Por Arnulfo R. Gómez (Catedrático Comercio Exterior)
Ellos se ríen de mi porque soy diferente
Yo me río de ellos porque todos son igualitos
Anónimo
Recientemente elaboré un documento con el título de TPP-11 hace su agosto con México, a través del cual describo el pésimo desarrollo de nuestro comercio exterior en relación con dicho bloque, a partir de 1993 y hasta el 2013, año en que nuestros funcionarios decidieron negociar un TLC, abarcando 6 países que serían sus nuevos socios de Asia y Oceanía, miembros del mismo.
También hice referencia al periodo de negociación, de 2013 a 2018, en que la situación continuó siendo negativa para México, misma que se manifestaba en un empeoramiento de la situación y un déficit comercial creciente.
Una vez que dicho TLC entró en vigor, continuó la decadente situación para México de tal manera que, en los tres primeros años, la exportación mexicana presentó decrementos de -547, -834 y -564 millones US, para totalizar -1,945 millones US en ese trienio.
Por el contrario, en estos tres años, las importaciones procedentes del bloque presentaron incrementos de 4,003, 3,687 y 7,645 millones US para totalizar -15,335 millones US, lo cual generó un déficit anual de -17,600, -17,571 y -21,259 millones US, totalizando un déficit de -56,430 millones US en ese trienio.
Para los primeros 8 meses de 2022, enero-agosto, la situación continuó deteriorándose pues, aunque nuestra exportación registró un incremento de 637 millones US, las importaciones lo hicieron en 3,907 millones US. Esto dio como resultado un déficit de -16,189 millones US, cifra récord para el periodo 1993 – 2022, por lo que se puede decir que el TPP-11 hizo su agosto con México en este año.
Desgraciadamente, no se puede decir que esta situación sea algo excepcional pues, durante los 29 años más recientes, se han firmado TLC’s con un total de 54 países y, con 29 de ellos, registramos déficit en el año 1993; para el 2021 fue con 36 y para el periodo1993/2021, con 39. Incluyendo a los países con los que no tenemos TLC, el déficit total abarcó a 150 países, es decir, el 64% de un total de 235 entidades que constituyen a la comunidad internacional con las que México mantiene relaciones comerciales.
Para el año 1993, el déficit fue de -15,625 millones US; para el año 2021, la cifra ascendió a -139,255 millones US y, para el periodo 1993/2021, el acumulado fue de -2,551,512 millones US, equivalente al 198% del PIB Total de México en el año 2021.
En este sentido, es importante señalar que, de los 150 países con los que registramos déficit, el que más preocupante resulta es China pues, si en el año 1993, el monto del déficit fue de -342 millones US, para el 2021 ascendió a -91,765 millones US, es decir, un crecimiento de 26,732 %. El valor del déficit acumulado para el periodo total fue de -930,564 millones US.
Para el periodo enero – agosto de 2022, la exportación mexicana a China totalizó 7,091 millones US, en tanto que nuestras adquisiciones fueron de 79,476 millones US, con un déficit de -72,385 millones US, es decir, China también hizo su agosto con México.
Comentarios.
El creciente número de países con el que registramos déficit comercial, sólo es consecuencia de la ausencia de una política de comercio exterior coherente, así como de la falta de definición de una estrategia integral que incluya competitividad, fomento industrial, promoción de exportaciones y de captación de inversión extranjera, con políticas públicas realistas que permitan aprovechar las oportunidades que presenta el mercado internacional, especialmente, en este periodo de reestructuración de la economía y el comercio internacional.
Especial referencia hay que hacer a los países con los que nuestros funcionarios han firmado TLC’s, por considerarlos prioritarios pero que, difícilmente, podemos considerar exitosos, particularmente, el TPP-11 al que he hecho referencia al principio de esta nota pues, sus resultados, son la muestra más clara de simulación, improvisación, desconocimiento del nivel de competitividad de México, de la estructura de la planta productiva nacional y de su oferta exportable, así como de la operación real del comercio internacional y, lo que es peor, del comercio exterior mexicano.
Funcionarios mexicanos en la Luna
Esto también se manifiesta en el creciente desbalance comercial con China, sobre todo, a partir de 1997 en que el déficit alcanzó -1,201 millones US, y fue creciente, con porcentajes y montos preocupantes, pero, que nuestros improvisados funcionarios, habilitados como expertos en comercio internacional señalaban que no había problema pues, más del 65% de la importación que realizábamos de ese país, era de insumos que utilizábamos para ensamblar y exportar mayormente a EEUU, sin darse cuenta de que, ese era exactamente el problema real, como consecuencia de la carencia de una estrategia de comercio exterior que incluyera los elementos esenciales que he señalado en el párrafo anterior.
Independientemente de que es cierto que importamos numerosos insumos de China, hay que señalar que, con una política de fomento y comercio exterior inteligente, muchos de esos bienes se hubieran podido producir en nuestro país, teniendo en cuenta que ese “nearshoring” que, aparece como “nuevo” para muchos, existe desde antes de la firma del TLCAN y del T-MEC, pero, nunca lo aprovecharon.
También es importante mencionar que, entre las principales importaciones procedentes de China, hay numerosos productos de consumo final como son teléfonos celulares, computadoras, memorias, manufacturas de plástico, confecciones, equipos de aire acondicionado, consolas y máquinas de vídeo juegos, gasolina, farmacéuticos, tilapias, receptores de microondas y que, en los primeros 8 meses de 2022, el 23% de la importación total de automóviles en México, provinieron de ese país.
Apuntes finales.
El enorme desbalance de México, en relación con ambos países, obedece a las enormes carencias que están acordes con la pésima calificación que el Foro Económico Mundial (WEF) le adjudica a las instituciones públicas mexicanas y a sus funcionarios quienes, por sus grandes limitaciones, son incapaces de generar políticas públicas que redunden en beneficio del desarrollo económico del país y el bienestar de sus habitantes.
Preocupante resulta que, ante el “agosto” que han hecho el TPP-11 y China con México, en contrapartida, en nuestro país se ha establecido “el buen fin” que, de acuerdo con la información difundida, entre los principales productos vendidos encontramos computadoras, laptops, calzado, confecciones etc., muchos procedentes de China, así como países que forman parte del TPP-11 como Malasia, Vietnam y Singapur, mismos que figuran entre los 14 principales países con los que registramos un déficit y que, en conjunto, totalizaron 153,865 millones US para el periodo 1993/2021.
En el caso de China, el déficit para el mismo periodo fue de -930,564 millones US.
Sin duda, mucho tendrán que trabajar los nuevos funcionarios mexicanos para poder revertir la negativa situación que presenta nuestro comercio exterior, así como demostrar que no son tan malos como sus predecesores.