Opinión

¿Por qué no crece la economía mexicana?/Vidal Ibarra Puig*

Caída-Economía

*Doctor en economía por SciencesPo París. Profesor en el Departamento de Economía UAM Azcapotzalco, viip@azc.uam.mx

La fuerte caída de la economía nacional durante 2020 (-8.20 % en el PIB, una de las más fuertes no solo a nivel de América latina, sino del mundo en general), pone una vez más en el centro del debate el modelo de desarrollo de la economía mexicana. Para analizar esto, comencemos recordando lo que los economistas llaman “el círculo virtuoso de la economía”.

Según este enfoque, la Inversión genera empleos, los empleos generan demanda de productos, por lo que las empresas se sienten motivadas para invertir y al hacerlo, generan más empleos, repitiéndose así el círculo. Nótese que esta inversión puede ser hecha ya sea por el sector público o por el sector privado.

En este contexto, el comportamiento de la inversión en México ha sido como lo muestra la siguiente gráfica. Ahí se observa que, de enero de 2000 hasta diciembre de 2008, este indicador iba al alza, para después tener una caída y retomar su tendencia al alza hasta diciembre de 2016, cuando comenzó a experimentar una leve tendencia a la baja, la cual se agudiza a partir de octubre de 2018 y durante todo 2019; de forma tal que cuando se reconoce al Covid 19 como pandemia en marzo de 2020, ya este indicador iba francamente a la baja. La inversión toca fondo en mayo de 2020 y a partir de ahí tiene un rebote, que sin embargo no ha sido suficiente para recuperar los niveles preCovid 19.

¿Qué ha pasado entonces? Que el círculo virtuoso ha sido roto: no hay inversión, no hay empleos y por lo tanto no hay demanda: ¿consecuencia? La economía se cae. En otras palabras, ni la inversión privada ni la pública han aumentado y por lo tanto han sido suficientes para amortiguar los efectos de la pandemia.

Hay que recordar que, en el caso de nuestro país, el presidente dijo que no habría ningún apoyo para las empresas durante la actual crisis, por lo que se estima que de los 4.86 millones de establecimientos micro, pequeños y medianos reportados en los Censos Económicos 2019, sobrevivieron 3.85 millones en 2021, o sea que un millón 10 mil 857 cerraron sus puertas, si bien nacieron 619 mil negocios; en otras palabras, hay un 8.1 por ciento menos. Cabe mencionar que tampoco hubo apoyos para las personas de manera permanente; es decir, no se instrumentó un programa de protección al empleo ni tampoco a las personas.

El impacto en el empleo fue tan fuerte que el mismo presidente reconoció a principios de este 2020 una pérdida de 646 mil 890 empleos formales en 2020; y a lo largo de este año, la recuperación laboral ha sido básicamente en el sector informal.

Ya con esto tenemos uno de los elementos cruciales para comenzar a entender la falta de crecimiento en el país: la falta de inversión.

Hay otros factores, como las crisis internacionales y, más concretamente, las recesiones en los Estados Unidos, nuestro mayor mercado para las exportaciones con aproximadamente el 80 por ciento del total, por lo que  al caer EEUU en crisis, disminuyen sus importaciones, en especial las provenientes de México.

Desde que se abandonó el proteccionismo en la década de los 80s del siglo pasado y se decidió el modelo de crecimiento “hacia afuera”, la economía no ha logrado tener las tasas de crecimiento del Desarrollo Estabilizador, que eran del 5 o 6 por ciento reales, con inflación controlada. Si retomamos las cifras del presente siglo, vemos que, durante los tres primeros años de las diferentes administraciones, el PIB ha crecido de acuerdo a lo siguiente.

Con Fox, y teniendo una recesión en los EEUU en el año 2001, nuestro país creció 0.3 por ciento en promedio; con Calderón y considerando la gran recesión mundial de 2008/2009, el país cayó 0.6 por ciento en promedio. Con Peña Nieto, y considerando que el mundo ya se estaba recuperando del impacto de la crisis de 2008, el país creció 2.5 % en promedio durante los tres primeros años. Finalmente, con López O., la economía lleva una caída promedio anual de 1.1 por ciento, a pesar del buen comportamiento promedio de la economía de la EEUU (crecimiento de 1.7 % en promedio), fuente: FMI (crecimiento de 2021 estimado).

Qué es lo que está pasando actualmente? ¿por qué el impacto de la crisis actual fue tan fuerte en México?

Ya vimos que la falta de inversión, púbica y privada, explica parte de esta caída, pues al no haber inversión no hay empleos y no hay demanda, por lo que se frena el crecimiento. Las crisis externas también abonan a este freno de la actividad economica pues las exportacioes disminuyen.

Pero hay otro elemento que ya mencionamos brevemente: la respuesta del gobierno ante las crisis o, simplemente, el manejo de la política económica.

La política económica de la actual administración se ha caracterizado por una disminución del gasto (austeridad le llaman), tanto gasto corriente (suedos salarios, compra de artículos de oficina, etcétera) y gasto de inversión, por ejemplo la  creación de infraestructura, como la construcción de hospitales, escuelas, carreteras, etcétera. Vale mencionar quie los tres proyectos estrella de esta administración (el tren maya, la refinería de Dos Bocas en Tabasco, y el aeropuerto de Santa Lucía) tienen un impacto limitado sobre la actividad económica, pues la está realizando en parte el ejército, al cual se distrae de sus ocupaciones fundamentales para volverlos albañiles y directores de obra sin experiencia en las obras que realizan. Los resultados se verán después. Además, según diversos informes, los costos estimados han venido aumentando.

A lo anterior debe añadirse la falta de inversión del sector privado, que no ha sabido ser compensada por la inversión pública.

De esta manera, ante la falta de una reforma fiscal que pudo haberse hecho durante 2019, antes de la crisis y cuando el gobierno tenía la mayoría absoluta en ambas cámaras, la pandemia del covid 19 tomó al gobierno sin recursos, pues además este agotó varios fideicomisos (bajo la acusación de corrupción, cosa que nunca ha demostrado) que se tenían por ejemplo para amortiguar los impactos de los desastres naturales (Fonden), para el desarrrollo de la ciencia (como los fideicomisos de Conacyt) y los ha utilizado por ejemplo para comprar la refinería de Deer Park (la cual ha generado pérdidas de 360 millones de dólares tan solo este año de 2021).

La otra manera en que el gobierno actual pudo haberse hecho de recursos era cancelando el Fobaproa-IPAB, al que tanto criticó López durante 18 años y que tampoco tocó cuando pudo haberlo hecho; y que sin embargo  sigue costando muy caro al país: tan solo en 2020 el costo financiero del IPAB para las finanzas públicas del estado fue de 43,330 millones de pesos.

En resumen: falta de inversión, falta de apoyo a la economía en su conjunto (no se dio protección  al empleo, no se dieron apoyos efectivos a la población), proyectos de infraestructura mal desarrollados, están entre las causas por las que la economía de México no crece en las actuales circunstancias.

¿Alguien se atreverá a decirle al presidente López que su política económica está mal?