Por Javier Ortiz de Montellano
Diablo: Hola, Simplicio, ¿qué haces acá tan solo en esta montaña?
Simplicio: Ay, ay, ay, Demonio, ya vienes a perturbar de nuevo la santa paz de mi espíritu…
Diablo: Para nada, mi Simply, nada más me llamó la atención que estás acá parado, inmóvil, sin hacer ninguna de tus acostumbradas actividades…ni siquiera caminando.
Simplicio: Te equivocas, he decidido dejar la frenética actividad cotidiana y, literalmente, pararme a pensar…
Diablo:¿Y en qué piensas, Simplicio?
Simplicio: En tantas cosas que suceden en este mundo que has echado a perder.
Diablo: ¿Yoooo?
Simplicio: Sí, Tú, y tus diabólicas invenciones de máquinas para acelerar la existencia no han hecho sino aumentar y multiplicar la maldad, desde que tentaste a Eva con tu falsa oferta de la sabrosa manzana del Divino Conocimiento que los haría como Dioses y, en cambio, le amargó la paradisíaca desnuda existencia a Adán y provocó la expulsión del Paraíso de nuestros Primeros Padres.
Diablo: ¡Pero si esa fue la Serpiente parlanchina!
Simplicio: No has dejado de tentar a los humanos con el falso Progreso
hasta llegar a los inventos de Inteligencia Artificial que en la actualidad aceleran e intensifican cada vez más las malas tendencias de los monos vestidos, entretenidos con su endiosada imagen de selfies como si fueran en verdad a semejanza de los Dioses y, en realidad, cada vez somos menos Sapiens Sapiens, si es que alguna vez lo fuimos en algún grado.
Diablo: Lo único que he ofrecido a todos los humanos del mundo ha sido la igualdad de la democracia en la globalización…
Simplicio: ¡La Gran Mentira! Lo que has provocado es el desbarajuste en las supuestas democracias, la falta de gobernabilidad, la pérdida de las soberanías nacionales…
Diablo: ¿De qué te quejas? Si en la mayor parte de la existencia de tu país nunca han conocido la democracia política, entre avances y retrocesos económicos y sociales, entre reformas y revoluciones que desembocan en restauraciones de dictaduras perfectas o imperfectas, constantemente amenazada su relativa soberanía, siempre en deuda…
Simplicio: No me quejo del pasado. Pienso en el presente y el futuro. Concretamente, en esta nueva transformación hacia la democracia y su posible evolución.
Diablo: ¿O involución?
Simplicio: Si sigues instigando la Gran Conspiración contra la Cuarta Transformación…
Diablo: ¿Yoooo? Ni falta que hago, con la predisposición al Autoritarismo que tienen los mexicanos basta y sobra para urdir múltiples conspiraciones…porque todavía no hay una Gran Conspiración contra la 4T, pero, eso sí, muchísimas pequeñas conspiraciones en nacimiento, de hecho, cada cabeza es un mundo de conspiración, a favor o en contra, por eso de la polarización.
Simplicio: No hay transformación sin polarización.
Diablo: Pero puede haber ciudadanos polarizados, sin lograr ninguna buena transformación…
Simplicio: No hay buenos ciudadanos sin virtud.
Diablo: Liberales contra Conservadores… y viceversa. La moneda está en el aire. ¿Tú qué eres, Simplicio, Liberal o Conservador? ¿Chairo o Fifí?
Simplicio: Yo soy simplemente Republicano.