Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
Una serie de ecotecnias encaminadas a incrementar la cultura ambiental entre la población se siguen llevando a cabo en el Centro Ecoturístico y de Educación Ambiental (CEEA ) en Sierra de Guadalupe por el personal especializado de la Coordinación General de Conservación Ecológica (CGCE, a cargo del biólogo y maestro Pedro Flores Marker.
Desde que asumió el cargo en la CGCE, el biólogo Flores Marker ha llevado a cabo una política de apertura y coordinación con las distintas agrupaciones y asociaciones ambientalistas como nunca antes se había dado.
Gracias a esa apertura se han podido coordinar entre las partes trabajos para el rescate, preservación y mejoramiento de algunos espacios importantes en dicho parque estatal, como ahora es el rescate del bosque encantado que por la plaga en una seria de pinos y el cambio climático secó una considerable masa forestal.
En ese paraje las brigadas de guardabosques, de la delegación en Sierra de Guadalupe a cargo del ingeniero Gerardo Valverde, con apoyo de las asociaciones civiles Guardianes del Ehécatl y Sierra de Guadalupe y la Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi (Franature, llevan a cabo una limpieza de árboles secos para dar lugar a la reforestación de nuevas especies más resistentes al cambio climático.
También se usan los árboles secos para que sus troncos sirvan apilados para la retención de suelo y filtración de agua de lluvia y no se deslave el terreno hacía las partes bajas y amortiguar las inundaciones como las que sufre la vía José López Portillo. Una gran labor.
Murales de concientización
Al mismo tiempo en ese sitio, concretamente en las palapas y muros altos externos de los sanitarios, un grupo de artistas, principalmente mujeres, llevan a cabo una seria de murales a fin de fomentar la conciencia ambiental de los visitantes.
A pesar del limitado tiempo personal de las artistas, contados los recursos económicos y el extenuante calor de la mañana, ha habido avances que en las fotos que se presentan evidencian el loable esfuerzo.
También, a fin de que los corredores o senderistas ya no suban los pies con tenis o botas lodosas a las palapas, que son para que las familias coman en ellas higiénicamente, se han puesto una seria de polines sobre troncos para que allí puedan hacer sus estiramientos.
El esfuerzo tanto del personal de la Delegación Regional como de los grupos ambientalistas se empieza a ver reflejado pese a decenas de pinos caídos por la plaga y el cambio climático.
Un esfuerzo similar llevan a cabo las brigadas de la agrupación ambientalistas Veredeando, que dirige Rafael Alvarado González, misma que trabaja en lo alto de Sierra de Guadalupe tratando de poner un coto a la plaga que ataca al bosque de tejocotes, otra ardua laboral que también empieza a dar frutos.