***Panorama desinflacionario mejora, pero se mantendría una política monetaria restrictiva: miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México
Valle de México, a 28 de noviembre del 2024.- Ante el innegable avance en el panorama desinflacionario, hacia adelante el ciclo de ajustes de la tasa de referencia podría ser continuo y se podría valorar su magnitud, lo que no implica que se deje de contar con una postura restrictiva adecuada, la cual sigue siendo necesaria.
Estos fueron algunas de las posturas de miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México, de acuerdo con la minuta difundida por la institución en la cual el pasado 13 de noviembre los integrantes determinaron reducir en 25 puntos base en objetivo del referencial, dejándolo en 10.25 por ciento.
Conforme a las posturas de varios miembros de la Junta de Gobierno, el panorama inflacionario el panorama inflacionario ha venido mejorando, luego de los profundos choques ocasionados por la pandemia y la guerra en Ucrania.
Además, la mayoría destacó el comportamiento de la inflación subyacente, que ha mantenido una trayectoria a la baja por 21 meses en forma consecutiva, y en octubre se ubicó en 3.80 por ciento, en tanto que la inflación general reportó 4.76 por ciento, esto debido al aumento de precios de algunos agroalimentos y energéticos, especialmente tarifas de luz.
La reducción en la inflación subyacente, que permite una mayor precisión el comportamiento de los precios de los productos incluidos en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) pues excluye a los de mayor volatilidad, da cuenta de esa mejoría, según los integrantes de la Junta de Gobierno.
En la minuta se informó que si bien cada decisión debe tomarse incorporando toda la información adicional disponible, “el panorama inflacionario es tal que se debe continuar con el ciclo de disminuciones a la tasa de referencia y comunicar al público esta perspectiva”.
Adicionalmente, un miembro consideró que para la próxima junta, “tomando en cuenta los niveles en los que ya se encuentra la inflación subyacente y dada la perspectiva de que siga descendiendo, podría considerarse ajustar la tasa en una mayor magnitud”.
Lo anterior, manteniendo una postura monetaria todavía en terreno restrictivo, “como aún se requiere” pues si bien el avance desinflacionario es innegable, “el entorno que se enfrenta es complicado no solo porque no han terminado de desvanecerse los choques de los últimos años, sino porque eventos recientes apuntan a nuevos retos”,