Por Javier Ortiz de Montellano
Diablo: Hola, Íñigo Errejón, qué bien que aceptaste participar en este Simposio de Comunicación por internet desde Madrid.
¿Listo para negociar tu alma por un poco de cobertura mediática?
Iñigo Errejón: Bueno, ya sabes, no sé si vendería mi alma, pero quizás podríamos hacer un trueque por algunos minutos en prime time.
Diablo: Jajaja, todo es negociable…a su debido tiempo.
Iñigo: La política es tiempo…
Diablo: A propósito, ya no eres tan joven como cuando empezaste como fundador y vocero de Podemos en 2014 con Pablo Iglesias y ya acumulas una vasta experiencia en la Alta Política española. Tú te saliste de Podemos en 2019 para fundar Más País, pero Pablo de plano dejó la política en 2021, después de alcanzar ser Vicepresidente segundo y Ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del gobierno español. Ahora se dedica de lleno a la Comunicación, que siempre ha sido su mero mole, como tú, ¿no?
Íñigo: Bueno, la Comunicación ES Política…
Diablo: Entiendo que desde el punto de vista de la teoría política, estás muy influido por el fallecido intelectual argentino postmarxista Ernesto Laclau y la Escuela de Essex de análisis del discurso. Y también escribiste en su memoria un libro en 2015 al alimón con su pareja, Chantal Mouffe, CONSTRUIR PUEBLO, Hegemonía y Radicalización de la Democracia.
Íñigo: Efectivamente, con él aprendí que el discurso, la comunicación, es muy importante en política, sobre todo si se trata de construir un nuevo pueblo. En esto congeniamos Pablo y yo.
Diablo: ¿Qué los distanció?
Íñigo: En ese entonces, Pablo no compartía mi idea de “integrar al adversario” y apoyar al PSOE para formar gobierno con Pedro Sánchez, secretario general del Partido Socialista Obrero Español. Eso lo narro en mi libro de septiembre de 2021, “Con todo. De los años veloces al futuro”(Planeta). Pablo Iglesias pretendía «un partido poscomunista» que abandonaba «la estrategia transversal y populista», que defendía yo.
Diablo: Pablo luego cedió y en enero de 2020 hizo un acuerdo con el PSOE y obtuvo una Vicepresidencia…
Íñigo: Sí, firmó un breve matrimonio de conveniencia (menos de 15 meses). Luego quiso volver a la línea dura contra el Partido Popular y se postuló en la Comunidad de Madrid, pero perdió estruendosamente. Mi partidos Más País obtuvo más diputados.
Diablo: ¿Podemos envejeció?
Iñigo: En parte, y en parte busca renovarse con el empoderamiento feminista.
Diablo: Viva la Diferencia, ¿no?
Íñigo: Sí, yo siempre he creído que para que un proyecto político tenga éxito, es clave dar espacio a quien piensa y es diferente. Creo que Pablo aprendió la lección, aunque demasiado tarde.
Diablo: Perdió bases…
Íñigo: Y despreció alianzas potenciales. Yo pienso que el éxito de un proyecto político depende de la capacidad para generar un orden alternativo que integre incluso a sus adversarios. También hay que integrar hasta a las “ adversarias”, jajaja, como hice yo cuando pacté con Manuela Carmena para la elección de Madrid en Mayo de 2021. Y tarde, pero lo hizo más radicalmente Pablo cuando después de los resultados electorales adversos declinó su posición de poder en favor de mujeres como Yolanda Díaz, cabeza de un nutrido grupo de destacadas mujeres de Podemos y sus aliados (Unidas Podemos).
Diablo: Me complace informarte que estoy tratando de organizar un debate especial con Álvaro García Linera, para que nos platiquen sobre su libro escrito al alimón, “Qué Horizonte, Hegemonía, Estado y Revolución Democrática” y tal vez comenten algo de cómo ven la situación. ¿Estarías dispuesto a participar?
Iñigo: Por supuesto, Diablo! Estaré encantado de platicar nuevamente con Álvaro García Linera. Aprecio mucho su perspectiva desde América Latina.
Diablo: ¡Hasta pronto, entonces! Y cuidado con las “adversarias”, Íñigo, que algunas de las empoderadas son de las más avanzadas de mis legiones de diablillas consentidas…jajajajajajajajaja