Por: Víctor M Zendejas Orozco*
Los recursos económicos que se destinan en 2025 a la protección del medio ambiente y las 232 áreas naturales protegidas (ANP) que hay en el país serán menores a los de 2024, año en que se asignaron 70 mil 245 millones de pesos contra los 44 mil 370 que se ejercerán el próximo periodo.
“Resulta alarmante constatar que los recursos que deberían destinarse para mitigación y adaptación al cambio climático se están destinando a proyectos que no tienen nada que ver con estos objetivos”, considera Gustavo Alanís Ortega, director ejecutivo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), citado en el portal de Greenpeace.
En materia de justicia ambiental, que es una de las preocupaciones de todos los ambientalista que buscan que se apliquen verdaderas sanciones a los depredadores del medio ambiente hay un retroceso, como también lo expone Gustavo Alanís quien define así el caso de la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación que deberá ser aprobado por el pleno de la Cámara de Diputados este 12 de diciembre:
“También resulta sumamente preocupante que se mantengan y agudicen los recortes a la fiscalización y procuración de justicia en materia ambiental, sobre todo a la luz de la reforma judicial. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público pide asignar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) 840 millones de pesos, un recorte de 14 por ciento”.
La desilusión por el recorte presupuestal para ecología permeó entre las asociaciones ambientalistas así como a la misma secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, quien expuso su inconformidad y solicitó abordar el tema del recorte con la presidenta Claudia Sheinbaum, pues para la dependencia es de 25 mil millones de pesos. El recorte presupuestal obligará a Bárcena, como ella misma lo ha expresado, a buscar recursos del exterior.
Sierra de Guadalupe, ejemplo de abandono presupuestal
El área natural protegida Sierra de Guadalupe, considerado el principal pulmón del Valle de México y uno de los que contribuye a regular el clima en la Zona Metropolitana del Valle de México, ha tenido un abandono en sus requerimientos de protección y mejoramiento durante décadas.
Sexenio tras sexenio de gobiernos neoliberales ha sido objeto de saqueo de fauna y flora, invasión de hectáreas de terrenos para nuevos asentamientos ilegales, zona de pastoreo indiscriminado e incendios constantes de sus hábitats naturales así como falta de presupuesto para dotarla de mayor número de personal y equipo.
Enclavada en una de las regiones más densamente pobladas, urbanizadas y circuladas por el parque vehicular, donde se registran las mayores contingencias ambientales del país, con un obsoleto sistema de verificentros corruptos, la Sierra de Guadalupe cuenta con un reducido y desdeñado equipo de guardabosques sin equipo adecuado, y, como ellos aseguran, mal pagados y desconocidos en una de sus más anheladas prestaciones de fin de año como es el bono anual, entre otras carencias.
*Presidente de la Fraternidad Naturista Ecologista de la Sierra de Guadalupe Mahatma Gandhi A. C. (Franature)