Por Javier Ortiz de Montellano
Diablo: Hola, Simplicio, ¿qué hay de bueno?
Simplicio: No tienes vergüenza, maldito demonio, preguntar eso después de lo que has provocado en el mundo estos días.
Diablo: ¿Yo? ¿Ahora qué hice?
Simplicio: ¿Te parece poco incitar a una nueva guerra fría entre la ex URSS, hoy Rusia, y Estados Unidos?
Diablo: Vamos, no exageres, mi Simply, no es la misma guerra fría del siglo pasado, entre esos dos que se peleaban por ser el número uno en el planeta y en el espacio, cuando estaban en su apogeo en su mundo bipolar; esta nada más es una recalentadita de la guerra fría entre perdedores, entre una fracasada Rusia que quiere recuperar el tiempo perdido y su pasado poder y un declinante Estados Unidos que pierde poder día día en el nuevo mundo multipolar, mientras China va a la cabeza de Asia ganando la carrera global…
Simplicio: ¡Todo por tu culpa, Maldito!
Diablo: ¿Y Yo Por Qué? Mi querido Simplinsky, Yo no tengo la culpa de que el doble fracaso tanto del comunismo como del neoliberalismo, pongan patas arriba el mapa internacional de la muy calentada Tierra.
Simplicio: ¡Que por cierto la estás convirtiendo en un infierno!
Diablo: ¿Yoooo?
Simplicio: Sí, como no puedes llevarte a todas las almas al inframundo tu jugada es transformar la Tierra en otro Averno, todo un gran infierno sofocante, diabólicamente instrumentado, como la reciente “operación” militar especial de Rusia contra Ucrania, que organizaste.
Diablo: ¿Yooo, cuándo? Ni las garras metí, todo lo planeó solito Putin, desde hace años, desde que asumió el poder al empezar el milenio preparó las bases para anexar a Crimea, lo que finalmente hizo en 2014, quitándoselo a Ucrania y desde entonces maquinó recuperar Ucrania para impedirle unirse a la Unión Europea y a la OTAN. Al mismo tiempo, empezó a apoyar a los separatistas prorrusos en la frontera con Ucrania, en dos regiones separatistas del este de Ucrania (Donetsk y Lugansk), en manos de grupos rebeldes, que acaba de reconocer formalmente como estados independientes, con lo cual Rusia tuvo un pretexto para enviar soldados al otro lado de la frontera, argumentando que solo lo hacía para proteger a sus aliados.
Simplicio: ¿Y, por supuesto, Tú no lo mal aconsejaste?
Diablo: Para nada, Putin no necesita de ningún Rasputín que lo aconseje, como buen abogado del diablo (porque se graduó, con honores en la carrera de Derecho en la Universidad Estatal de Leningrado, tras lo cual ingresó en el servicio de espionaje de la KGB), él sabe muy bien que según los estatutos de la OTAN -a la cual quiere ingresar Ucrania-, para ser miembro de esta organización un Estado no puede tener problemas territoriales pendientes de solución.
Simplicio: Así es que al apoyar esta guerra de los separatistas automáticamente le impide a Ucrania ser parte de la OTAN. Muy listo el abogado Putin…
Diablo: Ya lo creo, y la misma estrategia de apoyar a separatistas le aplicó a la ex soviética República de Georgia, que sigue esperando la aprobación de su ingreso a la OTAN (Georgia puede cobrar importancia estratégica para Estados Unidos en caso de un conflicto bélico con Irán, ya que que se encuentra a solo 100 kilómetros de distancia.
Simplicio: Es un desalmado…
Diablo: Todavía no, falta que me lleve su alma a la celda que le tengo reservada con sus compañeros de una de las innumerables células comunistas, la de los machuchones del Kremlin desde Lenin y Stalin hasta Yeltsin. Si gustas, te acomodo ahí en esa celda a ti también, camarada chairo Simplinsky, por ser tú de la élite del Partido de Ya Sabes Quién.
Simplicio: Paso…Yo soy apartidista, pueblo puro, puros abrazos.
Diablo: Yo prefiero los balazos, pero, a ver, dame un abrazito de despedida porque ya voy de regreso a Ucrania a ver qué se ofrece y de pasada voy a Rusia a traerme unas vacunas Sputnik para venderle aquí al Gobierno, previa buena comisión.
Simplicio: Sácate, Diablo belicoso, no me vayas a contagiar el virus.
Diablo: ¿No que ya estás vacunado y con refuerzo?
Simplicio: Para el Covid sí, pero no me vayas a pegar el virus neoliberal de la corrupción.
Diablo: Esa transformación va a estar muy difícil, Camarada Simplinsky, jajajajajajaja