Opinión

Diálogos en el Averno/Viendo videos Simplicio se convierte en súper ecologista/Javier Ortiz de Montellano

Diálogos en el Averno

Por Javier Ortiz de Montellano

El videoensayo en la era digital

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Diablo: Hola, Simplicio, te he estado buscando por todo México, ¿qué haces abrazado a ese árbol?

Simplicio: Estoy comunicándome con la armonía de la Madre Naturaleza.

Diablo: ¿Qué?

Simplicio: Me he dado cuenta de algo fundamental. ¡La Tierra me necesita! ¡Tengo que protegerla a toda costa!

Diablo: ¿Tú? ¿Protector de la Tierra? ¿Qué te pasó, Simplicio? ¿No me digas que estuviste viendo esos videos de Ursula Biemann otra vez…?

Simplicio: ¡Exacto! Biemann me abrió los ojos, Diablo. ¡El cambio climático, la explotación de recursos, la geopolítica del agua!

Diablo: ¿Y ese libro que traes?

Simplicio: Es precisamente sobre Ursula Biemann.

Diablo: ¿De qué demonios trata?

Simplicio: Más que nada es un ensayo sobre videos que exponen la pérdida de biodiversidad y la crisis ecológica global.

Diablo: ¿Con videos?

Simplicio: Sí, estuvo su obra Devenir Tierra en exposición hace unos meses en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM. Ahí presentó visiones sobre ecología, migración, la geopolítica de la tierra y el agua, los bosques y sus árboles que se comunican entre sí y hasta con los humanos y cómo las personas se relacionan en general con el entorno. ¡Es fascinante!

Diablo: ¿Por eso sigues fascinado abrazado con el árbol?, ¿qué tanto te comunica?

Simplicio: La armonía de la Tierra y nuestras relaciones con sus componentes intercomunicados…el aire, el sol, los animales, la geopolítica de la valiosa agua…

Diablo: ¿Geopolítica del agua? ¡Ah, Simplicio, ¿entonces no te bañas diario para ahorrar agua o por austeridad?

Simplicio: ¡Cállate, chachalaca superficial! Esto es algo serio.

Diablo: ¿Qué? ¿Te vas a volver un político activista de la ecología? Pero cuidado, que como sigas con los videos de Biemann y leyendo sobre ecología, en cualquier momento te seducen los del partido verde… y te eligen alcalde de Palenque o hasta gobernador de Chiapas.

Simplicio: Pero, ¿y qué tendría de malo? Esto de los flujos de agua y migración requiere acciones políticas profundas.

Diablo: ¡Ja! Qué exagerado, Simplicio. No es para tanto. Pero, dime, ¿qué fue lo que te hizo sentir tan culpable?

Simplicio: Todo el cambio climático, tantas cosas que suceden: sequías e incendios por un lado, y sobre todo las recientes y frecuentes inundaciones como en Acapulco, en Florida y hasta la tragedia de Valencia…

Diablo: ¡Ay, Simplicio! No me sorprende. ¿Así que ahora estás enganchado en la “filosofía líquida”? Primero te dió por la sociedad líquida que inventó Zygmunt Bauman, ahora la ecología líquida de Biemann… ¿qué sigue? ¿la política líquida, te vas a convertir en gurú ambientalista o budista?

Simplicio: No entiendes, Diablo. Biemann no sólo habla de agua sino sobre temas tan profundos como la ecología. En fin, si algún día te decides, tal vez aprendas un par de cosas sobre cómo puedes ser menos… digamos, diabólico.

Diablo: No creo, estoy demasiado ocupado cumpliendo mi diabólica misión. Pero está bien, sigue con tus aguadas ideas. Pero mejor no te metas en política, porque así como hay “Golpes de Estado Aguados”, también hay los golpes en seco…o de plano duros y a la cabeza y mucho lodo en la democracia…como escribe mi discípulo Roger.

Simplicio: No es para tanto, se trata de conjuntar buenas intenciones…

Diablo: Querido Simplicio, ¡tú y tus buenas intenciones!

Simplicio: Pues yo creo que Biemann tiene un mensaje importante. Habla de la resistencia y de cómo los pueblos encuentran formas de sobrevivir en armonía a pesar de ti.

Diablo: ¿Y Yo Por Qué?

Simplicio: Precisamente porque eres el Diablo y no entiendes que Biemann cree que el cambio es posible, y yo también. Habla de cómo podemos encontrar maneras de vivir en armonía con el planeta y respetar a las comunidades locales. Si el clima puede cambiar, el ser humano también…

Diablo: ¡Oh, Simplicio! ¡Vivir en armonía! Si algo sé es que, en cuanto a los humanos, la “armonía” dura lo que una gota de agua en el desierto. Pero, en fin, sigue viendo a Biemann. Te hace bien, aunque te estás volviendo simplemente… ¡demasiado idealista!

Simplicio: Pues prefiero ser idealista a cínico como tú. ¿Y sabes qué? Mientras tú te burlas, yo voy a seguir aprendiendo sobre la Madre Tierra y el cielo que la rodea.

Diablo: ¡No seas ingenuo, mi Simply! Llevo siglos viendo cómo los humanos prometen cambiar… y luego vuelven a las mismas.

Simplicio: Pues esta vez es diferente. ¡Yo me comprometo! A partir de hoy, no solo voy a reciclar; voy a reducir mi huella de carbono al máximo. Es más, estoy pensando en mudarme a una casa en un árbol para vivir en armonía con la naturaleza.

Diablo: ¿Una casa en el árbol? Simplicio, tú no durarías ni una noche en la selva. A la primera araña que veas, estarías corriendo de vuelta a la civilización. Por lo demás, ya estoy acelerando el desarrollo de la inteligencia artificial para que la robótica huella del silicio sustituya a tus sucias huellas de carbono…

Simplicio: ¡No necesitamos robots! Biemann me enseñó que debemos convivir con todos los seres vivos. Las arañas, los insectos, los hongos… ¡todos somos parte del mismo ecosistema!

Diablo: ¡Oh, gran Simplicio, el rey de la selva, Tarzán moderno! ¿Y también piensas abrazar árboles y hacer protestas en contra de los combustibles fósiles?

Simplicio: ¡Te ríes ahora, pero la conciencia ambiental empieza de a poco! Biemann lo dice, si todos aportamos nuestro granito de arena, lograremos un cambio estructural y yo quiero ser parte del mismo.

Diablo: Ay, Simplicio, eres un caso. De acuerdo, sigue con tus campañas ecológicas. Solo no me pidas que me vuelva vegetariano o que deje de usar electricidad contaminante en el infierno . Me gusta la comodidad mientras torturo a los pecadores, ¿sabes?

Simplicio: Ya veremos, Diablo. Quizás algún día hasta tú cambies y uses energías limpias… Quizás incluso uses paneles solares en el infierno.

Diablo: ¡Ja! Puedes esperar abrazando tu árbol, mientras disfrutas de tus videos de Biemann. Cuida mucho tus plantitas y no se te olvide echarles agua, gran guerrero verde. Al menos alguien tiene la paciencia para creer en los humanos. Yo mientras tanto cumpliré mi altruista misión con ir a ver si puedo provocar algunas sequías o inundaciones o las dos, para despertar las conciencias ecológicas de los terrícolas.

Simplicio: Me parece mejor el método de videos de Biemann.

Diablo: Mira, mi Simply, si tanto te inspira la biodiversidad, ¿por qué no te vas a cuidar los humedales de los Pantanos de Centla en Tabasco?

Simplicio: Puede que lo haga, Diablo, porque la vida en Chiapas ya se volvió insoportable, es un infierno.

Diablo: ¡Ay, sí, claro! Como si te interesara tanto ver cómo unos arbolitos y un montón de agua se conectan bajo el divino cielo.

Simplicio: Todos los árboles se comunican…hasta con los humanos.

Diablo: Pues ahí te dejo con tus abrazos, nomás cuidado con los balazos, que también traen su mensaje.

Simplicio: ¿Cuáles balazos, si sigue la política de “Abrazos, No Balazos”?

Diablo: ¿Eso piensas? Botellita de Jerez, todo lo que decías será al revés: El nuevo mensaje es de “Balazos de La Guerra de los Narcos, No Abrazos” porque ahora son ellos los que han declarado la guerra al actual gobierno. Se esfumó la utópica visión de la “República Amorosa” de Ya Sabes Quién.

Simplicio: Bueno, cuando el mundo esté desolado e inundado, te acordarás de Biemann y su pura visión.

Diablo: Y junto contigo me la llevo al deshidratado inframundo, jajajajaja

Simplicio: Ni creas…¡Que la lengua se te haga chicharrón, maldito Demonio Corruptor, hijo de la…corrompida impura Televisión!