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Activistas realizan taller para difundir historia de Juan Diego y el “Acontecimiento Guadalupano”

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Valle de México, a 6 de diciembre.- Con motivo de las actividades que se llevan a cabo por parte del grupo ecologista “Franature Mahatma Gandhi” sobre la ruta de San Juan Diego para la polinización a través de plantas, y a unos días de la celebración de la fiesta de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac,  cuya imagen se estampó en el ayate del santo originario del municipio de Cuautitlán, un 12 de diciembre de 1531, se realizó un taller sobre el acontecimiento guadalupano.

El presbítero y doctor Israel Mendoza Tinoco fue quien impartió este taller durante cuatro sesiones que se efectuaron en la parroquia dedicada a “Santa María de Guadalupe”, ubicada en Parque Residencial Coacalco, al que acudieron varios feligreses y personas interesadas en este hecho histórico que marcó al México de la Nueva España como el inicio de la implantación de la fe cristiana.

De manera didáctica, el sacerdote Israel Mendoza explicó, con base en fuentes documentales, orales, arqueólogicas y artísticas, la existencia de San Juan Diego, excelente indígena, hijo de su cultura, que perteneció a la etnia chichimeca, alfarero de profesión y quien vivió en Cuautitlán en la época del señorío mexica, y conoció el esplendor de la cultura que reinó en el centro del poder de la antigua Tenochtitlán.

El padre Israel afirmó que las principales fuentes documentales que sustenta el acontecimiento guadalupano como un hecho histórico son el “Códice Escalada”, el libro “Nican Mopohua”, de Antonio Valeriano, el “Nican Moctepana” de Fernando de Alba, y el Testamento de la hija de Juan Martín, del año de 1559.

Puntualizó que el acontecimiento guadalupano es un hecho histórico y no una ficción pía porque en este hay personajes históricos concretos como la Virgen de Guadalupe, San Juan Diego, su tío Juan Bernardino, Fray Juan de Zumárraga, entre otros.

Agregó que estas fuentes documentales arrojan que los principales lugares donde se desarrolló este hecho histórico fueron Cuautitlán, el Tepeyac y Tlatelolco.

El doctor en Historia de la iglesia mencionó que su trabajo para obtener el grado de doctor lo hizo durante cinco años, lapso en el que leyó más de 50 libros y 80 mil actas, por lo que otras de las fuentes que cita son las orales que fueron informaciones jurídicas de 1666 de los pronotarios, después las informaciones guadalupanas de Cuautitlán de 1798 a 1799 que se basan en el testimonio de 19 testigos que conocieron por voz de sus padres o abuelos el lugar donde vivió San Juan Diego en ese municipio.

Dijo que en las fuentes orales también destacan las informaciones de 1852, cuyo punto focal es la curación milagrosa del tío de San Juan Diego, Juan Bernardino.

El sacerdote añadió que en lo referente a las fuentes arqueológicas, se encuentran las excavaciones que se hicieron en el año de 1963 en el terreno donde estuvo la casa de San Juan Diego en Cuautitlán, donde hoy se ubica el templo denominado “El Cerrito” y donde los arqueólogos hallaron una ofrenda prehispánica formada por diversos objetos, así como piezas fabricadas por un alfarero consistentes en trastes que el indígena vendía o intercambiaba en el mercado de Tlatelolco, lugar en el que también tomo catequesis.

Precisó que otras excavaciones  las dirigió el arqueólogo Luis Córdoba Barradas.

Habló también de las fuentes artísticas que existen como pinturas de la Virgen de Guadalupe, las cuales pueden observarse en diversos lugares, como las parroquias del poblado de San Lorenzo Río Tenco  en Cuautitlán, entre otras.

El religioso hizo hincapié en que con base en todas estas fuentes su trabajo concluye en que San Juan Diego habitó en el municipio de Cuautitlán y no en Tulpetlac como mencionan diversos estudios del acontecimiento guadalupano, “se trató de un error que apareció en el libro de Luís Becerra Tanco en 1666, que mencionó a Tulpetlac, palabra que siguió apareciendo en posteriores escritos como un teléfono descompuesto”.

Destacó que en el libro del doctor Luis Eduardo Chávez Sánchez “La Verdad de Guadalupe”, se menciona que San Juan Diego vivió en el poblado de Tulpetlac, afirmación que no es sustentada por un aparato crítico, por lo que toda esta confusión provino de “un error de dedo caligráfico”, que tuvo una fe de erratas en las reediciones del libro de Becerra Tanco, que hizo Antonio de Gama en 1675 y 1685.

Al referirse a este tema en específico manifestó que no se trata de imponer nada, sino de buscar la verdad histórica basada en la ciencia, en la investigación y principalmente en las fuentes, “no estamos inventando nada, la labor del investigador es encontrar la verdad”.

Finalmente, subrayó que hay varios puntos abiertos en la historia de San Juan Diego, como quiénes fueron sus padres, dónde quedaron sus restos, si tuvo hijos, así como el hecho de que no hay fuente documental que proceda de la pluma de fray Juan de Zumárraga, religioso que encabezó la comitiva de los 12 primeros frailes franciscanos que llegaron a la Nueva España a evangelizar a nuestros antepasados prehispánicos.