Por: Víctor M. Zendejas Orozco*
La oferta en materia de mejora ambiental de las candidatas a gobernar el Estado de México hasta ahora son casi nulas o demasiado pobres pues fuera de las promesas de mejora económica y de seguridad no se vislumbra un plan para sanear, mejorar y preservar el medio ambiente.
Un medio ambiente que requiere ser sano, tupido de vegetación arbórea para contrarrestar los efectos de la contaminación y oxigenar más el medio ambiente (aunque la ciencia cita que la principal fuente de oxigeno proviene del mar).
Entre el Estado de México y la Ciudad de México, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a la semana se realizan 34 millones 560 mil viajes de los cuales 15 millones 579 mil son en transporte público. Este con grandes deficiencias en seguridad, higiene y emisiones contaminantes.
Hasta ahora la única propuesta de manera general es la que hizo la candidata del partido Morena, Delfina Gómez Álvarez, quien sólo ha hablado de la necesidad de llevar a cabo una gran reforestación en la entidad.
Sin embargo, se requiere una propuesta planificada con más fondo, como por ejemplo, cómo acotar el imparable crecimiento de la mancha urbana con el que desaparecen sistemáticamente el campo y los espacios verdes. Un reto que los distintos gobiernos no han sabido enfrentar y solucionar.
Lo anterior implica todo un cambio estructural, desde nuevas leyes, la aplicación estricta de las actuales sin corrupción e influyentismos y tomar en cuenta el balance de especialistas en materia de estudios ambientales y urbanísticos y de las asociaciones ambientalistas que tienen la papa caliente en las manos.
No basta dar a la gente una tarjeta del bienestar o rosa y ofrecer mejor seguridad y un alto a los feminicidios si no se cuenta con un medio ambiente sano con espacios de esparcimiento para niños y jóvenes, como ya lo propuso en días recientes la candidata Alejandra del Moral y que en el pasado ya han prometido otros candidatos que no cumplieron.
Es importante que las candidatas se metan un poco más a los barrios populares y constaten el gran abandono que en materia ambiental han dejado sus antecesores. Un ejemplo es la barranca Los Acuales, enclavada en el único gran pulmón que le queda a Coacalco y que ha sido objeto del desdén de administraciones mediocres o corruptas de todos los partidos.
Esa barranca, donde hay una cortina de retención de aguas de lluvia y residuales del sistema de aguas municipal es un verdadero foco de contaminación e infección para las miles de familias que la rodean y que habitan en los condominios y casas de las colonias Bosques, Lomas y Parque. Incluso se ha visto a niños jugar dentro de las aguas residuales con el peligro que representa para su salud y de sus familias por falta de espacios dignos.
Es importante, por tanto, que las candidatas recorran esos espacios y constaten el abandono dc décadas en perjuicio de los habitantes no sólo del municipio sino de todos los sitios donde caminan y circulan por la parte baja personas y autos ya que al desbordarse dicha barranca toda la porquería y basura en ella depositada anega la principal avenida, la José López Portillo.
Un Estado de México con 59 municipios conurbados con un crecimiento poblacional y urbano que rebasa mucho el promedio de crecimiento nacional. Municipios cuya población y desarrollo urbano mal planificado y antiecológico ha crecido, como en Tecámac, arriba del 7 por ciento comparado con la media nacional de 1.2 por ciento.
*Presidente de la ONG Franature
(Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi A. C.).