Valle de México, agosto.- El establecimiento de precios máximos al gas licuado de petróleo (L.P.), que se comenzó a aplicar a principios de agosto, disminuyó la presión al alza que venían transfiriendo los energético a la inflación general, de acuerdo con el reporte trimestral abril-junio ofrecido por el Banco de México.
“De haberse mantenido el precio del gas L.P. en el nivel que registró en la segunda quincena de julio, en lugar de haber disminuido por la política de precios máximos, la inflación general anual se hubiera ubicado en 5.99 por ciento”, se aseguró en el documento.
Hay que recordar que en días recientes, el INEGI dio a conocer que en la primera mitad de agosto la inflación general fue de 5.58 por ciento y la no subyacente —indicador que reporta los servicios y productos más susceptibles a la volatilidad, entre ellos los energéticos— mostró un aumento de 8.08 por ciento.