Por Javier Ortiz de Montellano
Diablo: Hola, Simplicio, ¿cómo te va?
Simplicio: ¡Fuera, Satanás!
Diablo: ¿Qué te sucede, mi Simply, por qué tan furibundo?
Simplicio: ¡La cosa está que arde y Tú empeoras todo!
Diablo: Un poquito de calor, una probadita de lo que les espera allá abajo…no es para enojarse tanto.
Simplicio: No me refiero al infernal calor, sino al infierno electoral que nos endilgaste, maldito demonio.
Diablo: ¿Yooo? ¿Cómo?
Simplicio: Por tu diabólica campaña de mentiras y engaños.
Diablo: A todo esto, ¿por quién votaste para la Presidencia ?
Simplicio: El voto es secreto.
Diablo: Jajaja, se me hace que estás ardido porque votaste por algún perdedor…o perdedora.
Simplicio: Ya ni me hables de eso, que por zonzo le creí a X que había tenido una revelación del Señor de los Cielos para que fuera candidata…
Diablo: No te sientas tan mal, Simplicio, que otros 16,592, 696 votantes también se la creyeron…
Simplicio: Sí, pero la mayoría, 35, 924, 519, le hicieron caso al Señor de Palacio…
Diablo: No, Simplicio, pues además de los 23 millones que votaron por la oposición, casi 40 millones no hicieron caso a nadie y no votaron, esa es la gran mayoría que ganó. No es lo mismo vivir en un régimen democrático que ser demócrata.
Simplicio: Tienes razón, Diablo, pero si no votas, no cuentas, así es la democracia…¡Santa Democracia Inconsciente Mexicana!
Diablo: ¡Demonios de Democracia! Me encanta…casi logro que se convierta en una verdadera Dictadura Perfecta.
Simplicio: ¿Como era el PRI en sus buenos tiempos?
Diablo: ¡Mejor! Un Totalitarismo Democrático…
Simplicio: ¿Como era en la Unión Soviética?
Diablo: No, como en la Rusia actual, con Putin o en India con Modi, sólo falta la reelección presidencial y ¡Presto!: la Dictadura Mexicana Perfecta presentada como la Democracia Perfecta.
Simplicio: ¿Qué quieres decir con Democracia y qué significa Perfecta?
Diablo: Como dice el personaje Humpty Dumpty en su diálogo con Alicia, la del país de las maravillas, “cuando Yo uso una palabra quiere decir lo que Yo quiero que diga”.
Simplicio: Pero como le contesta Alicia: “la cuestión es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes”.
Diablo: La cuestión -zanjó mi amigo Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda… eso es todo»
Simplicio: ¿Y quién manda aquí en México?
Diablo: Por lo pronto, Ya Sabes Quién…luego, CS y GC.
Simplicio: ¿Claudia Sheinbaum y la Gran Comunidad?
Diablo: No seas ingenuo, Simplicio, los que mandan son Carlos Salinas y el Gran Capital.
Simplicio: Eso parece más bien sacado de El Diablo en el país de las pesadillas…
Diablo: No, mi Simply, está consignado en el libro “¿Quién Manda en México?”, de Miguel Basáñez (Ed. MAPorrúa, 2023), donde expone una novedosa propuesta de cinco círculos de poder, que puede resumirse en el choque principal entre los que impulsan el cambio (4T) y los que no lo quieren (conservadores), además del juego secundario de sus respectivas alas extremas o moderadas. Más vale que lo leas para que dejes de ser un demócrata inconsciente.
Simplicio: La endemoniada trama se complica…
Diablo: Como dice la maldición china: Que vivas un nuevo sexenio interesante, Simplicio…
Simplicio: Maldito Demonio, apártate de México, no estorbes la nación que busca un nuevo sentido común donde mande sin tropiezos el Gran Pueblo.
Diablo: Ya veremos, más pronto tropieza un hablador que/
Simplicio: ¡Ya cállate, chachalaca! ¡Vete al infierno!
Diablo: Con mucho gusto, aquí ya vienen las lluvias y allá abajo estaré más calientito, además, muy ocupado con tanto corrupto que me va a llegar si pasa la Reforma Judicial…que es buena para todos, incluyéndome…Jajajajajajajaaja