana, siempre haciendo valer los principios de política exterior plasmados en la Constitución (y lo pueden atestiguar los cubanos, por ejemplo).

Por cierto ¿sabe usted por qué dieron a Juárez el honor de llamarlo “Benemérito de las Américas”? No fue por su tibieza y por su indefinición en política exterior, ni por querer quedar bien con todos: fue por defender los derechos humanos, de soberanía y no intervención entre países; todo esto, insistimos, plasmado en la Constitución.

A raíz de esta invasión, el petróleo ha subido por encima de los niveles de 100 dólares por barril (si el actual gobierno no hubiera disminuido la plataforma de exportación, ahorita estaríamos disfrutando de una bonanza petrolera de millones de dólares). El gas natural ha disparado sus precios (y México es un alto importador de este bien) y las tasas de interés internacionales están presionadas al alza.

En este contexto, en nuestro país la inflación no cede, la inversión va a la baja, aumentaron las tasas de interés (lo que llevará a un incremento en el costo del crédito y hará que se incrementen los montos de los pagos de los créditos de los consumidores, por lo que hay riesgo de incremento en la cartera vencida de los bancos); la confianza del consumidor a la baja (todo según datos del INEGI). Más de 1,000 fallecidos por Covid el día 10 de febrero.

Además, del 8 de febrero de 2019 al 21 de febrero de 2022, los inversionistas internacionales han sacado del país 632.1 miles de millones de pesos, según Banxico, o sea 31,605 miles de millones de dólares, considerando un tipo de cambio de 20 pesos por dólar. 

Por su parte, el personal ocupado total del sector manufacturero descendió 0.1% a tasa mensual, y aunque en diciembre de 2021 y con cifras desestacionalizadas, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) aumentó 0.8% a tasa mensual, no hay claras señales de recuperación de la economía.

Ojalá y no, pero todo apunta hacia un escenario muy negativo para la economía mexicana, en el corto plazo.

Cuide su salud, cuide su dinero. Use cubrebocas.

***Doctor en Relaciones Económicas Internacionales por Sciences Po, París; profesor en el Departamento de Economía de la UAM Azcapotzalco, viip@azc.uam.mx