Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
Las barrancas naturales que durante décadas estuvieron abandonadas y, por ende, se convirtieron en tiraderos de basura, drenaje o hasta negocio de funcionarios al gestionar su embovedado, hoy podrían ser recatadas para convertirlas en microclimas o espacios de esparcimiento tendentes a mejorar el medio ambiente de una de las ciudades más pobladas y urbanizadas del mundo.
Diversas asociaciones ambientalistas del Valle de México que integran parte del recién formado Colectivo de Organizaciones de la Sierra de Guadalupe (Consigue), iniciaron un ambicioso programa de trabajo cuyo primordial punto de su agenda consiste en llevar a cabo recorridos permanentes por las barrancas que nacen en el área natural protegida Sierra de Guadalupe.
Dicha actividad se lleva a cabo en acuerdo con personal calificado de la Coordinación General de Conservación Ecológica (CGCE), dependiente de la Secretaria de Medio Ambiente del Estado de México, en la que participan los ingenieros ambientales Jaime Ramírez Rivas y Gerardo Valverde Nieto, en representación de la titular, la doctora Elvia Alva Rojas.
El pasado sábado 11 del presente mes inició el recorrido por la barranca Almárcigo, con la representación de dirigentes de algunas de las asociaciones afiliadas a Consigue, entre otras, Grupo Ambientalista Sierra de Guadalupe; Colectivo Verdeando Sierra de Guadalupe; El Camino de la Huella; Grupo de Voluntarios por la Sierra de Guadalupe.
También forman parte de Consigue, entre otras que se están integrando, Fundación Bienestar para la Biodiversidad; Grupo Ecologista Guardianes del Ehécatl; Iniciativa Edomex-Siemba, Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi (Franature), Manos a la Tierra y Ecosistémica.
El recorrido del domingo 11 fue encabezado por el ingeniero Gerardo Valverde Nieto, delegado regional en Sierra de Guadalupe, en representación de la doctora Elvia Alva Rojas, y Daniel Granados Marmolejo por el colectivo Consigue.
Además de haber detectado asentamientos en la rivera de barrancas, que pone en riesgo la seguridad de familias asentadas allí, identificaron que en las partes bajas el común denominador es la presencia de residuos sólidos y el vertedero e aguas negras.
A nombre de Consigue, Daniel Granados Marmolejo concluyó que “hay un abandono de los gobiernos sin precedente (y que) los diputados que visitan la zona solo se sacan la foto (y) no hacen recorridos y usan a las comunidades con clientelismo político.”
En mensaje dirigido a una de las representantes, de nombre Yaneth, Granados Marmolejo agradece su información de la barranca y refiere que se hará reporte y gestión, además de una propuesta para mesas de trabajo donde se pueda plantear la problemática.
Otra persona que se identifica como Yan cito: “gracias a ustedes y su apoyo. Gracias por su tiempo. Esperemos se generen acciones en favor de esta barranca”.
Más adelante Daniel Granados refirió que se identificaron sitios posibles a reforestar y una nueve especie a introducir: La Lechuguilla, cuyo cada bulbo tiene más de 50 (semillas) y que en el sitio identificó unas mil 200 semillas.
Rod Dc compartió algunas fotos, muy elocuentes, como la de la barranca en mención que ilustra el horroroso hacinamiento de viviendas y construcciones en pleno filo de la barranca donde se expone el riesgo que corren esos asentamientos que de llegar una tromba atípica que arrastre sedimento, piedras y basura de Sierra de Guadalupe y deslave los bordes.
Gran parte de la problemática que viven las barrancas en una de las zonas más densamente pobladas del mundo como es la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, de la que forman parte 59 municipios conurbados del Estado de México con la capital del país, que es un fenómeno a nivel nacional, es producto de trienios y sexenios pasados de corrupción en los que no se cuidó o respetó el medio ambiente en beneficio de un verdadero equilibrio entre el avance de la mancha urbana, el campo y las reservas verdes.
*Presidente de la ONG Franature