Por Arnulfo R. Gómez (Catedrático comercio internacional)
Ellos se ríen de mi porque soy diferente
Yo me río de ellos porque todos son igualitos
Anónimo
En el primer bimestre de 2018, el crecimiento de la Exportación Total de México registró un crecimiento de 12.19%, sin embargo, en los tres años siguientes sufrió un enorme debilitamiento pues, en 2019, su crecimiento se redujo a 4.96%.
Este proceso se acentuó en 2020, con un crecimiento de sólo 1.96% y, en 2021, tuvo una tasa negativa de -1.91% que se revirtió en el año 2022, en que nuestros envíos al exterior retornaron a la senda del crecimiento con una tasa positiva de 16.42% y un incremento en valor de 11,303 millones US, el más elevado entre 1993/2021, aunque en porcentaje, se situó en 9º lugar de crecimiento del periodo.
Esto permitió superar el nivel prepandemia al alcanzar un valor de exportación de 80,145 millones US, ya que, en 2020, fue de sólo 70,180 millones US y, en 2021, de 68,842 millones US.
Por lo que se refiere a las importaciones, la situación fue similar, con decrementos en 2020 y 2021, pero, con una muy importante recuperación en 2022, misma que alcanzó una tasa de 26.32% y un incremento de 17,741 millones US, también el más alto del periodo 1993/2021.
Como consecuencia de la evolución de ambas variables, después de haber registrado superávit en 2020 y 2021, en el año 2022 registramos un déficit de -4,993 millones US. Para el periodo 1993/2021, el déficit acumulado fue de -40,623 millones US con un saldo negativo promedio anual de -2,640 millones US.
Exportación.
El incremento de la Exportación Total es consecuencia de los resultados positivos de sus diversos agregados pues, la Exportación Petrolera registró una tasa de crecimiento de 45.04%, debido a que sus dos componentes: la Exportación de Crudo se incrementó en 34.52%, en tanto que Otras Exportaciones Petroleras lo hicieron en 113.33%.
La Exportación No Petrolera lo hizo en 14.84%, debido a que la Exportación Agropecuaria creció 9.75%; la Exportación Extractiva en 5.91%; y la Exportación Manufacturera en 15.33%.
Importante es señalar que, en todos los rubros, se alcanzó un valor superior al registrado en el 2019, año previo a la pandemia.
Importación.
La Importación Total también tuvo una importante recuperación con 26.32% ya que, sus dos agregados registraron un incremento que, en el caso de la Importación Petrolera fue de 51.52%, en tanto que la No Petrolera alcanzó 23.93%.
Por lo que se refiere a la Importación de Consumo Final, el incremento fue de 35.68% pues, la Importación de Consumo Petrolera lo hizo en 68.34% y la Importación de Consumo No Petrolera en 26.75%.
La Importación Intermedia Total que, es el rubro más importante de compras del exterior, correspondió al 79.46% de la Importación Total, y tuvo un incremento de 26.22%, equivalente a 14,052 millones US, de la cual, la Importación Intermedia Petrolera creció en 44.38%, en tanto que la Importación Intermedia No Petrolera lo hizo en 24.68%.
Finalmente, la Importación de Bienes de Capital registró un símbolo muy positivo con 14.54%, sobre todo, porque durante los tres años precedentes, había tenido decrementos de -0.09%; -12.47%; y -5.29%, en 2019, 2020 y 2021, respectivamente.
Comentarios.
Las cifras de nuestro comercio exterior presentan símbolos positivos después de dos años de decrementos ocasionados por el debilitamiento de la actividad económica a partir de 2019, la cual se profundizó en el año 2021, sin embargo, en los dos primeros meses de 2022, la exportación superó los niveles prepandemia con un crecimiento de 16.42%.
En el caso de la Importación Intermedia Total, el incremento fue superior a la exportación, con una tasa de 26.22%, lo que resulta muy positivo pues, gran parte de la producción de bienes orientados al mercado doméstico y al internacional, depende de la importación de insumos extranjeros a los cuales, desgraciadamente, se les añade muy reducido valor en nuestro país para su venta final.
Por esta circunstancia, el rubro que mayor incremento registró en este periodo fue el de Importación Intermedia No Petrolera con 12,192 millones US y una tasa de crecimiento de 24.68%.
Importante es señalar que esta recuperación obedece más a un efecto de rebote, después de una crisis, que al resultado de una estrategia que debería haberse diseñado con ese objetivo y que, gran parte de este dinamismo, es consecuencia de la presencia en nuestro país, de numerosas plantas de empresas transnacionales exportadoras de manufacturas que, mediante una política corporativa muy exitosa a base de transacciones intrafirma, utilizan a nuestro territorio como centro de costos, situación que también favorece un regreso más fácil y rápido al nivel de ventas anterior a la pandemia, originada por la estrecha relación y enorme dependencia con la casa matriz.
Apuntes finales.
Durante el primer bimestre de 2022, el comercio exterior de México registró una importante recuperación en la que, tanto la exportación como la importación, en todos los rubros que las componen, presentaron montos superiores al nivel anterior a la pandemia, situación que resulta muy positiva pues, implica la reactivación de un sector de la economía mexicana aunque, desgraciadamente, no abarca a la economía en general debido al reducido y decreciente Valor Agregado Nacional (VAN) que se genera en nuestro territorio.
En esencia, el problema del comercio exterior de México es la debilidad de su estructura ya que el reducido VAN en la exportación es la deficiencia más grande que se presenta pues, desde la entrada en vigor del TLCAN, su proporción ha decrecido. Así, del 58.8% que generaba en 1993, se redujo a 39.13% en 2012, mismo que en este último año estuvo compuesto por 25.01% de productos netamente mexicanos y 14.13% de valor añadido a la reexportación. Excluyendo al petróleo, el porcentaje de VAN fue de sólo 27.58%.
A continuación, incluyo un cuadro con información estadística detallada de la evolución de la estructura del comercio, para el periodo 1993/2012, en donde se presentan los dos grandes rubros de la exportación, mismos que corresponden a Exportación Definitiva y Exportación basada en el Programa IMMEX de Importación Temporal, en donde se puede constatar el declive de nuestro VAN, con y sin petróleo. Importante es señalar que, la información estadística sobre los diversos agregados de la exportación dejó publicarse a partir del año 2013, “por cuestiones de confidencialidad”, por lo que los datos posteriores a 2012, son estimaciones que nos dicen que, en el año 2018, el VAN total fue de 37%.
La ausencia de este elemento muestra la ignorancia de las autoridades mexicanas en relación con la utilidad de las estadísticas pues, limita totalmente la posibilidad de conocer la estructura del comercio exterior mexicano e impide la realización de estudios que incidan positivamente en la definición de estrategias para impulsar las exportaciones y promover la IED, con independencia de los problemas que presenta el marco sistémico tan deficiente que han propiciado nuestros funcionarios debido al dogmatismo, a la improvisación y a la simulación que prevalece en la realización de sus actividades.
A continuación, incluyo un cuadro elaborado por la Dirección de Estudios Económicos de BANCOMEXT en donde, paradójicamente, presenta datos consolidados del valor agregado Nacional en la Exportación Mexicana, en el año 2019, debiendo hacer notar que en el sector automotriz y el de autopartes, en los que supuestamente México tiene enormes fortalezas, es de sólo 26% cuando, en 1993, era de 35%.
Desgraciadamente, pareciera que nuestras autoridades ignoran para que sirven las estadísticas pues, aunque cuentan con toda clase de datos sobre la estructura y los productos de exportación e importación, ilógica y obtusamente los “restringen para consumo interno por cuestiones de confidencialidad”.
Conviene señalar que la reactivación y reestructuración que está registrando la economía mundial, debería ser capitalizada por nuestro país haciendo lo contrario de lo que han hecho hasta ahora.
Así, se deberá empezar con una profesionalización de la estructura de promoción con gente de experiencia en el campo específico de trabajo, que permita el fortalecimiento de la promoción de la exportación y la inversión extranjera directa con políticas públicas realistas, a fin de acabar con los teóricos que trabajan con enorme simulación y peor improvisación, mismas que han caracterizado a las actividades del sector exportador en los 29 años más recientes.
Esto permitiría la definición de una estrategia realista, a fin de aprovechar el cambio que se registra a nivel mundial y las oportunidades que se presentan en el exterior, con programas, proyectos y políticas públicas que hagan más competitivos a los productos mexicanos, a fin de que accedan adecuadamente a los nichos que se presentan en los diversos países, estableciendo prioridades de acuerdo con las posibilidades que hay en el mercado internacional.
N. B.
Ante estas circunstancias, ojalá que no se vaya a optar por seguir la recomendación de Doña Elena Poniatowska de integrar a Doña Guadalupe Piña al Gabinete ya que, sin duda alguna, la señora Piña es una persona muy trabajadora que demostró diligencia, audacia y conocimiento práctico en su campo de trabajo, y definió una estrategia para vender tlayudas en el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, pero, estoy convencido de que su incorporación al servicio público, no ayudaría a solucionar el problema que ahora tenemos enfrente y que, a pesar de la destreza que la Sra. Piña ha mostrado en su negocio, la situación del comercio exterior mexicano seguiría igual.