***El fenómeno, consecuencia de modelo extractivista y de desarrollo desigual; requiere cambios: Alicia Bárcena Ibarra, embajadora de Mexico en Chile
***La FES Acatlán fue sede del tercer día de actividades del Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?
Valle de México.- Al inaugurar las actividades del Primer Coloquio Internacional: La Humanidad Amenazada, ¿Quién se hace cargo del futuro?, el doctor Manuel Martínez Justo, director de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, destacó que estas jornadas son una oportunidad para reflexionar sobre el desarrollo sustentable desde lo local, pues si bien los grandes acuerdos y cumbres son importantísimos, se debe ir construyendo de abajo hacia arriba y corregir culturalmente el comportamiento de la población y de los actores económicos y políticos.
En el Teatro Javier Barros Sierra, el director dio la bienvenida a Eduardo Robledo Rincón, coordinador del Programa Universitario de Gobierno (PUG), quien señaló que este coloquio logró reunir a 36 intelectuales para sus cinco días de actividades, además, este espacio se transmite en 10 organizaciones pertenecientes a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.
A través de un video que se proyectó al público, Teresa Ribera Rodríguez, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, fue la encargada de iniciar el primer bloque de participaciones.
En él, insistió en que uno de los factores más importantes para combatir el cambio climático es el aspecto cultural, además, acotó que en la discusión ambiental es clave el debate social para implicarse en las soluciones. “El debate social ante estos asuntos y el debate público es determinante. Mezcla los valores éticos, el estado de conocimiento y las soluciones técnicas que pueden aportar alternativas reales. También necesitamos dedicar recursos económicos para poder contar con alternativas sustentables dentro de algunos años”, argumentó.
Ribera Rodríguez afirmó que el sector energético es una gran parte del problema ambiental, por lo que se deben transformar los sistemas energéticos, y gestionar los usos del suelo, que también permanece en estado crítico.
Por su parte, la embajadora de México en Chile, Alicia Bárcena Ibarra, resaltó que el cambio climático es consecuencia de un modelo extractivista y de desarrollo desigual que requiere cambios. Explicó que América Latina es una zona con gran biodiversidad y altamente vulnerable ante el cambio climático a pesar de que solo es responsable de emitir el ocho por ciento de las emisiones globales, además, la región todavía atraviesa las consecuencias provocadas por la pandemia.
La exsecretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), detalló que se requieren planes de recuperación basados en inversión para crear empleos con sostenibilidad ambiental y soluciones basadas en la naturaleza. “Creo que la emergencia climática representa una oportunidad para cerrar brechas de desarrollo, redireccionar flujos financieros e ir hacia un desarrollo económico sostenible, socialmente inclusivo, carbono neutral y resiliente”, acotó.
A su vez, Cristina Monge Lasierra, socióloga y politóloga de la Universidad de Zaragoza, dijo que la verdadera amenazada ante la crisis es la humanidad, no el planeta, pues este tiene una gran capacidad de resiliencia como lo comprobó la pandemia.
Detalló que existen contradicciones en cuanto al combate al cambio climático, el cual pone en peligro a los que ya son vulnerables, y que, por ejemplo, en 2022 hubo 35 desplazamientos de población debido a la crisis climática. Destacó que al problema lo atraviesan otras cuestiones como el género, pues en eventos como hambrunas e inundaciones muere un mayor número de mujeres que de hombres.
La especialista se cuestionó sobre si las democracias están realmente preparadas para enfrentar el problema, pues precisó que el gran reto de la transición ecológica es la gobernanza, por lo que se requiere de una democracia preventiva, anticipatoria y de prospectiva. Por último, acotó que no se debe ver la transición ecológica en clave de renuncia, como algo negativo, sino más bien en clave de estabilidad, exigiendo que cada uno cumpla con sus responsabilidades, pues los habitantes actuales de este planeta son los encargados de construir el futuro.
En el segundo bloque de actividades, moderado por la maestra Nora del Consuelo Goris Mayans, secretaria General Académica de la FES Acatlán, Sheila Watt-Cloutier, activista inuit canadiense, habló sobre la importancia del ártico para su comunidad. A través de videoconferencia, la ponente detalló parte de la historia de su pueblo, el cual se vio orillado a dedicarse al comercio de pieles, después, cuando este mercado se derrumbó, fueron olvidados por su gobierno y muchos de sus integrantes fueron obligados a asistir a escuelas donde olvidaron su idioma, como es su caso.
Mencionó que su población sufre las consecuencias del adelgazamiento del permafrost (terreno congelado durante muchos años), los efectos de los contaminantes que, incluso, están presentes en la lecha materna de las mujeres de su comunidad, y que además cuentan con la tasa de suicidios más alta de América del Norte. “El cambio climático es un trauma más que está sucediendo en el ártico”, expresó.
La activista destacó la relevancia del “derecho al hielo”, sostén de la vida de su pueblo al ser un medio de transporte y de alimento. “No queremos ser víctimas de la globalización, sino maestros de la sustentabilidad”, dijo Watt-Cloutier al señalar la importancia de las economías de la conservación para zonas como el ártico.
El doctor Antonio del Río Portilla, Investigador del Instituto de Energías Renovables, habló sobre los indicadores entrelazados de sustentabilidad, es decir, “herramientas para quienes construirán nuestro futuro”. El especialista mencionó que los datos sirven para saber si las acciones implementadas van en el camino adecuado, además, insistió en que los indicadores deben estar relacionados con la sustentabilidad, pues nos guían hacia dónde queremos llegar.
Del Río Portilla, quien codirige la Unidad de Energías Renovables del Centro Latinoamericano de Física, expuso que un indicador surge del resultado de dividir dos cantidades para poder comparar, y señaló que actualmente hay más de cien indicadores definidos por organismos internacionales.
Las intervenciones de Watt-Cloutier y Del Río Portilla fueron comentadas por Laura Bertha Reyes Sánchez, presidenta de la Unión Internacional de la Ciencia del Suelo; Jorge Zavala Hidalgo, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM; y Enrique Provencio, director del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM.