Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se va a reforzar la vacunación “porque eso está demostrado que ayuda… porque sí, eso es lo que nos protege. Eso sí está demostrado científicamente. Entonces tenemos que seguir vacunando a los rezagados, a los jóvenes y adultos mayores”.
Las grandes farmacéuticas fabricantes de vacunas, para quienes éste es el más grande negocio de toda la era de la humanidad, se han convertido en un poder aún mayor al que tuvieron los alquimistas en la edad media o la Santa Inquisición.
Incluso ante la ignorancia sobre el origen de la higiene natural del cuerpo humano han doblegado a instituciones y naciones enteras a sus designios. Presidentes y jefes de Estado se han visto obligados a asumir sus políticas en salud pública al imponer vacunas bajo el argumento de nuevas cepas que por lo que se vé vendrá una tras otra para enriquecer el monstruoso negocio farmacéutico.
México no es la excepción. El presidente Andrés Manuel López Obrador parece defender ahora, a ciegas, que la única solución ante nuevas cepas es sólo acudir a los refuerzos con vacunas pero se olvida de los hábitos milenarios de higiene que se han promovido a lo largo de la humanidad incluso desde antes del padre de la medicina, Hipócrates.
Es lamentable que un gobierno y su presidente no sean capaces de promover en sus discursos y políticas de salud pública un cambio en los hábitos que, precisamente, han llevado a la población a vivir una patología colectiva que la hace dependiente de una salud artificial a base de medicamentos y vacunas como puntales** para una vida con salud artificial.
Los hábitos de higiene natural universal se enmarcan en una práctica cotidiana de respeto a las leyes de la naturaleza, alimentación natural, deporte y un medio ambiente que garantice condiciones de salud física y mental.
No está mal que el presidente Andrés Manuel López Obrador se preocupe por su pueblo y prevenga nuevos rebrotes de la enfermedad mediante lo más inmediato que tiene como son las vacunas, pero falta que promueva alternativas que son imperativas en el andar diario del ser humano como romper los hábitos ostentosos que ha impuesto la sociedad de consumo.
Hábitos que ha impuesto durante siglos el sistema capitalista neoliberal contra el que él mismo está luchando para ofrecer una mejor sociedad a los mexicanos.
** Madero o barra de material fuerte y resistente que se fija en posición inclinada en algún lugar para sujetar una pared, una estructura o un edificio que puede caerse.