Por: Víctor M. Zendejas Orozco*

Un épico viaje de más de 7 mil 500 kilómetros emprendió el pasado 22 de diciembre el joven Adrián González Díaz al aventurarse en triciclo deportivo para discapacitados desde su natal Coacalco a la Patagonia.

Un recorrido, que aunque le llevará varios meses en cubrirlo, superará otros reto similares. Incluso el que llevaron a cabo en su juventud el famosísimo Che Guevara y su amigo Alberto Granados, quienes habrían recorrido, principalmente en moto unos 12 mil 500 kilómetros además de los 4 mil 500 que hizo antes el Che en su Argentina.

Con el lema “la discapacidad no es física sino mental”, Adrián González se enfilaba el fin de semana pasado hacía los confines de Centroamérica, donde junto con su acompañante Bambalám fueron recibidos con gran algarabía. Incluso el alcalde del departamento de Cuscatlán, El Salvador, quien les brindó posada, los invitó a quedarse más días.

Adrián González perdió la movilidad de sus piernas hace dieciséis años al caer de unas escaleras de Plaza Comercial Coacalco. Ese día lo trasladaron a un hospital y durante varios meses recibió atención con la esperanza de recobrar la movilidad. Al no lograrlo se sometió a una serie de tratamientos de rehabilitación siendo el más fuerte que logro superar el psicológico.

Con esa fortaleza mental ha logrado no sólo conducir su propio automóvil y haber llevado una vida matrimonial. Pero ahora con su soltería y pese a tener un empleo remunerado su principal meta es llevar a cabo grandes recorridos para promover su filosofía de que la mente es más poderosa ante cualquier vicisitud que un ser humano pueda enfrentar y para dar ánimos a los que viven una discapacidad.

Sus padres Inés Díaz y Alejandro González, igual que sus hermanos y demás familiares, vecinos y amigos que lo aprecian están al pendiente día y noche sobre el itinerario que lleva a cabo Adrián y que publica e redes sociales, quien sin más apoyo económico que sus propios escasos recursos continúa el inmenso viaja a la Patagonia con la solidaridad de las siempre fieles comunidades latinoamericanas.

En el Estado de México sus amistades están a la espera de que anuncie su regreso para prepararle una gran fiesta de recepción, al tiempo que algunos medios que le han cubierto otras hazañas nacionales están a la expectativa para dar a conocer su triunfal arribo a Coacalco.

*Presidente de la ONG Franature