Cultura y Turismo, Opinión

Necesario configurar un nuevo modelo de turismo en el Edomex/José Omar Tinajero Morales

Museo Eremitorio Tepe

Por José Omar Tinajero Morales*

El turismo no volverá a ser el mismo, después de lo vivido en los últimos años, por lo que se ha tenido que reformular para seguir siendo una importante actividad económica. La OMT ha señalado que en el 2022, se caracterizará por una  ruralización del turismo, es decir, que los turistas están prefiriendo lo lugares que permiten mayor contacto con la naturaleza, el aire limpio, la gastronomía tradicional,  el patrimonio cultural, por lo que jugarán un papel clave municipios que cumplan con esas características y que estén cercanos a la ciudades. Así que nos encontramos ante un retorno  con los orígenes culturales, el empoderamiento de lo local, el sentimiento de libertad y los productos naturales.

El Estado de México al ubicarse cerca de la Ciudad de México y contar con municipios con vocación turística en un ambiente rural y semiurbano, se coloca como una gran alternativa para los turistas. Algunos municipios mexiquenses que pueden verse beneficiados por la reactivación de la actividad turística son: Tepotzotlán, Malinalco, Tepetlaoxtoc, Texcoco, Villa de Carbón,  Amecameca, Tlalmanalco, Acolman, Teotihuacán, Metepec,  Valle de Bravo, Aculco, Otumba, Papalotla Nopaltepec, entre otros.

Otro aspecto que deberán tomar en cuenta los servidores turísticos es el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) para informar y motivar a los turistas a visitar sus destinos. En la economía del conocimiento, los visitantes planean sus viajes consultando páginas Web, blogs y redes sociales, por lo que las empresas turísticas, incluso las más pequeñas se deben adaptar a las exigencias de la nueva economía, aprovechando al  máximo las herramientas tecnológicas tanto para tomar decisiones y obtener mayor visibilidad como el empleo de Big Data, Cloud Computing, inteligencia artificial, Marketing Digital y Social Media;  como para facilitar interacciones económicas por medio del empleo de  fintech, códigos QR, lectores de tarjetas de débito y crédito.

Buena parte del trabajo administrativo de las empresas turísticas se seguirá haciendo desde casa ya que ha demostrado ahorros, tanto para trabajadores como para los empresarios. Se deberán propiciar redes de inversión y alianzas estratégicas para reactivar la actividad por medio de intercambio de información, capital, colaboración y experiencia.

Por lo tanto, el turismo rural, el ecoturismo, el turismo de aventura, el turismo gastronómico, el turismo arqueológico, histórico y religioso se abren como dominantes en el nuevo modelo.

El turismo siguiendo la lógica de la sustentabilidad y la sostenibilidad debe integrarse dentro del modelo de la economía circular para separar residuos y poder cumplir con las Tres “R”: reduce, reúsa y recicla. Esto permitirá que los diferentes tipos de residuos puedan reintegrase al ciclo económico – técnico y al ciclo biológico. Los polos turísticos deben seguir las normas del ordenamiento territorial, con construcciones eficientes desde el punto de vista ecológico y ser accesibles para transporte limpio y planificado.

Aunque la situación de salud ha mejorado, no se debe de bajar la guardia y se deberán seguir conservando normas y protocolos, que permitan la realización de viajes e interacciones en un marco seguro y saludable. Seguirá dominado los pequeños grupos como parejas y familias, lo que implica una atención más personalizada.

La actividad turística tendrá que trabajar mucho en la creación de contenidos que generen emociones y vivencias entre los turistas que llegan al lugar destino.  La educación ayudará a generar puentes con las nuevas generaciones como los centennials, que se caracterizan por ser nativos digitales y globales.

Todo lo anterior lleva a que se den relaciones intergubernamentales (RIGs) de los diferentes niveles de gobiernos en relación con los servicios turísticos para que planifiquen el turismo y así reactivar la economía en el nuevo contexto. El turismo debe seguir una línea sustentable, innovadora, resilente y disruptiva.

*Licenciado en etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia; maestro en estudios regionales por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y doctor en geografía por la UNAM; es autor de 30 libros que se han publicado en México, Alemania, España, Colombia y Argentina.

**La gráfica principal que ilustra el texto corresponde al Museo Emeritorio Fray Domingo de Betanzos, en Tepetlaoxtoc.

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