Opinión

Diario de un cinéfilo atrasado/Javier Ortiz de Montellano

Jean Seberg

Por Javier Ortiz de Montellano

***Pienso, luego asocio…

Esto de navegar por los mares de las pantallas es más sorprendente que el viaje de Colón y las extravagantemente oscuras novelas del siempre oportuno y oportunista nove-listo Carlos Fuentes, como lo calificaba alguna critica criticona de cuyo nombre no quiero ni acordarme.

Pero sí recuerdo cuando Enrique Krauze, bueno para endilgar motes, le llamó a Fuentes, “Guerrillero Dandy”, en su escrito La comedia mexicana de Carlos Fuentes, en la revista Vuelta. Fuentes, a quien no le faltaban palabras, lo tildó de “cucaracha ambiciosa”.

Mi asociación mental Colón-Fuentes surgió de la novela de 1987 de Fuentes, Cristóbal Nonato, relato supuestamente futurista que se ubicaba en el México “apocalíptico” de 1992, y que en retrospectiva nos parece casi el paraíso comparado con el caótico Mexico infernal heredado del neoliberalismo real.

El gran narrador y hablador Fuentes nos lleva también a asociarlo con la actriz Jean Seberg, con quién presumió haber tenido una aventura de la que poco se sabe, excepto por la mención del propio Fuentes en su misógina novela rosa “Diana o la cazadora solitaria” (1994).

Algo asimismo interesante de Seberg fue que allá por 1970 cuando filmaba en Durango un western fronterizo merecidamente olvidado (a pesar del exagerado título de Macho Callahan), salvo porque la actriz tuvo una relación con un joven “revolucionario” mexicano, Carlos Navarra o Carlos Ornelas Navarra o Navarro, la información es escasa y confusa, también sobre su embarazo por el macho mexicano y porque el neonato (una beba) falleció a los dos días debido probablemente a las presiones psicológicas que tenía la actriz por parte del FBI por su activismo social y politico.

En efecto, ya para entonces Seberg era conocida por ser una de las víctimas más mediáticas del Programa de Contrainteligencia (Cointelpro) del Buró Federal de Investigación (FBI), como una represalia por su apoyo a distintos grupos de derechos civiles durante los años 1960 y por ser simpatizante de los Panteras Negras. Esto le trajo muchas complicaciones con los sectores más reaccionarios de Hollywood, que orquestaron campañas contra ella, y por parte del FBI haciendo correr el falso rumor de que estaba embarazada de un líder de los terroríficos Panteras Negras.

Sobre esta parte de la vida de Seberg se hizo una película en 2019, estrenada en México en abril de 2020, en que se narra como la desestabilizaron psicológicamente e incluso fueron responsables indirectos del parto prematuro y la muerte a los pocos días de su hija Nina. En concreto, la película repasa en profundidad el episodio más escandaloso y controvertido: los años que estuvo en la mira de la unidad de infiltración y espionaje del FBI, el infame Cointelpro. Es la historia de cómo una red de intimidación y mentiras interesadas urdida por unas autoridades sin escrúpulos puede destruir completamente a un ser humano.

Esta película protagonizada por Kristen Stewart, “Seberg: Más allá del cine”, le rinde homenaje. Creo que por la pandemia su estreno en salas, si lo hubo, se me escapó. Si no fuera porque gracias al pandémico confinamiento vi por TV una película francesa, La Promesa del Alba, historia del escritor y diplomático francés de origen polaco-lituano Romain Gary.

La asociación es que Gary fue el segundo marido de Seberg de 1963 a 1970 (aunque el affaire empezó desde 1961, Seberg se embarazó en 1962 y la primer esposa de Gary no concedió el divorcio hasta 1963, cuando pudieron casarse casi clandestinamente porque Gary era un diplomático francés y los De Gaulle eran unos estrictos católicos que aunque apreciaban a Romain no aprobaban el escándalo.

La historia del affaire y matrimonio de los Gary-Seberg da no sólo para otra película, sino para toda una serie de TV, con precuelas y secuelas, ya que involucró una serie de intrigas y hasta al Servicio Secreto francés.

En fin, Gary (judío francés polaco) y Seberg (luterana americana) pudieron tener unos años juntos para criar a su hijo Alexandre Diego, que había nacido en secreto en Barcelona poco antes.

Gary, francés de origen polaco-lituano, fue criado por Nina, una madre sobreprotectora con tendencia a la excentricidad, pero que hace de él un personaje singular y extraordinario, igualmente excéntrico. Este escritor y diplomático francés fue criado en Vilna, cuando aún era Polonia, por esa madre con tendencia a la sobreactuación con tal de infundir ánimo en su hijo y volverlo capaz de grandes hazañas y logros, lo cual le hizo prometer que haría. Ella quería que él fuera gran escritor, importante diplomático y héroe de la guerra y él le cumplió todo, aunque ella murió en medio de la guerra, sin saberlo.

Gary, judío perseguido, casado primero con la escritora británica Lesley Blanch y después con la mencionada mítica actriz Jean Seberg, fue un premiado escritor, diplomático con el gobierno del General de Gaulle y héroe de la aviación británica durante la II Guerra Mundial y puede decirse que literalmente tuvo una vida de película.

De esa manera, sin dificultades su volumen autobiográfico pudo pasar al cine y mostrar una parte de su existencia en el filo de lo creíble de puro estrambótica. En la película la trama se centra en el personaje y en sus peripecias, en la tremenda influencia de su madre Nina, para bien y para mal, aunque al final ya sin su presencia física o con ésta reducida al mínimo.

No figura en la película, La Promesa del Alba, su segunda esposa, Jean Seberg, ya que la narración llega hasta la fecha de publicación de la biografía de Gary, en 1960. Para descubrir lo que fue el resto de la vida de Gary tuve que navegar por internet y, topé -con retraso-con esa otra excéntrica relación que tuvo Romain con Jean Seberg desde 1961 hasta 1970, en que se divorciaron aunque este par de excéntricos realmente no se distanciaron y vivieron en coexistencia pacifica en el mismo piso del mismo edificio hasta la extraña muerte de Jean en 1979. Romain se suicidó unos meses después.

Además de recomendarle ver las películas de Seberg y Gary mencionadas y tal vez leer la obra citada de Romain Gary, queda mucho por navegar al azar en internet para hallar información interesante sobre estas personas y las épocas en que vivieron.

Aún así, ¿quién podría responder que hubiera sucedido si, por ejemplo, Jean Seberg, no hubiera sido escogida de entre 18,000 muchachas que compitieron para obtener el papel de Juana de Arco en la famosa película dirigida por Otto Preminger y que a los 17 años la inició en una carrera que la hizo famosa, para bien y para mal?

¿Y qué hubiera pasado con la vida de Romain si no lo hubiera traído al mundo la amorosa, exigente y sobre protectora madre judía Nina?