***El incremento del costo de los insumos ha ido del 50 al 100 por ciento
Valle de México, a 1 de diciembre.- El aumento en los precios de productos comestibles perecederos se deben a diversos factores que han afectado a los productores del campo, como la contracción del mercado, que muchas cosechas el año pasado se quedaron sin levantarse, así como el incremento que va de un 50 a un 100 por ciento en los insumos para la producción agrícola, pero también está la presencia de los cárteles de la delincuencia organizada “que marcan cuotas a los productores por cada hectárea de siembra del limón y del aguacate. Es una terrible realidad en la que está inmerso el campo mexicano”.
“Lo sabemos de viva voz de los productores, aunque por proteger su integridad física no podemos dar nombres, pero eso ocurre actualmente”, comentó Juan Félix Soriano, vicepresidente de la zona sur-sureste de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de centros de Abasto (CONACCA).
Consultado sobre la variación anual en el costo de productos como el chile serrano que se adquiere en estos días a 44 pesos el kilo, el limón con semilla, el aguacate hass, el jitomate, el tomate y la naranja, mencionó que derivado de la pandemia por Covid-19, el mercado se contrajo entre un 30 y 50 por ciento, además de que el año pasado productores de las entidades de Sinaloa, Sonora y Jalisco no pudieron levantar sus cosechas.
Explicó que esto fue porque ni siquiera alcanzaban a cubrir sus costos de operación ya que en ese momento el costo del chile serrano alcanzó un “costo rídiculo”, en 1.50 pesos el kilo en el campo, situación que también ocurrió con el tomate.
“Al no recuperar la inversión del año pasado, estos alimentos se dejaron de sembrar, y ahora los productores antes de invertir en la siembra sondean la situación para saber si corren el riesgo o no, por las condiciones en las que se encuentra el mercado nacional”, puntualizó.
El líder de comerciantes sostuvo que otro factor que ha ocasionado la escalada de precios es el incremento que va de un 50 hasta un 100 por ciento en los costos de los insumos agrícolas como insecticidas, fertilizantes, entre otros productos que son necesarios para la siembra de cualquier alimento perecedero.
Indicó que en esta misma situación se encuentran alimentos como la piña, el camote, “y con muchos productos más, que al final se convierten en merma y desperdicio”.
Señaló que si a esto se agrega que se ha registrado una crisis de transportistas que no solo se presentó en México, sino también en Europa, Estado Unidos de Norteamérica y Canadá, lo que provocó que los alimentos se quedaran varados en los puertos porque no había quien los trasladara, es decir el chofer-camión fue insuficiente para la distribución.
Aclaró que se trató de productos no perecederos que estuvieron hasta dos meses sin poder de salir de su lugar de origen a los lugares que se requerían.
Félix Soriano resaltó que al terminar el ciclo de una fruta como es el caso del limón con semilla se presenta el fenómeno de que hay más demanda que oferta, y eso encarece su precio, y remarcó que lamentablemente otro factor que perjudica es la presencia de grupos criminales “que marcan cuotas a los productores por cada hectárea de siembra del limón y del aguacate. Es una terrible realidad en la que está inmerso el campo mexicano”.
“Lo sabemos de viva voz de los productores, aunque por proteger su integridad física no podemos dar nombres, pero eso ocurre actualmente”, destacó.