Dialogos en el Averno, Opinión

Diálogos en el Averno/Simplicio otra vez amarillo…del susto, por el diabólico Ómicron/Javier Ortiz de Montellano

Diálogos en el Averno

Por Javier Ortiz de Montellano 

Diablo: Hola, Simplicio, te ves muy amarillo, traes cara de enfermo, ¿te dió hepatitis o por qué luces medio amarillento de la piel y hasta de los ojos? ¿O se te anda quitando lo Moreno?

Simplicio: Diablo malas ondas, como si no te hubieras enterado de que por tu maldita nueva invención del Coronavirus regresamos al código Amarillo.

Diablo: Otra vez México de regreso a la Esperanza…Yo por mí los regresaba hasta al semáforo en Rojo, mi color favorito.

Simplicio: Rojo, el color del nuevo viejo PRI… para las gorras y chamarras, porque no deja el tricolor aunque lo tricolor ya no deja…electoralmente.

Diablo: Tal vez sí, mezclado con Azul y un poco de Naranja…a lo mejor si regresara el Verde…

Simplicio:  Ni así. Ni con todos los colores del Arco iris podría regresar el viejo PRI a la vieja normalidad del sistema de dominación del partido hegemónico. ¡Al Diablo con sus instituciones!

Diablo: En efecto, aunque Morena soñaba con arrasar empezando por la capital, por lo pronto, ya perdió la mitad de la CdMx en las elecciones del año pasado…

Simplicio: ¡Por tu culpa!

Diablo: Aceptado. Culpable del cargo.

Simplicio: Me dejas anonadado, nunca admites que eres culpable de nada…algo ocultas, maldito demonio maquinador del mal.

Diablo: Tengo el encargo de usar a mis demonios para luchar por la democracia y el voto libre, al contrario de Ya Sabes Quién, que impone una Dictadura, disfrazada de Dictablanda.

Simplicio: ¿A quién te refieres, maledicente?

Diablo: Tú sabes, El Gran Teólogo….

Simplicio:  Con Él no te metas, que ya sabes cómo te va…

Diablo: No me refiero al Innombrable, el creador de la verdadera
 Dictadura Perfecta, sino alguien de esta Tierra que también preside una dictadura, aunque bastante imperfecta.

Simplicio: Pues con el Teólogo del Pueblo tampoco te metas.

Diablo: No me refería al Papa Francisco, aunque ciertamente la democracia interna no es el fuerte de la muy jerarquizada Iglesia católica.

Simplicio: Entonces, ¿quién?

Diablo: Ya Sabes Quién…El Pueblo Sabio, jajajajajajajajaja