Dialogos en el Averno, Opinión

Diálogos en el Averno/Simplicio no se fue a la guerra/Javier Ortiz de Montellano  

Diálogos en el Averno

Por Javier Ortiz de Montellano 

Diablo: Hola, Simplicio, ¿cómo estás? ¿sigues igual de abrumado por el mundo?

Simplicio: ¡Ay, Demonio, no me hables al tiro, que ya estoy harto de tus balazos!

Diablo: ¿Mis balazos? Si Yo soy puros abrazos…de hecho, supe que va a ser tu cumpleaños y vine a darte tu abrazo.

Simplicio: Paso, no me vayas a contagiar, además ya pasó.

Diablo: ¿Y no invitaste a la fiesta? 

Simplicio: ¿Cuál fiesta? No estamos para abrazos y celebraciones…seguimos en guerra, en rojo sangre.

Diablo: En Ucrania, pero aquí estamos en verde, querido Simplicio.

Simplicio: ¿Verde? Mangos…amarillos, verdes serán los aguacates…con tu política de flores y abrazos hasta para la policía, el semáforo político se pone cada vez más rojo. Y todo lo contaminas con roja violencia, la inflación de los precios del Oro de Moscú, del petróleo mundial…y hasta de los aguacates de Michoacán.

Diablo: A ver, cómo dijo mi discípulo Jack El Destripador, vamos por partes: primero, lo del abrazo a la policía fue oro puro en términos de propaganda, un montaje preparado por Ya Sabes Quién el Día Internacional de las Mujeres, muy bien preparado, pero montaje al fin para distraer de los trancazos feministas a la orden del día…segundo, lo de los precios del oro de Moscú pues está claro que los miedosos inversionistas de la mafia rusa se refugiaron comprando oro antes de que los sancionaran y les congelaran sus cuentas por andarse juntando con el repudiado Ya Sabes Quién; tercero, el alza en el precio del petróleo claramente se debe a los especuladores que se están hinchando de dinero y, por último, la tremenda subida de los precios de los aguacates michoacanos obedece a razones “fuera de mi control”…

Simplicio: ¿Fuera de tu control? Si es por tu culpa que el Oro ya sea amarillo, negro o verde, lo controlan tus mafias que tiñen de rojo todo lo que tocan, como el huachicol petrolero y el negocio del oro verde del aguacate.

Diablo: Querido Simplinsky, si todo el mundo sabe que al ratificado Dictador, Ya Sabes Quién, de Rusia nadie lo controla….¿y quién puede controlar a los especuladores de todo tipo de productos, ya sean oro amarillo o negro como el petróleo, si ya todos sabemos que viven en el libre mercado del restaurado capitalismo hasta en China y Rusia…y en cuanto al Aguacate, el llamado Oro Verde, está claro que el gran negocio en que se ha convertido lo maneja y lo organiza desde la siembra hasta la exportación la muy bien organizada Delincuencia, tú sabes quién, el Crimen Organizado y Yo, ni las garritas meto para empacar, eso lo hace el Pueblo Bueno del campo…

Simplicio: ¡Eres un cínico, que conoces el precio de todo y el valor de nada!

Diablo: Ya sé de dónde sacaste esa frase, fue una ocurrencia de mi querido Oscar Wilde, que lo tengo allá abajo por sus homotravesuras, pero eso sí, lo tengo muy consentido, porque es muy divertido y monta comedias mejores que las de Clau…perdón, que los montajes de García Luna Productions…

Simplicio: Supe que su última obra se llama “Todos Somos Loret”.

Diablo: En realidad, es un Reality Show, una tenebrosa co-producción de muchos,  tú sabes, todos son iguales…allá en el inframundo.

Simplicio: ¡Pero acá  arriba, No Todos Somos Iguales! “Aún hay clases”, como decía el chistoso cineasta don Joaquín Pardavé, ese sí sabía hacer buenas comedias…

Diablo: Del  género del NeoPorfirismo, cómo está de moda nuevamente…

Simplicio: Te equivocas, Demonio, esas farsas fueron moda en el Neoliberalismo, que ya se acabó por decreto de Ya Sabes Quién.

Diablo: Obedezco, pero no cumplo…por mí, todos siguen igual…Aunque Morena se vista de seda, mona se queda.

Simplicio: ¡Ya cállate, mendaz Chachalaca, vete al demonio!

Diablo: Con mucho gusto.

Simplicio: Ya vas que vuelas…(Simplicio se aleja cantando: Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena, Mambrú se fue a la guerra, y no sé cuándo vendrá, Do, re, mi, do, re, fa, no sé cuándo vendrá…)

Diablo: Hasta pronto, Simplinsky, recuerda: El que ríe al último, ríe mejor…jajajajajajajajaja